LAS VICISITUDES DEL ENDEUDAMIENTO EMPRESARIAL

ALIA Consultores: los descodificadores de la banca "con la conciencia tranquila"

Esta firma zaragozana analiza el Scoring financiero, un algoritmo que decide a qué empresas puede financiar una entidad bancaria | "Ayudamos a las pymes y dormimos con la conciencia tranquila", explica Jorge Navarro, socio fundador de esta compañía que cuenta hoy con 17 asesores expertos

El equipo de consultores de ALIA, que ha pasado de tener uno en 2016 a 17 hoy.

El equipo de consultores de ALIA, que ha pasado de tener uno en 2016 a 17 hoy. / ANDREEA VORNICU

No estaría demasiado orgulloso el prestamista que encarnaba James Stewart en '¡Qué bello es vivir!' del modo en el que las entidades financieras han perdido la cercanía con el cliente. Las sucursales cierran a golpe de clic y de repente ya no son los bancos quienes deciden si conceden o no un préstamo de financiación a un empresario, según las impresiones o la confianza que se procuraban. No: tales decisiones las toma hoy un algoritmo. Lo llaman 'Scoring' financiero y es un sistema que evalúa el historial de pagos de una empresa, su balance, cómo se financia, cuánto factura y gasta, su margen de resultados y la estructura de la deuda de la compañía, una de las patas que rigen la capacidad de una empresa para hacer frente al pago de los préstamos.

La herramienta le pone nota a la empresa y si esta suspende, el algoritmo prohíbe terminantemente concederle un préstamo porque el riesgo de impago es elevado. Sin embargo, tiene un problema: tan solo los maestros de las finanzas comprenden los designios del algoritmo, cuyos parámetros cambian según la coyuntura económica y lo que el banco cree que es mejor para su viabilidad. Vaya, que solo las entidades financieras saben qué busca el Scoring, aunque se dice en los corrillos que han sido incapaces de transmitir la información al tejido empresarial. Es decir, que los clientes no saben ni por dónde empezar.

Jorge Navarro y Luis Pérez, el director general y el director financiero de ALIA Consultores.

Jorge Navarro y Luis Pérez, el director general y el director financiero de ALIA Consultores. / ANDREEA VORNICU

Para suturar esa brecha en la comunicación entre empresas y bancos (que se ha llevado por delante a compañías muy prometedoras, sobre todo a pymes), Jorge Navarro, un exdirectivo de Caja Rural de Aragón, La Caixa o Banco de Valencia, decidió crear ALIA Consultores en 2016 para analizar a fondo ese algoritmo y traducirle a las pequeñas empresas que no cuentan con un departamento de estudios financiero las exigencias del Scoring.

Su trabajo se basa en estudiar las reglas del juego de la banca, cuya base ha cambiado por completo en los últimos años, y explicárselas con lenguaje llano a quienes no son expertos en la materia. Dicho de otro modo: que el experto en camiones, alimentación o textil conozca cómo funciona un banco por dentro en la era actual, cómo debe estructurar la deuda que contrae y la gestión de su crecimiento. En definitiva: en ALIA preparan a las empresas para someterse al duro examen del 'Scoring' financiero y les ofrecen un plan de acompañamiento («un traje a medida») para no errar en las decisiones que pueden llevar a una compañía a una quiebra por impagos.

«El problema de las empresas no es endeudarse mucho, sino endeudarse mal. Es un error demonizar a la banca cuando lo que falla es la vía de comunicación entre las partes», sentencia Jorge Navarro, quien explica que han optado por un sistema de trabajo de «igualas» basado en el seguimiento mensual de todos sus clientes en vez de ser meros solucionadores de problemas.

Destaca Navarro que hay más empresas que mueren de éxito «al ir demasiado bien y no saber dimensionar su crecimiento y por tanto, endeudarse de una forma correcta». Estuvo a punto de pasarle a una empresa de producción de gel hidroalcohólico que nació en Zaragoza en 2019. Facturó 700.000 euros en su primer año de vida y llegó la pandemia. « Pasó a facturar tres millones en 2020 y esperaba crecer hasta los ocho millones al año siguiente. Si lo hubiera hecho, ahora estaría cerrado. No podría haberse a endeudado a corto plazo lo suficiente como para pagar las nóminas o la Seguridad Social porque hubiera cobrado con retraso. Y ahí hubiera caído», explica Luis Pérez, el director comercial de ALIA, que se unió al proyecto en 2019 tras casi 15 años en Banco Santander.

"Dormimos con la conciencia tranquila y eso es lo mejor que podemos decir de nuestro trabajo"

Así que en estas trabajan los 17 consultores de la compañía zaragozana (se sumará una becaria en unas semanas), una suerte de equipo a la imagen y semejanza de ese George Bailey que apostaba por una sociedad de empréstitos basado en la responsabilidad y el crecimiento sostenido del conjunto social. «Nos gusta trabajar para la pequeña empresa, para esa que sabemos que necesita un servicio como este. Dormimos con la conciencia tranquila y eso es lo mejor que podemos decir de nuestro trabajo», remata Navarro.

La compañía la fundó Navarro en solitario, y ahora reconoce que al principio los bancos «le veían casi como a un enemigo». Todo ha cambiado en apenas siete años y la banca ve al producto made in Zaragoza como un aliado en la comunicación con las empresas. ALIA ha experimentado crecimientos del 40% anual hasta alcanzar 1,2 millones de euros de facturación en 2022 y una cartera de 170 clientes (entre ellos Panishop, Hierros Alfonso, Bodegas San Valero o Goya Automoción). «Tenemos clientes de todos los tamaños, desde micropymes de tres trabajadores a compañías que facturan 100 millones de euros», revela Luis Pérez.

La singularidad del proyecto les hace casi únicos en España. Cuentan Navarro y Pérez que esperan cerrar 2023 con delegaciones en las tres provincias de Aragón, Barcelona y Madrid. Y así les va, como un tiro, cumpliendo con esa filosofía de la pequeña compañía de empréstitos que facilitaba la vida de los vecinos de Seneca Falls... pero nacida en Aragón. 

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