El adelanto de las elecciones generales dejó en una especie de stand by el diálogo para la formación de los gobiernos autonómicos. Y así sigue. El Partido Popular en Aragón necesita los votos de algún socio para lograr al menos la mayoría parlamentaria que le permita la investidura de Jorge Azcón pero, de momento, no hay avance alguno. Además del inicio de la ronda de contactos que, por fin, llegó ayer, con el presidente en funciones y líder socialista, Javier Lambán, la agenda del aspirante a ocupar el Pignatelli en la próxima legislastura está despejada de citas la próxima semana.

En teoría, el siguiente partido al que llamará será Vox, por ser el tercero con más peso en las urnas. Pero el candidato del PP, Jorge Azcón, dejó ayer la puerta abierta a otras opciones. "Hay que cuadrar las agendas", dijo, sin muchas más explicaciones. Mientras, desde la extrema derecha tampoco meten prisa en la comunidad, pero reconocen que no tienen noticia alguna de la formación conservadora. Sin diálogo, difícil formar Gobierno.

La estrategia del PP parece clara: alargar las negociaciones y, sobre todo, los pactos, hasta que pasen las elecciones generales. En Aragón, por activa y por pasiva ha dicho Jorge Azcón que quiere "gobernar en solitario", pero necesitará apoyos o abstenciones en su investidura para poder llegar siquiera a conformar un Ejecutivo.

El candidato de Vox por Teruel y cabeza de cartel, Alejandro Nolasco, insistió ayer en que quiere buscar un acuerdo con el PP para gobernar la comunidad. "Seguimos esperando su llamada para conformar una mayoría alternativa a Lambán", recordó Nolasco en declaraciones a este periódico. Sin embargo, la extrema derecha no presiona públicamente ni exige reuniones todavía. Son conscientes de que los plazos para formar Gobierno son más que amplios en la comunidad y tampoco tienen prisa, aparentemente.

Ayer mismo, el líder de la ultraderecha Santiago Abascal no mencionó Aragón como uno de los territorios en los que presionarán porque son clave, pese a serlo. Quizá porque también asumen que la investidura de Azcón puede llegar por una vía paralela, con la colaboración entonces imprescindible del PAR y Teruel Existe.

Abascal recordó que lo que está claro es que en la Comunidad Valenciana, Extremadura y las Islas Baleares, "no habrá gobiernos del PP sin el visto bueno de Vox". Y los ultra consideran que el peor mensaje posible para sus electores sería demostrar que "sus votos no valen nada".

En otra parte de la ecuación está el PAR de Alberto Izquierdo, que ayer explicó a este diario que "espera al PP hasta este mediodía" para hablar de una hipotética coalición electoral entre el PP y el PAR para las generales. El partido aprobó ya concurrir a los comicios en solitario, pero en los últimos días Izquierdo abrió la puerta a la coalición por la derecha.

Sin embargo, nadie en el PP corrobora esta hipotética unión. Las fuentes populares consultadas por este diario descartan ese posible acuerdo. Sería una unión que podría allanar el pacto de cara al Ejecutivo aragonés, pero varias fuentes populares descartan que se pueda producir la coalición.