PROYECTO DE INTERÉS GENERAL DE LA CONEXIÓN DE LOS VALLES DE TENA Y ARAGÓN

La unión por Canal Roya generará impacto visual en el 8% del entorno

La telecabina se verá desde los picos de Anayet y Aspe, la peña Collarada o las selvas de Lanuza | El PIGA dice que la alteración del paisaje será vista por 2.950 vecinos y los viajeros de Canfranc y Sallent

El paraje de Canal Roya obtiene la máxima calificación en calidad y fragilidad en el Estudio de Impacto Ambiental del PIGA de la unión de estaciones. | SERVICIO ESPECIAL

El paraje de Canal Roya obtiene la máxima calificación en calidad y fragilidad en el Estudio de Impacto Ambiental del PIGA de la unión de estaciones. | SERVICIO ESPECIAL / LAURA CARNICERO

Laura Carnicero

Laura Carnicero

La conexión de los valles de Tena y del Aragón a través de una telecabina que conecte las estaciones de esquí de Astún y Formigal dejará una «importante alteración del paisaje» que será visible desde el 8% de un radio de 10 kilómetros a su alrededor. Es una de las conclusiones del Estudio de Impacto Ambiental incluido en el Proyecto de Interés General de Aragón hecho público ayer en el portal de transparencia de Aramón y que forma parte de una documentación de más de 3.000 folios en la que se recogen todos los análisis e informes elaborados hasta la fecha sobre la unión que se pretende financiar con 24,6 millones de euros de fondos europeos. El impacto paisajístico será «severo», según recoge el informe, incluso con las medidas correctoras incorporadas. Es el punto más negativo del estudio de impacto ambiental, que analiza 46 variables diferentes, como las afecciones a la fauna, a la vegetación, a la hidrología, al patrimonio forestal y cultural, la huella de carbono o en el planeamiento urbano, entre muchos otros aspectos.

El único impacto calificado como «severo» en el Estudio de Impacto Ambiental es el del paisaje, que ni siquiera mejora con las medidas correctoras planteadas, como la utilización de una estación intermedia semisoterrada, o el uso de materiales y colores que ayuden a que la infraestructura se mimetice con el entorno. Entre las actuaciones para paliar el impacto se encuentran también la restauración de las zonas alteradas como los taludes en el camino de acceso o en la base de las pilonas; la delimitación de las áreas de actuación para evitar daños más allá; y se evitará construir caminos para colocar las pilonas, recurriendo al transporte por helicóptero.

La única salvedad a la afección paisajística, según recoge el informe, es que el impacto visual concernirá directamente a relativamente poca población. «La zona de Canal Roya, de difícil acceso y morfología en valle glaciar encajado hace que la frecuentación, accesibilidad y por lo tanto visibilidad disminuye considerablemente, haciendo que éste no se aun factor determinante a la hora de valorar el impacto sobre el paisaje del proyecto», dice el estudio. En concreto, se estima que la población afectada serán 2.950 residentes en los núcleos cercanos y los viajeros que circulen entre Canfranc y el Somport por la N-330 (1.217 vehículos al año) y por la A-136 entre Sallent de Gállego y la frontera del Portalet (3.420 coches diarios, según datos de 2017)

¿Cuáles son los perjuicios?

Los impactos negativos se corresponden, principalmente, a la instalación de pistas y pilonas de esquí, edificaciones, torres y líneas de electricidad, presas de retención de sedimentos, caminos e instalaciones ganaderas. Ahora bien, el proyecto en su conjunto solo es visible desde determinados puntos del entorno y, en algunos casos, la afección se limita a la visibilidad de una o dos pilonas.

El proyecto global será visible, recoge el Estudio de Impacto Ambiental, desde los núcleos urbanos de Formigal y Puerto de Astún. Pero también, aunque en diferente medida desde alguno de los picos, ibones y glaciares más conocidos de la zona para los amantes de la montaña. En algunos casos, el proyecto será visible en apenas un 1% de su extensión, pero aun así queda reflejado como impacto paisajístico en el informe. Entre otros lugares de interés, el telecabina que conectará Astún y Formigal será visible desde los picos de Aspe y Anayet, la peña Collarada, el circo de Canal Roya, el circo de Astún, los ibones de Canal Roya, el glaciar rocoso del Anayet, los ibones de Escalar y Astún, el embalse de Lanuza y las selvas de Sallent y Lanuza.

El estudio reconoce a su vez que la «calidad visual» y la «fragilidad» del paisaje de Canal Roya es «alta y muy alta», por lo que se trata de un espacio muy poco idóneo para instalar cualquier actividad que genere «algún tipo de impacto visual negativo como es el caso del proyecto de unión de estaciones de esquí».

Por otro lado, el informe recoge los distintos impactos paisajísticos en función de la fase de las obras de construcción. Por ejemplo, en la fase de construcción y desmantelamiento, se considera que el efecto es «moderado» mientras en la fase de explotación, la afección será «severa». «El impacto que supone la presencia de nuevos edificios, apoyos y caminos proyectados genera una disminución de las cualidades paisajísticas», explica el informe, en función también de su hay o no manto de nieve, «ya que hay elementos que son más o menos visibles» con o sin nieve.

Así, el Estudio de Impacto Ambiental concluye que habrá una «importante alteración del paisaje de la zona, desde una perspectiva estética y emocional, ya que se trata de un valle glaciar de gran belleza y valores estéticos que apenas presenta alteraciones antrópicas», es decir, realizadas por el hombres.

Pero matiza que será visible «desde apenas un 8% del total del área estudiada», en un radio de 10 km. Asimismo, señala el estudio, a pesar de tratarse de una «alteración importante del paisaje, ésta no necesariamente es percibida por toda la población como un cambio negativo» por las «notables ventajas socioeconómicas» por la activación económica y la «reducción de la emisión de gases de efecto invernadero».

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