Endometriosis e infertilidad: qué relación tienen y cómo abordar su tratamiento

El equipo médico de la Unidad de la Mujer de Quirónsalud Zaragoza aporta luz sobre esta patología y los problemas que puede conllevar a la hora de concebir un embarazo

La doctora Isabel Giménez, ginecóloga de la Unidad de Reproducción Asistida de Quironsalud Zaragoza, y el doctor Néstor Herráiz, ginecólogo coordinador de la Unidad de Endometriosis de Quirónsalud Zaragoza.

La doctora Isabel Giménez, ginecóloga de la Unidad de Reproducción Asistida de Quironsalud Zaragoza, y el doctor Néstor Herráiz, ginecólogo coordinador de la Unidad de Endometriosis de Quirónsalud Zaragoza. / Quirónsalud

La endometriosis es una enfermedad frecuente en pacientes en edad fértil, su pico de incidencia se sitúa entre los 25 y los 35 años. Consiste en la presencia inapropiada de tejido endometrial fuera del útero, asentándose fundamentalmente en los ovarios, las trompas de Falopio y el tejido que recubre la pelvis. En cada ciclo menstrual se engrosa, se descompone y sangra. Entre sus síntomas, destaca el dolor intenso durante la menstruación, la infertilidad relacionada o el dolor pélvico crónico

En algunos casos, este trastorno puede estar relacionado con la esterilidad. En este sentido, la doctora Isabel Giménez, ginecóloga de la Unidad de Reproducción Asistida de Quironsalud Zaragoza, apunta que “entre la población infértil o en pacientes sometidas a laparoscopia por dolor pélvico afecta al 50% de las mujeres. De hecho, entre un 30% y un 50% de quienes sufren endometriosis tienen problemas de fertilidad”.  

“Esto -continúa la especialista- se debe principalmente a que empeora la calidad ovocitaria y de los embriones, además de provocar un alto potencial de estrés oxidativo. Si se produce en las trompas, puede desencadenar problemas en la fecundación natural y, si se encuentra presente en el útero, es posible que ocasione dificultades en la implantación embrionaria. Asimismo, acarrea una disminución de la reserva ovárica, especialmente en pacientes que se han tenido que someter a una cirugía para reducir sus signos”.  

Por su parte, el doctor Néstor Herráiz, ginecólogo coordinador de la Unidad de Endometriosis de Quirónsalud Zaragoza señala que “si se observan síntomas, con realizar una exploración en una consulta especializada y una posterior ecografía endovaginal, puede ser suficiente para su diagnóstico. A su vez, existen otras pruebas de imagen como la resonancia de pelvis, que ayudan a precisar su extensión”. “Es importante -añade-, acudir al médico ante los signos referidos y no retrasar el tratamiento para no influir en la progresión de la enfermedad y en su relación con la maternidad”.

Relación de la endometriosis y la infertilidad

Las posibilidades de embarazo en una mujer que sufra este trastorno van a estar definidas por su edad y por el grado de afectación. Así pues, cuanto más joven sea la paciente y menos grado de desarrollo tenga la patología, mayores posibilidades tendrá de conseguir la gestación, ya sea de forma espontánea o mediante una técnica reproductiva.   

La doctora Isabel Giménez explica que “hay que diferenciar las terapias de reproducción asistida dependiendo de cada caso”. “Por ejemplo -puntualiza-, si se trata de una paciente sin deseo genésico (enfermedad ginecológica causada por la presencia de tejido endometrial extrauterino) diagnosticada de endometriosis, le recomendaría hacer una preservación de la fertilidad cuanto antes para tener más opciones de un embarazo futuro. Por otro lado, en una mujer con deseo genésico, de una edad inferior a 35 años, afectación leve y ningún otro factor de esterilidad asociado, plantearía de inicio una inseminación artificial. En cambio, para una persona con deseo genésico, mayor de 35 años, con una afectación leve o moderada y que tenga una reserva ovárica comprometida, propondría una fecundación in vitro. Finalmente, si una mujer mayor de 35 años sufre una endometriosis profunda, carece de acceso a ovarios para realizar una punción folicular y tiene una reserva baja, pensaría como opción una donación de ovocitos”. 

Cómo abordar la enfermedad

Los tratamientos se centran en los síntomas y la evolución de la patología. Existen terapias farmacológicas hormonales e inmunomoduladoras para el dolor y, por otro lado, quirúrgicas, destinadas a mejorar la fertilidad o en casos de un desarrollo más profundo. “Es crucial un enfoque multidisciplinar desde un punto de vista tanto físico como psicológico”, indica el doctor Herráiz. En Quirónsalud cuentan con una Unidad de Endometriosis en la que trabajan especialistas de diversas áreas (ginecólogos, radiólogos, medicina interna, cirugía general, urología, psicología y clínica del dolor). “Creamos un circuito personalizado para cada paciente en función de sus necesidades: una terapia médica, una técnica quirúrgica compleja o un tratamiento de preservación de fertilidad. Ese es el mayor valor que aportamos en el centro, además de una tecnología innovadora como, por ejemplo, variantes de resonancia, la ecografía tridimensional de alta resolución o todo tipo de terapias endoscópicas.  

La cirugía tiene un importante papel en relación con la esterilidad y con el dolor y distorsión anatómica en una endometriosis profunda. Para Néstor Herráiz, es preciso “intentar recurrir a los menores episodios quirúrgicos y de la forma más completa, dado el riesgo y el beneficio en cada caso. En los últimos años, han cobrado especial importancia las terapias de resolución de la inflamación, en forma de suplementación antioxidante, antiinflamatoria, dietaria y basadas en la evidencia científica. Igualmente, la atención psicológica en la afección del dolor y en el impacto en la fertilidad es esencial”.

Para conocer más información sobre la salud de la mujer, consulta las conversaciones en profundidad con especialistas de Quirónsalud Zaragoza dentro del proyecto ‘Entre Nosotras’, una iniciativa de la Unidad de la Mujer del centro hospitalario en la que se abordan de forma cercana y en confianza los aspectos más desconocidos de la endometriosis, la fertilidad, el cáncer de mama y ovario, la menopausia, el puerperio, el suelo pélvico y la maternidad y la alimentación saludable.