La fábrica de lavadoras que el grupo BSH Electrodomésticos tiene en el polígono La Cartuja de Zaragoza seguirá parada, al menos, unas seis semanas más. La planta, en la que trabajan 400 personas, ha quedado arrasado por la gran tormenta registrada el pasado jueves, que generó una riada en un barranco próximo que anegó las instalaciones con hasta un metro de agua. La compañía se ha marcado el objetivo de reanudar la actividad el próximo 21 de agosto, según informaron fuentes sindicales. Hasta entonces se aplicarán medidas de flexibilidad laboral para la plantilla.
En concreto, la dirección de la multinacional alemana ha propuesto al comité una modificación de las condiciones de trabajo establecidas en el convenio colectivo para ampliar en unas dos semanas el periodo de vacaciones de los trabajadores. La medida planteada como alternavtia a la ejecución de un expediente de suspensión temporal de empleo (erte) es vista con buenos ojos por la parte social, ya que no afectaría a los salarios. Ambas partes se reunirán este martes para analizar la situación y llegar a un acuerdo sobre cómo actuar.
"La fábrica está fatal, es una imagen dantesca. Lo que ha pasado ha sido como una película de tsunamis", explicaron fuentes del comité de empresa. Los propios trabajadores están participando en la limpieza de las instalaciones, donde se sigue achicando el agua y retirando el abundante lodo que dejó la inundación, unas labores que se desarrollan también con la ayuda de una empresa externa.
Una vez finalicen las tareas de limpieza, el siguiente paso será la retirada de los equipos, la maquinaria y los productos que han quedado dañados por el agua. Aunque la empresa todavía no ha cuantificado el valor de las pérdidas, estas serán muy elevadas dado el alto grado de digitalización que tienen las cadenas de montaje de la fábrica, que cuentan con numerosos sistemas electrónicos e informáticos.
Lavadoras a la chatarra
Un gran número de lavadoras ya fabricadas acabarán en la chatarra. Algunas de ellas acabaron flotando al anegarse las instalaciones con hasta un metro de agua, como pudo verse en las imágenes captadas el día de la tormenta. No obstante, BSH suele tener poco producto terminado en las dos fábricas de Zaragoza (La Cartuja y Montañana), ya que lo concentra en su centro logístico del polígono Plaza a través de un constante flujo de camiones que trasladan las mercancías.
La declaración de Zaragoza como zona catastrófica que el ayuntamiento va a solicitar al Gobierno sería de gran ayuda para esta y otras empresas afectadas por el temporal. Este sistema permitiría cubrir parte de las pérdidas con ayudas del Estado, al margen de las compensaciones que se reciban por las coberturas de los seguros.
Cabe recordar que los bomberos tuvieron que evacuar a los 100 trabajadores que se encontraban dentro de la fábrica en el día de la tormenta, sin que se produjera ningún herido. En este sentido, desde BSH agradecieron la "rápida intervención" y la "profesionalidad" de este cuerpo de protección "que hicieron un trabajo impecable".