CONTRACORRIENTE | María Rosa Fernández Presidenta de la Fundación Asociación Viudas de Zaragoza 'Isabel de Aragón'

María Rosa Fernández: «La Asociación de Viudas ha sido mi apoyo emocional»

La presidenta de la Asociación de Viudas ‘Isabel de Aragón’ se prepara para celebrar el 50 aniversario de la ONG en una asamblea el 31 de marzo. En la que recordará con cariño cómo le tendieron la mano cuando más lo necesitaba.

Una imagen de María Rosa Fernández (segunda por la derecha) junto a su gabinete de gobierno en la Asociación de Viudas de Zaragoza

Una imagen de María Rosa Fernández (segunda por la derecha) junto a su gabinete de gobierno en la Asociación de Viudas de Zaragoza / Jaime Galindo

Álvaro Jordán

Álvaro Jordán

Son ya más de 50 años luchando por los derechos de las mujeres en Zaragoza. ¿Qué sentimientos le despierta la próxima asamblea?   

Pues hay sentimientos encontrados. Por una parte, siento un gran orgullo al leer el lema que tenemos preparado: ‘Más de 50 años caminando juntas’. Este movimiento se creó en España gracias a un conjunto de mujeres con inquietudes, que vieron la precariedad que existía en la figura de la viuda y que fueron inspirando con sus ideales en todo el país. Nuestra asociación se constituyó en 1971, gracias a figuras fundadoras como María Pilar Fernández Portolés, antigua vicealcaldesa y viuda con seis hijos. Le debo demasiadas cosas a esta asociación, muchas de estas personas han sido mi apoyo y mi espejo emocional.

¿Y qué siente por la otra parte?   

Frustración por la pandemia. Nos ha traído mucha precariedad: se ha llevado a varias asociadas y nos ha paralizado durante demasiado tiempo. Es una situación deprimida, no podemos obtener ningún tipo de subvención y necesitamos ayuda de las instituciones. Cada día, lamentablemente, más y más viudas se afilian a nuestra asociación. Y tenemos que ir improvisando con los pocos recursos que tenemos, apoyándonos para poder salir adelante. Además, la celebración de la asamblea se ha preparado de manera apresurada por varios factores, entre ellos la próxima campaña política y la llegada del verano, que provoca la ausencia en la ciudad de muchas de las afiliadas. 

¿Es necesario volver a la rutina, no?

Totalmente necesario. Ahora mismo estamos completamente centradas con la asamblea, que comenzará con una eucaristía en la Basílica del Pilar a las 10.00 y seguirá con el evento principal en el Patio de la Infanta a las 11.30. Invito desde aquí a todas las viudas que quieran pasarse, aunque no estén asociadas. También estamos notando que poco a poco nos vamos haciendo más mayores y estamos demasiado ancladas a las formas de vivir del pasado. Yo ya tengo 80 años y necesito un descanso, por lo que dejaré pronto mi puesto de presidenta. Necesitamos que haya un relevo generacional con gente que ocupe nuestros puestos y que sepa cómo vivir actualizado hoy en día.

Va a dejar su puesto tras 11 años de presidencia. ¿Qué lección se lleva consigo?

Primero me voy satisfecha con mi trabajo. Después, me quedo con una parte muy positiva y es la gente a la que he conocido en la asociación. Por mucho que te intenten animar, necesitas experimentar esta sensación para entender realmente a esa persona. Yo me quedé viuda a los 40 y con tres hijas. Es una situación en la que se necesita mucha unión de fuerza entre nosotras. Me he enriquecido mucho como persona, he crecido internamente y creo que he hecho mis decisiones como presidenta con la mejor voluntad, hayan sido más acertadas o equivocadas. 

¿Con qué personas se queda sobre todo?

Agradezco a mi vicepresidenta, Carmen, por su labor como delegada y portavoz de la asociación en COAPEMA; a Charo, mi tesorera, que ha sido mi mano derecha durante todos estos años y a Trini, mi secretaria, que me ha orientado de la mejor manera posible a la hora de tomar decisiones.