La necesidad de conciliar la vida laboral con la atención a los hijos es un verdadero problema. Desde el punto de vista psicopedagógico es muy importante que haya un periodo vacacional que sirva para desarrollar habilidades que durante el curso escolar es más complejo, tal como las interacciones con los iguales, actividades al aire libre, contacto con la naturaleza, práctica deportiva o simplemente jugar.

En ese sentido, es muy recomendable que tanto niños como adolescentes realicen colonias o campamentos de verano. Por un lado, solucionan parte del problema de algunas familias que no pueden conciliar con su horario de trabajo, pero lo más importante es que permiten a nuestros hijos e hijas interaccionar con otras personas de su edad, realizar actividades lúdico deportivas, desarrollar competencias emocionales, estar en contacto con la naturaleza y lo más importante, no hacer tanto consumo de pantallas. Hay que tener en cuenta que España es de los países del mundo donde más consumo de dispositivos tecnológicos tales como videojuegos, móvil, internet, etc. Dada la importancia de estas actividades las administraciones educativas deberían garantizar que todo el alumnado puede acceder a las mismas independientemente de la capacidad económica de las familias.

Hay que tener en cuenta que España, según estudios de la OCDE, es uno de los países en donde más tiempo pasan los alumnos haciendo deberes escolares. Por tanto parece que no es recomendable recargar este tiempo vacacional con más de lo mismo. En algunos casos, se abusa excesivamente de los cuadernillos de verano y de múltiples tareas similares a las que se realizan durante el curso. Si a esto añadimos que en muchas ocasiones son tareas repetitivas, poco innovadoras, que no favorecen la creatividad, la curiosidad y el afán de aprender; los deberes, en este caso, no son educativos. Además, limitan el tiempo que el niño necesita para interactuar físicamente con otros niños. Es tan o más importante que los niños jueguen y desarrollen su imaginación junto a sus iguales y con sus padres. En las ciudades cada vez los niños salen menos de casa y el poco tiempo del que disponen lo emplean jugando con los distintos dispositivos digitales. No es de extrañar que cada vez los alumnos son más inmaduros emocionalmente hablando (aunque por otra parte están hiperestimulados).¿

¿Vuelta a los libros de texto?

Por otro lado, la postura contraria de permitir que los alumnos ya no tengan ninguna responsabilidad educativa al terminar las clases es también incorrecta. Está demostrado que el hábito de la lectura y escritura se adquiere en los primeros años de vida y la actitud de los padres es fundamental para el éxito escolar. Es necesario fijar los conocimientos adquiridos en el centro educativo repasando y memorizando. Y también es imprescindible realizar actividades de investigación, de creatividad, etc. que no se pueden realizar en el periodo escolar, tal como observaciones del medio ambiente, actividades lúdico-deportivas etc.

Desde la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía recomendamos que se establezca un planning en coordinación con nuestros hijos e hijas acordando la hora de acostarse y levantarse, el tiempo de ocio y el tiempo de realización de tareas educativas, que no tienen por qué ser desagradables. Es de sobras conocido que todo órgano que no se ejercita se atrofia. Por tanto, nuestro cerebro precisa realizar sistemáticamente tareas intelectuales. Sobre todo es preciso fomentar la lectura y escritura abordadas de una forma lúdica y creativa. Máxime teniendo en cuenta el último estudio de la agencia PIRLS en donde se resalta que todos los países de la OCDE, incluido España, han bajado en comprensión lectora. No es de extrañar que países como Suecia están volviendo a los libros de texto en detrimento de la digitalización.

Por otro lado, habría que aprovechar el verano para realizar actividades en familia, en particular dedicar todos los días un tiempo a conversar y realizar juntos una comida principal. Estos hábitos no dependen del nivel socioeconómico o cultural y sin embargo resultan efectivos en el rendimiento escolar. Es importante que los padres tengan las aspiraciones académicas de sus hijos entre sus principales valores y que supervisen las tareas escolares de los mismos.

Sintetizando, en la etapa infantil y primaria el alumnado debe tener tiempo para jugar con otros niños, descansar y relacionarse con la familia. Por tanto, habría que limitar muchísimo el tiempo dedicado a los deberes y actividades extraescolares.

En Educación Secundaria y Bachillerato, obviamente, la exigencia escolar es mucho mayor. Pero igualmente hay que racionalizar las actividades extraescolares, deberes y estudio que deben realizar. Es imprescindible mayor coordinación entre el profesorado y que la familia colabore con el centro educativo para racionalizar el poco tiempo del que disponen para el ocio.

Aunque parezca paradójico las nuevas tecnologías están contribuyendo a aumentar el nivel de ansiedad y la sensación de disponer de poco tiempo para jugar, practicar deporte y otras actividades lúdicas.

Por suerte Aragón posee un patrimonio natural y cultural encomiable. Recomendamos este periodo veraniego para disfrutar de todos estos recursos. Se ama lo que se conoce .