Aragón cierra el mes de marzo más caluroso que se recuerda

El mes de marzo que finaliza este viernes tiene todos los visos de ser el más caluroso que se ha registrado en Aragón y buena parte de España desde que hay registros. La confirmación total se producirá cuando se analicen todos los datos, pero no cabe duda de que en las últimas semanas se han vivido temperaturas inusualmente elevadas. Los abrigos, cazadoras y bufandas han dado paso de manera abrupta a las gafas de sol, la ropa ligera y hasta la crema solar para protegerse de un sol y un tiempo más propio del mes de mayo que de ahora.

La percepción ciudadana de que hace más calor de lo habitual viene corrobora para la opinión experta. "Lo que ha pasado en marzo está totalmente fuera de lo normal", asegura el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Aragón, Rafael Requena. El miércoles hubo 14 capitales de provincia que batieron récord de temperatura máxima en el tercer mes del año. La ciudad de Zaragoza no fue una de ellas. Aunque ha llegado a los 27 grados las dos últimas jornadas, la previsión apuntaba a que podía superar los 30, algo que finalmente no ha sucedido.

La Aemet avisa de una primavera cálida en Aragón con la incógnita abierta sobre las lluvias

En todo caso, la capital aragonesa ya ha tenido dos día en marzo (el 9 y el 13) en los que el termómetro ha superado el registro histórico de la máxima temperatura de este mes, que estaba situado en los 28,3 grados. En esta ocasión ha llegado a los 28,6 grados.

"Estamos a principios de la primavera, pero el tiempo que ha hecho es más propio del final de la primavera o el principio del verano", detalla Requena. La consecuencia más grave de este caluroso marzo, apunta, ha sido el incendio que ha arrasado más de 4.000 hectáreas en las provincias de Teruel y Castellón.

El delegado de la Aemet en Aragón recuerda además que también ha habido algunos días en los que la temperatura mínima no ha bajado de los 15 o 16 grados, algo también fuera de lo común.

La comunidad autónoma despedirá el mes con un brusco cambio del tiempo que empezará a notarse a partir de este viernes. Las temperaturas bajarán entre ocho y diez grados y el cierzo será el protagonista de la meteorología el sábado, el domingo y el lunes, según las predicciones de la Aemet. La lluvia solo se espera que haga aparición en el Pirineo, donde será en forme de nieve a partir de los 1.000 o 1.200 metros de altura, lo que puede suponer una ayuda para que las estaciones de esquí afronten en mejores condiciones el final de la temporada.