EL CALENTAMIENTO GLOBAL

El abastecimiento de la población se considera «garantizado» pese a la previsible sequía

El agua de boca no faltará pese a que las condiciones continúen o incluso empeoren | En la cuenca se espera que los ciclos de sequía sean cada vez más largos e intensos

AGRICULTURA. SEQUIA. UN AGRICULTOR LABRA EL CAMPO CON SU TRACTOR. ONTINAR DEL SALZ.

AGRICULTURA. SEQUIA. UN AGRICULTOR LABRA EL CAMPO CON SU TRACTOR. ONTINAR DEL SALZ. / ANGEL DE CASTRO

El impacto en el suministro de agua a la población, en las previsiones a corto y medio plazo, no preocupa de momento a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). «Los grandes sistemas de abastecimiento de la cuenca, de más de 20.000 habitantes, cuentan con una situación robusta a pesar de la sequía y su abastecimiento puede considerarse garantizado, según el último informe de la CHE.

En esta garantía se incluyen también los que dependen de volúmenes transferidos desde la demarcación del Ebro (Consorcio Bilbao-Bizkaia y Consorcio de Aguas de Tarragona, Abastecimiento de Cantabria). A pesar de que las condiciones se mantengan o empeoren, el suministro a la población está asegurado.

Según ese informe mensual de la CHE, en lo que respecta al estado de los indicadores de sequía prolongada «las precipitaciones en febrero han sido escasas, empeorando el acumulado en el año hidrológico». Solo la zona nuclear de la cuenca, en particular los Pirineos Centrales, han recibido precipitaciones por encima de la media, «siendo generalidad la superficie de la cuenca que se encuentra por debajo de la media».

A nivel de aportaciones a tres meses (noviembre, diciembre y enero), los índices «empeoran pero se mantienen en sequía las mismas unidades territoriales que el mes pasado».

La presidenta de la confederación, Dolores Pascual, admite que es un momento «determinante» tras aprobar todas las planificaciones hidrológicas. «Tenemos aprobado el plan de la demarcación del Ebro, que incluye el plan especial de sequía, con protocolos que se siguen de manera escrupulosa en la gestión de la sequía. Desde la última campaña estamos en una situación de escasez. Entendemos que no habrá problemas en la margen derecha, pero la izquierda está peor, con déficits hídricos que habrá que gestionar».

El calentamiento global, no obstante, impactará en la cuenca a medio y largo plazo. Se espera incluso que los ciclos de sequía sean cada vez más largos e intensos. La distribución de los recursos hídricos, en definitiva, también cambiará, de forma que, si bien el volumen global no variará tanto, sí se producirán más lluvias torrenciales y periodos de sequía más largos».

El otro extremo de la sequía

Al otro extremo de la realidad climática, ante el temor por las inundaciones, el proyecto LIFE Ebro Resilience P1, que abarca las comunidades de La Rioja, Navarra y Aragón, trabaja en distintos proyectos de intervención para reducir el riesgo de inundación y mejora del estado ecológico.

En este sentido, se encuentran en avanzada fase de redacción los dos proyectos de intervenciones en la Zona 2 del proyecto LIFE, que se localiza en el tramo Osera de Ebro-Fuentes de Ebro, en la provincia de Zaragoza. Se trata de los proyectos de retranqueo y construcción de las nuevas defensas, además de la construcción de zonas de amortiguación de flujos laterales.

Última riada a su paso por Zaragoza.

Última riada a su paso por Zaragoza. / ANDREEA VORNICU

En esta zona se propone una intervención novedosa que permita compatibilizar una zona agrícola de cultivo intensivo con el paso de las inundaciones. Para ello se ha definido la creación de zonas de amortiguación para flujos laterales. Estas zonas de amortiguación compartimentarán fincas agrícolas en áreas que se preinundarán durante episodios de avenida, generando unos colchones de agua que minimizarán los daños en fincas e infraestructuras.

Además, se aumentará la capacidad del cauce realizando el retranqueo de dos tramos del dique de defensa y generando nuevos espacios fluviales que serán restaurados ambientalmente.

El proyecto LIFE Ebro Resilience P1 abarca las tres comunidades centrales del valle del Ebro, cuenta con una duración de 6 años y un presupuesto total de 13.310.350 euros, con financiación europea en un 55%.

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