El Periódico de Aragón

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Consecuencias del alza del coste de la cesta de la compra

400.000 kilos menos de alimentos llegan a las familias más vulnerables

El Banco de Alimentos de Zaragoza ha visto cómo bajan los donativos y las entregas

En 2022, la ratio era de casi 162 kilos por persona y año y este es de algo más de 122

Las estanterías están vacías. Con las donaciones monetarias, los alimentos, salen conforme entran. | ANDREEA VORNICU

El Banco de Alimentos depende en gran parte de la solidaridad de los zaragozanos y de las empresas de la ciudad para facilitar el día a día de las familias más vulnerables. Llenar la cesta de la compra es tarea complicada y que esta incluya además frutas y verduras frescas y proteínas todavía más tras el alza de precios mantenido en el tiempo debido a la climatología, la guerra de Ucrania, etc.

Muchas familias logran una dieta equilibrada gracias al Banco de Alimentos pero desde la entidad zaragozana se muestran preocupados porque «la ratio» de entrega está bajando, lo que significa que «damos menos alimentos» pero el precio es más alto. Las cifras así lo ponen de manifiesto. Hasta el 30 de junio, la oenegé ha entregado 1.447.128 kilos a las 132 entidades con las que trabajan (luego son estas las que las transfieren a los particulares, que ascienden a casi 23.000 beneficiarios). Esto supone 400.000 kilos menos que el año anterior y además, casi todos los productos son comprados, ya que la donación en especie casi ha desaparecido, de ahí que las estanterías de la nave de la entidad estén vacías. Tal y como entra el producto, sale. «Compramos con una mano y con la otra damos», asegura el presidente, José Ignacio Alfaro.

A la persona también llega menos. A mediados del año pasado la media era de casi 162 kilos por persona y año, hasta la fecha es de 122,5 kilos, según la estadística del mes de junio. «Damos menos kilos pero en euros mucho más» porque aportan proteínas y segundos platos. Han cambiado las legumbres y la pasta por «latas de sardinas, pollo, huevos, albóndigas, etc... que cuestan más y son una dieta más rica en proteínas»

Menos aportaciones europeas

Las entradas han disminuido también debido a la reducción de las aportaciones europeas. Por ejemplo, el Fondo de Ayuda para los Más Desfavorecidos, el FEAD, aportó en 2022 311.000 litros de leche. Y este, cero. Pero no son los únicos descensos externos. «Nosotros vamos a los mayoristas de MercaZaragoza y también bajan las donaciones» casi un 50% por la sequía y los precios. «Nos dan frutas y verduras pero menos porque los precios son altos y también ha disminuido la producción», explica Alfaro.

Eso en cuanto a las frutas y hortalizas, pero también las recibidas por el Fondo Europeo de Garantía Agraria (FEGA), que han bajado un 21,5% (con zumos incluidos) . Y en cuanto a las aportaciones al propio Banco de Alimentos de Zaragoza, las entradas también han disminuido un 27%, lo que ha provocado que el descenso en salidas sea de un 23% menos.

Todas estas cifras no hacen otra cosa que poner de manifiesto que las familias vulnerables tienen menos acceso a una dieta saludable y que el Banco de Alimentos de Zaragoza era una de las opciones para comer bien.

Desde la entidad están comprando leche en Lugo que es «donde encontramos los mejores precios y donde nos la quieren servir, porque no somos clientes habituales», señala Alfaro. Hasta la fecha, tres tráileres, o sea, 75.000 litros, una cantidad todavía lejana a esos más de trescientos mil litros recibidos desde la Unión Europea. «Estamos a punto de comprar otro más, el cuarto», asegura. También sucede lo mismo con el aceite (de girasol), que han adquirido un tráiler y «vamos a por el segundo», señala. Leche y aceite son los productos estrella, los más demandados, los que centran las «peticiones de auxilio» y en los que invierten gran parte de lo recaudado.

Durante la campaña de junio, recaudaron 120.000 euros con los que esperan llegar a octubre

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Pero también acuden al supermercado a por segundos platos, pollo, huevos... «todas las semanas lo tenemos que hacer», explica Alfaro.

Ese dinero para comprar viene de donaciones particulares, recibidas en las campañas de captación de fondos. La última, la de junio, recaudaron 120.000 euros en las tiendas (era la primera vez que se hacía en estas fechas), y están creciendo también los Bizum con más o menos cantidad, con lo que desde la entidad aseguran que «llegaremos hasta octubre». La siguiente gran campaña será en noviembre y viendo la tendencia de las últimas, más que en especie, será monetaria.

Además, hay que tener en cuenta que en verano «bajan las solicitudes», en unas ocasiones porque en agosto no encuentran modo de recoger los productos y en otras porque los beneficiarios van a los pueblos o a sus países.

También reciben grandes donaciones, en este caso de empresas. Se va a recibir leche donada por Amancio Ortega y la Fundación Grupo Logístico Carreras ha entregado 12.000 litros de aceite; y 27.000 euros de la Fundación Alcampo, con la que se ha comprado una furgoneta de frío. Pequeños o grandes detalles que hacen que los más necesitados puedan llenar su nevera.

Nuevo sistema de tarjetas monedero

A partir del año 2024 se producirá un cambio en el sistema de ayudas de la Unión Europea para la entrega de alimentación a los más vulnerables. Desaparecerá la ayuda en especie y se sustituirá por un sistema de tarjetas monedero para que los beneficiarios adquieran directamente los productos que cada núcleo familiar necesita en supermercados, etc. ¿En qué lugar quedan los Bancos de Alimentos? En el de Zaragoza, no tienen demasiada información. «No nos han dicho nada, lo único que sabemos es que estará transferido a las comunidades... Sabemos que se darán tarjetas pero no sabemos si las repartiremos nosotros, el ayuntamiento o el Gobierno de Aragón», reconoce José Ignacio Alfaro, responsable de la ONG en la capital aragonesa.

El Banco de Alimentos y Cruz Roja son las entidades que gestionan el Fondo de Ayuda Europea para los Más Desfavorecidos (FEAD), y en el caso de la primera, señala Alfaro que es «una pequeña parte» ya que ellos distribuyen cuatro millones de kilos de alimentos mientras que el FEAD no llega a un millón. Esto se debe a que supone el 18,2% de los productos, mientras que más del 65% «se debe a nuestro trabajo», por eso «nos afectará, pero no mucho. Habrá otros a los que sí porque las aportaciones del FEAD suponen el 80%».

El objetivo de las tarjetas monedero es evitar la estigmatización que provoca las colas del hambre y dar más libertad a las familias vulnerables pero habrá que tener en cuenta que las compras serán en supermercados cercanos mientras que ahora, con las aportaciones, los Bancos compran fuera de los circuitos habituales y por lo tanto a menor precio.

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