Indignación por las pintadas «nazis y homófobas» en el IES La Puebla de Alfindén

Una esvástica en la boca de una joven negra, un banco arcoíris del que ahora solo se dejan entrever los colores porque se ha pintado de negro; y un mural en el que se han borrado el lema «Somos las alas de las que ya no están» en referencia a las muertas por violencia machista. Los murales que clamaban tolerancia en el IES La Puebla de Alfindén fueron vandalizados este fin de semana. El equipo de dirección del centro va a denunciar los hechos, acaecidos el fin de semana.

Con motivo del Día contra la Homofobia del pasado 17 de mayo, desde el ayuntamiento se les propuso pintar los bancos municipales en los que los escolares esperan al bus para apoyar a un colectivo que sigue teniendo que esconderse por «sentirse discriminado», cuenta el consistorio en redes sociales. Los vándalos, no solo pintaron de negro uno de los bancos sino que saltaron las vallas del centro y también atacaron otros murales para potenciar la tolerancia, y pidieron la dimisión de la jefa de estudios.

«Se queda muy mal sabor de boca», reconoce Esther Herguedas, directora del centro, porque «son pocos pero hacen mucho ruido», señala. Y añade que en el centro «buscamos promover la tolerancia y el respeto», ya que cuentan con 833 alumnos de diversas nacionalidades, países, religiones y tendencias. 

«Muchas veces dicen que una bandera no les representa» pero entonces explican que son necesarias esas reivindicaciones. Esta vez «no esperábamos que estropearan los murales y tampoco que pidieran la dimisión de la jefa de estudios. No entendemos el ataque ni por qué le ha tocado a ella», señala Herguedas, que asegura que «no es el único centro en el que pasa». Sin embargo, insiste en que lo único que hacen es «cumplir el objetivo de la ley educativa, que es que el alumnado practique la tolerancia». 

Además, asegura que «los chicos se están formando» y hay una parte de la sociedad que se ve reflejado en estas ideas y «el instituto es un reflejo de la sociedad».

La jefa de estudios, a la que han amenazado con pintadas y pedido su dimisión» es una persona «optimista» y, aunque en un primer momento se vio «desolada» han sido muchos los mensajes de apoyo de familias y alumnos.

El sindicato CGT ha denunciado también los hechos porque «en plena vorágine del caso Vinicius por agresiones racistas a pie de calle los y las docentes aragoneses están sufriendo en sus centros acoso, insultos y agresiones machistas». Hace tres años, señala, hubo padres de alumnos que «se negaban a que hicieran trabajos sobre la democracia»; el año pasado quemaron una bandera arcoíris. CGT se ha acercado al centro para mostrar su apoyo al profesorado y al equipo directivo. Un hecho que también han realizado desde el departamento de Educación del Gobierno de Aragón.