Riad Roumani, el argelino de 23 años que acuchilló el pasado 20 de julio a un joven marroquí en El Gancho, todavía no había arrojado luz sobre las causas que derivaron en este incidente y ayer se pronunció por primera vez al respecto alegando en su favor que iba «drogado» en el momento en el que esgrimió un cuchillo para acabar con la vida de Oussama.
Ayer había sido citado por el magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Zaragoza, en funciones de guardia, en el marco del proceso conocido como indagatoria para tratar de esclarecer los hechos, ya que Riad se acogió a su derecho a no declarar cuando fue detenido y, asistido por Carmen Sánchez Herrero y Luis Ángel Marcén, solicitó que le practicaran la prueba del caballo.
La víctima, defendida por Francisco Javier Antoranz, insistió en el relato que ya había ofrecido con anterioridad ante los agentes: Riad le reprochó estar esperando a su novia en la calle mientras ella se cambiaba.
Roumani, con más de una veintena de antecedentes policiales, no quiso dar su versión de los hechos en la primera comparecencia y solo contestó a las preguntas de sus abogados, Carmen Sánchez Herrero y Luis Ángel Marcén, a quienes les dijo que es un drogadicto y que estaba bajo los efectos de sustancias estupefacientes cuando cometió el crimen.
Su cara en los medios de comunicación, en las redes sociales y en cada coche patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana no solo de Zaragoza, sino de toda España ayudaron a su captura. Era prioritaria pues se consideró un individuo «muy peligroso» y escurridizo y la Policía Local de esta localidad tarraconense acabó localizándolo.