POLÍTICA EDUCATIVA

Las familias del colegio Hispanidad reclaman la cocina propia en el centro

Denuncian que el proyecto para ampliar el espacio tiene el visto bueno de la DGA desde 2019 / Las quejas crecen este curso por la “baja calidad y la escasa cantidad” de los alimentos, que se llegan a servir refrigerados hasta 20 días después de ser elaborados y sus condiciones "no son las mismas"

El comedor del colegio Hispanidad, en Zaragoza.

El comedor del colegio Hispanidad, en Zaragoza. / CEIP HISPANIDAD

Ana Lahoz

Ana Lahoz

Zaragoza

Las familias del colegio Hispanidad, en Zaragoza, llevan desde 2019 esperando que la cocina del centro sea ampliada y equipada con la intención de tener servicio propio de comedor en lugar del catering de línea fría del que hacen uso ahora. El proyecto, ya presupuestado y planificado incluso en aquel año por los técnicos del Gobierno de Aragón, no llega y las quejas por la “calidad y la cantidad” de la comida se han agravado "de forma alarmante" este curso, tanto que son muchos los padres que están trasladando su malestar por el servicio tanto al AMPA como a la dirección. De hecho, ayer tarde la asociación de padres mantuvo una reunión con las familias para testar su valoración del servicio a través de una encuesta y poder evaluar las quejas.

La confección de los menús es extraña seguramente para ahorrar. Nosotros lo achacamos al aumento de los precios, pero no lo sabemos. Cada vez hay menos carne y se recomienda que esta y la verdura se consuma en casa. En lugar de pescado hay pasta de pescado; en vez de carne, pasta e carne… Las elaboraciones no son muy buenas", explicó a este diario Héctor Martínez, presidente del AMPA Rubén Darío del colegio.

“La confección de los menús es extraña seguramente para ahorrar. Cada vez hay menos carne y se recomienda que esta y la verdura se consuma en casa", dice el presidente del AMPA, Héctor Martínez.

El hecho de que la comida se elabore fuera del centro supone que, en ocasiones, se llegue a servir al alumnado “hasta 19 o 20 días después de haber sido cocinada”, lo que hace que las condiciones de los alimentos “no sean las mismas”, insistió Martínez. “Existe unanimidad en la comunidad educativa para sustituir la línea fría por cocina in situ”, dijo. Además, las cantidades son “escasas y no se puede repetir” y son varios los alumnos que, hora y media después de comer, “ya piden la merienda”, aseguró.

Lavavajillas estropeado

A la situación se une que los pliegos de la gestión del comedor están caducados desde hace dos años, lo que deriva en que la empresa “no invierta tanto en el mantenimiento del servicio ni en sus obligaciones”, según Martínez. “Llevamos todo el curso con uno de los lavavajillas estropeado y el otro sufriendo continuas averías que no se reparan adecuadamente, sino que se parchean”, indicó. Esta situación está provocando, además, quejas sobre la limpieza de los utensilios del comedor o de las bandejas de la comida, de tal manera que en las últimas semanas “se han tenido que recurrir a la utilización de platos y vasos desechables”, aseguró.

Las quejas sobre la limpieza de los utensilios del comedor o de las bandejas de la comida han crecido estas semanas, de tal manera que se han tenido que recurrir a la utilización de platos y vasos desechables.

La dirección del colegio Hispanidad está al tanto de la situación porque forma parte de la Comisión de Comedor, un órgano en el que están representadas todas las partes. “A Educación le hemos solicitado una reunión y les hemos traslado las quejas, pero no tenemos respuesta. El presupuesto para ampliar la cocina sería de unos 100.000 euros, pero en él está incluida la ampliación de unos baños que ya han sido creados y, por tanto, habría que recalcular la obra”, especificó Martínez. 

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