LA PUJANTE INDUSTRIA DEL TRANSPORTE POR CARRETERA

Schmitz Cargobull se muda para fabricar hasta 60 semirremolques al día en Figueruelas

La compañía ha invertido 16,6 millones en su nueva planta pero ya piensa en ampliar las nuevas instalaciones para levantar una nave de producción de componentes | La empresa alemana triplicará su capacidad con la línea más rápida del grupo, que puede sacar unidades cada 150 minutos

La campa donde los semirremolques se almacenan en la nueva fábrica de Schmitz Cargobull, en Figueruelas.

La campa donde los semirremolques se almacenan en la nueva fábrica de Schmitz Cargobull, en Figueruelas. / ANGEL DE CASTRO

Schmitz Cargobull Ibérica ha completado la mudanza a sus nuevas instalaciones en Figueruelas, lo que les permitirá triplicar la capacidad de producción de semirremolques hasta alcanzar los 60 vehículos diarios en una planta que ya ensambla el 10% de la producción total del grupo alemán. La planta ocupa 20.000 metros cuadrados junto a la autovía A-2 y en ella se trabajará con la línea de montaje más rápida del grupo al ensamblar los portacargas que se enganchan a las cabezas tractoras de los camiones en apenas 150 minutos.

Esa línea «única» de ensamblaje fabricará de forma simultánea lonas correderas, semirremolques frigoríficos y furgones paqueteros, que alcanzará un volumen de producción de unas 5.000 unidades en su primer año en funcionamiento. No acaba ahí la vinculación de los alemanes con Figueruelas, que promete ser mucho mayor. Andreas Schmitz, el CEO de la compañía, ha asegurado este jueves que piensan en levantar una nave contigua para fabricar componentes que abastecería a las plantas de Reino Unido y Alemania.

La nueva fábrica de Schmitz, que sustituye a las instalaciones que se ubicaban en un polígono contiguo, ahora utilizadas para el servicio de posventa y talleres, cuenta con 20.000 metros cuadrados dedicados al almacenaje de componentes, una línea de montaje, un espacio de entrega de vehículos y a las oficinas centrales de la filial. La planta comenzó a operar en agosto de 2022, en ella trabajan 338 personas y desde entonces ya han salido por sus puertas 3.280 vehículos matriculados. Este jueves se ha celebrado una gran inauguración por todo lo alto con más de 600 clientes de esta marca líder en el mercado que ubica su base en el sur de Europa en las afueras de Zaragoza, en la que el sector del transporte pudo conocer junto a la prensa las tripas de esta innovadora fábrica de uno de los gigantes del subsector en Europa. Por cierto: Aragón aglutina el 66% de la producción nacional de estos vehículos. 

La cosa va viento en popa y según ha reconocido el director general de la planta, Jordi Romero, podría superarse el umbral de los 5.000 semirremolques matriculados, muy por encima de los 4.000 que tenían previstos. La explicación debe buscarse en que el mercado de los vehículos de tranporte frigoríficos va al alza tras superar un bache por la baja demanda precovid, la pandemia y la guerra de Ucrania, lo que les ha obligado a ampliar la producción con un turno que ensambla seis semirremolques hasta alcanzar los 26 diarios. El máximo de producción de la línea de ensamblaje con 20 vehículos, que, en el caso de necesitarse por un incremento de la demanda, podría triplicar hasta alcanzar una producción de 60 semirremolques al día. 

Gracias a una inversión de 16,6 millones de euros, Figueruelas tendrá una línea de ensamblaje flexible en la que se trabajará de forma modular, es decir, que se podrán ensamblar distintos vehículos de la gama de Schmitz en la misma línea de montaje y de forma alterna. Será la planta donde más rápido se fabricará el producto de todas las del grupo: los remolques estarán listos para matricularse en apenas 150 minutos tras pasar por seis estaciones de producción y una de revisión final. 

Jordi Romero, Andreas Schmitz y Miguel Iglesias, junto a un semirremolque.

Jordi Romero, Andreas Schmitz y Miguel Iglesias, junto a un semirremolque. / ANGEL DE CASTRO

Además, en la planta se ha apostado por la eficiencia y el autoconsumo solar, lo que le permite reducir ya el 33% de su consumo energético respecto a lo que gastaba en las anteriores instalaciones. La acción está en la línea del plan de sostenibilidad de Schmitz, que incluye reducir en un 90% las emisiones de CO2 de la producción de cada uno de sus vehículos. 

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta el sector de la movilidad es la escasez de componentes, fruto del crac de la logística internacional y los cuellos de botella. Para aliviar el problema y prepararse ante futuras crisis, la dirección de Schmitz Cargobull quiere levantar una nave de producción de componentes, como el aislamiento de semirremolques Ferroplast. Tan solo el 20% de la inmensa parcela de 104.000 metros cuadrados que posee la compañía en Figueruelas está ocupada, por lo que las capacidades de expansión son notables. 

La nueva planta de Schmitz en Figueruelas distribuye vehículos a Italia, Bélgica, el sur de Francia, Alemania, Portugal o África

Andreas Schmitz, el CEO de Schmitz Cargobull, ha asegurado que la nave «se traerá», aunque el proyecto está todavía en negociaciones en cuanto a cifras de inversión, volumen de empleo y funcionalidad. Schmitz destacó que es la compañía es «sinónimo de estabilidad y seguridad, y garantiza en todo el mundo unos estándares de alta calidad constantes, desde la configuración del vehículo hasta su entrega al cliente». Las unidades fabricadas en la nueva planta se distribuyen en España, Francia, Portugal y norte de África, y en menor cantidad en Italia, Bélgica, Alemania, Ucrania y Bulgaria. Los plazos de entrega rondan ahora las cinco semanas para los vehículos de lonas y en 20 semanas para los transportes frigoríficos.

La compañía cumplió el año pasado 20 años en Aragón,algo que celebró el CEO de la compañía. «Son más de 20 años que escriben parte de nuestra historia y que suponen el inicio de muchos otros grandes proyectos como son las nuevas instalaciones de inyección de paneles o la construcción de semirremolques basculantes en Ibérica, proyecto que pusimos en marcha hace apenas un par de meses», añadió Schmitz.

La filial de Schmitz Cargobull en Zaragoza facturó en 2022 160 millones de euros tras producir 3.878 unidades, unas cifras que la compañía espera estirar hasta los 5.000 vehículos durante el próximo ejercicio 2023-2024. La guerra de Ucrania golpeó con fuerza a la compañía, bien porque el mercado ruso es importante para la compañía, bien porque el 33% de la madera que compran provenía de un oligarca ruso sobre el que cayó el embargo dentro de las sanciones impuestas por la UE y EEUU al círculo de Vladimir Putin.