POLÍTICAS DE VIVIENDA

Aragón no podrá aprovechar las 1.323 viviendas de la Sareb

Lambán cree que Sánchez ha dado «en la diana», pero la titular de Vivienda pide cautela | La comunidad tiene el 3% del total estatal y solo 135 casas están en buenas condiciones

Vista aérea de Zaragoza, la localidad con más viviendas de la Sareb.

Vista aérea de Zaragoza, la localidad con más viviendas de la Sareb. / ANGEL DE CASTRO

Laura Carnicero

Laura Carnicero

Zaragoza

Como suele ocurrir con los grandes anuncios del Gobierno de España para tratar de paliar los problemas más acuciantes de la sociedad española, desde Aragón hay lecturas y análisis para todos los gustos. También con la propuesta del presidente del Gobierno Pedro Sánchez de destinar las casi 50.000 viviendas que posee la Sareb, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), para el mercado del alquiler y lograr así sostener los precios de las rentas que no dejan de ir al alza.

La música suena bien en el Gobierno de Aragón, donde el presidente autonómico, Javier Lambán, aseguró ayer que su secretario general había «dado en la diana» para atajar este grave problema. Mientras la directora general de Vivienda de su Ejecutivo, Verónica Villagrasa, pedía «cautela» y «prudencia» hasta conocer «la letra pequeña» del proyecto porque «a veces, la música que suena bien en España, desafina en Aragón».

El problema del acceso a la vivienda es «una de las preocupaciones más extendidas entre la población», reconoció el presidente de Aragón, Javier Lambán, que alabó sin peros la propuesta del presidente Sánchez para movilizar las 50.000 viviendas de la Sareb con el objetivo de abaratar los alquileres. «La propuesta de Pedro Sánchez da en la diana de lo que en estos momentos es una de las preocupaciones más extendidas entre la población, sobre todo entre los jóvenes», manifestó Lambán.

El presidente aragonés recalcó que la propuesta, que se concretará hoy en el Consejo de Ministros, es «atinada» y «coincidente» con las políticas desarrolladas por el Ejecutivo aragonés en los últimos años para dar una respuesta a la falta de viviendas disponibles para el alquiler y los altos precios.

«Me han visto actuar para intentar solucionar el problema de la gente joven a través del alquiler, y alguna iniciativa está ya puesta en marcha en Zaragoza. Alguna más habríamos podido poner si hubiéramos tenido algo más de colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad», recordó Lambán, en referencia clara al proyecto de viviendas para jóvenes en los cacahuetes de la Expo o al proyecto residencial de la avenida Pirineos, entre otros casos en los que el Ejecutivo autonómico ha puesto el foco en la creación de alojamientos para jóvenes y viviendas de alquiler asequible.

Lambán: «La idea de Sánchez da en la diana de una de las preocupaciones más extendidas en la población» Villagrasa: «El anuncio suena bien, pero pido cautela ya que en Aragón a veces desafina la música»

Pero en este caso, pasar de las musas al teatro supone asumir que la Sareb no tiene en la comunidad autónoma ni siquiera el 3% de las viviendas que aglutina en todo el país. En total, son 1.323 de las más de 46.000 que tiene el llamado banco malo. Están ubicadas mayoritariamente en la provincia de Zaragoza, tanto en la capital como en su área de influencia. Ahora bien, está por concretar qué porcentaje de esas viviendas podrían inyectarse al mercado del alquiler aragonés a corto plazo. Y aquí las expectativas se desinflan por completo si se tienen en cuenta los análisis previos que se han desarrollado desde el Departamento de Vivienda y junto al Ministerio de Transportes y la propia Sareb. Todo puede cambiar, eso sí, en función de si el anuncio del Gobierno de España va acompañado de nuevas partidas de financiación o medidas complementarias.

La directora general de Vivienda del Gobierno de Aragón, Verónica Villagrasa, explicó ayer a este diario que llevan tiempo trabajando desde el Departamento de Vertebración del Territorio con el Ministerio de Transportes y la Sareb para tratar de adquirir viviendas que puedan destinarse al parque público «porque creemos que puede ser un vendedor óptimo y a precios más bajos». Estas conversaciones se ciñen, a su vez, a los requisitos que marca el Ministerio de Transportes para la adquisición de vivienda con fondos públicos, que limita en una inversión de 8.000 euros extra por vivienda para su puesta a punto. Con estas cuantías, reconoció la titular de Vivienda, las actuaciones pueden tan solo limitarse a la pintura, un cambio de sanitarios o la sustitución de algunas puertas o ventanas. Es decir, tal y como está la normativa del propio ministerio, los fondos estatales no pueden destinarse a una renovación o rehabilitación integral de las viviendas que se adquieran para el parque público.

135 viviendas cumplirían los requisitos

Con estos requisitos, explicó Villagrasa, el Ejecutivo aragonés recibió un listado de «135 viviendas» por parte de la Sareb que cumplirían esos requisitos, es decir, que estarían en buenas condiciones para entrar a vivir con unas pequeñas actualizaciones. Es decir, apenas el 10% del parque que posee el banco malo en toda la comunidad podría traducirse en ofertas de alquiler de forma más o menos inmediata y con una inversión ajustada. «Desde Madrid nos marcan no solo el dinero que podemos invertir sino cómo hacerlo, y tenemos estas limitaciones», manifestó Villagrasa, que recalcó la «cautela» ante el anuncio del presidente del Gobierno en esta materia.

La directora general sí que destacó que la medida de Sánchez es «un paso más adelante», pero puso en duda que pueda resolver en su totalidad el problema del acceso a la vivienda. «El anuncio suena bien, pero queremos ser cautelosos porque no sería la primera vez que la música suena bien en España pero desafina en Aragón. Solo hay que ver el porcentaje de vivienda de la Sareb en la Comunidad Valenciana y en Aragón», expresó. Un 3% en territorio aragonés frente al 19% valenciano. En este sentido, también Javier Lambán le recordó al Ejecutivo central que lo ideal será desarrollar las políticas «de mutuo acuerdo», contando tanto con las comunidades como con los ayuntamientos.

Por otro lado, Villagrasa recuerda que la gestión de los activos de la Sareb puede acarrear problemas como las «okupaciones, las viviendas vandalizadas, que no tengan cédula de habitabilidad o que no tengan cocina ni baño». Para actuar en estos casos, recuerda, el Ejecutivo aragonés debería recurrir a los fondos propios de una comunidad «con una financiación autonómica muy justa».

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