La revuelta de la España Vaciada regresa a las plazas de Aragón convertida ya en espacio político

En el cuarto aniversario de la multitudinaria manifestación en defensa de las zonas despobladas, la 'Revuelta de la España Vaciada' ha regresado a las calles este sábado para exigir "un horizonte de futuro" donde todas las comunidades que conforman el país "podamos desarrollarnos por igual, sin servidumbres de ningún tipo o imposiciones en las que nuestras provincias, comarcas y pueblos siempre terminamos perdiendo". En Aragón, Teruel ha vuelto a ser el epicentro de una protesta que se ha extendido a comarcas como Daroca, Bajo Aragón o el Jiloca, entre otras.

La protesta denuncia de nuevo que pese a los discursos de quienes gobiernan se comprometían a trabajar para dotar a la España más olvidada "las diferencias entre los distintos territorios no han disminuido, sino que se han acentuado". "A pesar de la creación de un Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico apenas se han adoptado medidas que reviertan esta situación radicalmente injusta. Al contrario, las políticas implementadas al hilo de las crisis globales que se han encadenado en los últimos años no han hecho sino agravar nuestra situación. Son nuevas amenazas que se ciernen sobre la España vaciada, convertida una vez más en 'territorio de sacrificio', denuncia el comunicado de la 'revuelta'.

En un manifiesto conjunto que se ha leído en todas las concentraciones del país, los manifestantes claman contra las "amenazas" que están "ahogando nuestro territorio y que expolian nuestros recursos sin dejar beneficios a largo plazo". Se refieren en concreto a los los megaproyectos energéticos que "están colonizando el paisaje", el "peligro" de las macrogranjas y la contaminación de los suelos que producen, la nueva minería extractiva, la reactivación de los trasvases de agua, las nuevas formas de explotación industrial de los bosques que "responden a la avidez energética" y contribuyen a la generación de incendios, el desmantelamiento de servicios, sobre todo la sanidad, y el abandono de las líneas tradicionales de ferrocarril.

Por tanto, esta representación de la España despoblada asegura que no van a tolerar "convertirnos en un territorio sacrificado para favorecer a otras regiones y sectores con más peso en la economía". "Ni tampoco aceptamos que existan comarcas de nuestro país destinadas a sostener un sistema económico en crisis, cimentado en la especulación, la desigualdad y el desequilibrio", rematan los convocantes de la protesta. Explican además que con el fin de revertir la situación se elaboró un modelo de desarrollo con 101 medidas para hacer frente a la despoblación en la búsqueda de una España más justa y equilibrada. "En base a esas propuestas, reclamamos un Pacto de Estado que comprometa a todas las fuerzas políticas e instituciones en este empeño", reclaman.

Además, exigen al Gobierno de España que establezca los controles necesarios para asegurar que los proyectos que se acometan en zonas rurales se ajusten en su naturaleza y dimensiones a la legalidad y al sentido común y sus impactos negativos respondan a criterios de equidad y proporcionalidad. Del mismo modo, piden que las inversiones de proyectos que se realicen en el mundo rural, con destino a proporcionar bienes y servicios a personas y empresas que no vivan ni tengan sede social en el territorio, lleven incorporada un canon para la generación de proyectos de desarrollo que generen empleo en la comarca afectada, "que sirvan de verdad para poner en marcha soluciones eficaces y tangibles contra la despoblación y el desequilibrio territorial".