Ira Torres: "La vida es un maratón y hay personas que parten desde el kilómetro 20"

La historia del arte ha silenciado durante siglos a miles de mujeres. La igualdad de género era tan solo una quimera en una época en la que toneladas de talento quedaron arrinconadas por un discurso imperante totalmente machista. La situación ha mejorado mucho en las últimas décadas, pero el camino que queda por recorrer aún es largo. De hecho, la igualdad de género todavía se resiste a entrar de forma efectiva en los museos de todo el mundo. También en los de Aragón, donde las exposiciones individuales, por ejemplo, siguen priorizando a los hombres, tal y como reveló recientemente el último informe del Observatorio de género en las artes visuales en Aragón, realizado por la Asociación cultural Nómadas por la Creación y la galería La Casa Amarilla.

La joven artista zaragozana Ira Torres se vale de una acertada analogía para ilustrar este agravio comparativo. «La vida es un maratón de aproximadamente 40 kilómetros. Hay personas que parten del kilómetro 20 y por supuesto que no invalida su esfuerzo, pero es evidente que tienen una ventaja sobre los que parten del kilómetro 0. Y hay muchos colectivos que no cuentan con esos kilómetros extra», lamenta Torres, una de las artistas contemporáneas de la comunidad con más proyección. 

Que la mujer artista ha mejorado su situación en las últimas décadas, incrementando su presencia en los museos es algo innegable. Pero también lo es que esta mejoría es en cierta manera engañosa, porque se debe casi en exclusiva a su mayor participación en las exposiciones colectivas. Lo que ha ocurrido recientemente en Aragón es un buen botón de muestra. Y es que de las 186 mujeres artistas que expusieron su obra entre septiembre de 2021 y junio de 2022, 164 lo hicieron en exposiciones colectivas y solo 22 en individuales.

Las administraciones públicas están intentando eliminar toda esa brecha de género en el mundo del arte con iniciativas novedosas. Un ejemplo es el ciclo Museos y Mujeres, impulsado por el Ayuntamiento de Zaragoza y que revisa las colecciones municipales desde una perspectiva de género. Pero el mero hecho de que existan este tipo de ciclos ya evidencia que la igualdad plena aún está lejos.

Quizá sea simplemente una cuestión de tiempo, de seguir creando referentes y de que jóvenes artistas como Ira Torres continúen ensanchando el camino. «Si miro al futuro pienso que seguiré ejerciendo el feminismo en el que creo, y que es básicamente el de Virginia Woolf en el ensayo Una habitación propia. Espero que este siglo sea de todes. Pero siempre desde un punto de vista inclusivo porque no creo en el abolicionismo», concuye la artista nacida en Zaragoza en 1991.