AHORRO E INVERSIÓN

Aragoneses a la caza del 'Tesoro': "No quiero tener el dinero muerto en el banco"

Los ahorradores de la comunidad se suman a la euforia inversora en títulos de deuda pública del Estado, que vuelven a ser muy populares por la rentabilidad. La entidad estrena un sistema de cita previa en su sede de Zaragoza ante la gran afluencia de compradores

El interior de la oficina del Banco de España en Zaragoza este martes, en el primer día que se presta atención con cita previa.

El interior de la oficina del Banco de España en Zaragoza este martes, en el primer día que se presta atención con cita previa. / Jaime Galindo.

"Vengo a comprar letras que dan algo de rentabilidad para no tener el dinero muerto en el banco", explica María Amor Catalán, una sonriente jubilada de Telefónica, a la salida de la sede del Banco de España en Zaragoza, donde el trasiego de personas ha sido mayor de lo habitual en las últimas semanas por el furor que han despertado entre los pequeños ahorradores las emisiones de deuda pública a corto plazo del Tesoro. Aunque aquí no han llegado a formarse las filas que se han visto en otras ciudades de España, menos aún este martes, en el que ha empezado a funcionar un sistema de cita previa que ha fijado la entidad ante la gran afluencia de inversores.

El interés por invertir en letras, bonos u obligaciones del Estado es patente a las puertas del histórico edificio que el organismo regulador tiene en la plaza de España de la capital aragonesa. Casi todos los que se acercan vienen preguntando por lo mismo, aunque muchos se han ido de vacío al no poder ser atendidos. "He venido directamente a informarme y hacer los trámites pero me han dicho que tengo que pedir cita por internet", explica Catalán.

El hall de la oficina del Banco de España en Zaragoza, este martes.

Zaragoza / Jaime Galindo.

Quien sí tiene una es Ángel San Juan. "Me ha cogido la cita mi hija", explica este jubilado, que ha sido peluquero de toda la vida. "No entiendo mucho, pero no quiero tener el dinero muerto de asco en el banco, con las letras pues mejor, le puede sacar un poco de rendimiento", asegura replicando el mantra que ha llevado la demanda de letras del Tesoro a niveles récord entre los particulares, atraídos por una rentabilidad que ronda el 3%, cuatro veces más que la media de los depósitos bancarios en España.

Casi todos los que pasan por esta oficina son gente mayor, que optan por adquirir dichos títulos de manera presencial. También pueden adquirirse en la web del Tesoro o a través de una entidad financiero, aunque esta opción sale más cara. "Antes las compraba en el banco, pero te cobran comisiones", comenta Juan, un jubilado de 74 años que de ascensorista.

Carlos, que se define como un "chavalín" de 59 años, consiguió ayer una reserva para ser atendido: "La página web estaba colgada pero al final me han dado para el 7 de marzo, antes imposible". Ha optado por este tipo de inversión al ver en los medios de comunicación la expectación que ha generado. "Estábamos pensando invertir en algún pisito, pero al fin y al cabo dan problemas. Y en el banco no solo no te dan sino que te quitan con comisiones, a veces ilegales. Entonces creo que las letras son lo mejor: no dan mucho pero es fácil y seguro", explica.

El "pacto de silencio" de los bancos

Para Luis, invertir en deuda pública no es una novedad: "Tengo 62 años y ha comprado desde que tenía veintitantos, lo que pasa es que ha habido periodos en los que no han sido rentables". Dejó de adquirir estos títulos desde mediados de los 90, volvió en la crisis del 2008 cuando los intereses se dispararon, al igual que ha ocurrido ahora. "Como muchos otros, he salido escarmentado de los fondos de inversión tras el año pasado que fue muy malo: tanto la renta fija como la variable cayó. Con esta opción no salvas el IPC, pero bueno produce algo y es seguro", cuenta este jubilado de Telefónica

Se muestra además muy crítico con la estrategia adoptada por los grandes bancos, que apenas han incrementado la remuneración de los depósitos a pesar de las subida de los tipos de interés al tiempo que "se están forrando con las hipotecas". "No mueven ficha. Han hecho un pacto silencioso para no subir las rentabilidad de las cuentas, Solo dan algo los neobancos", lamenta.

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