Así han evolucionado las fiestas de San Lorenzo en Huesca: un siglo en imágenes

Aunque algunas tradiciones se remontan a hace más de 500 años, fue a mediados del siglo XX cuando las fiestas laurentinas adquirieron el carácter popular que tienen en la actualidad

Peñistas y mairalesas en el Salón del Justicia del Ayuntamiento de Huesca el 9 de agosto de 1957.

Peñistas y mairalesas en el Salón del Justicia del Ayuntamiento de Huesca el 9 de agosto de 1957. / DIVINA CAMPO RAMIRO / FOTOTECA DPH

El Periódico de Aragón

Zaragoza

El origen de las fiestas de San Lorenzo en Huesca se remonta a hace más de 500 años, aunque ha sido en este último siglo cuando los festejos han ido tomando la forma que hoy conocemos, con actos tradicionales y propuestas de ocio innovadoras que los convierten en una de las citas festivas más esperadas del calendario en Aragón, donde desde 2005 están declarados como Fiesta de Interés Turístico Nacional.

En torno al 10 de agosto, la capital del Alto Aragón se tiñe de verde y blanco para honrar a su patrón, San Lorenzo. El olor a albahaca impregna las calles del centro de la ciudad que se visten de gala para servir de escenario a los actos más destacados de estas fiestas.

El baile de los danzantes es sin duda el principal símbolo de la celebración. La mañana del 10 de agosto, miles de oscenses y visitantes se dan cita a las puertas de la catedral para asistir a la representación de los dances de ‘paloteao’ de la ciudad, uno de los momentos más esperados y emotivos, que eriza la piel a la mayoría de los oscenses.

Danzantes en la Plaza de la Catedral.

Danzantes en la Plaza de la Catedral en la década de los 70. / FELICIANO LLANAS VÁZQUEZ / FOTOTECA DPH

Esta tradición hunde sus raíces en el siglo XVIII, cuando los labradores y hortelanos de la ciudad se reunían para realizar esta muestra de fervor al patrón en forma de baile popular. Con el paso del tiempo, los danzantes se han convertido en toda una institución, con sus tres bailes característicos, de cintas, espadas y degollau, una tradición que pasa de padres a hijos.

Otra cita significativa de las fiestas de San Lorenzo es la procesión del patrón por las calles de la localidad, que tiene lugar a mediodía del 10 de agosto por las calles del casco histórico de la ciudad ante la atenta mirada del público, que aguarda con emoción el paso del busto de plata del patrón, del siglo XVI, acompañado por los danzantes.

Procesión del patrón en las fiestas de San Lorenzo de Huesca el 10 de agosto de 1926.

Procesión del patrón en las fiestas de San Lorenzo de Huesca el 10 de agosto de 1926. / ILDEFONSO SAN AGUSTÍN / FOTOTECA DPH

Las propuestas tradicionales se completan con el rosario de la aurora y la ofrenda de flores y frutos al patrón, que se lleva a cabo el 15 de agosto, donde se pueden observar numerosos ejemplos de la rica y variada indumentaria tradicional de la provincial de Huesca. 

Una fiesta cada vez más popular

Las fiestas de San Lorenzo, al igual que la ciudad de Huesca, han crecido y evolucionado a lo largo de este último siglo dejando estampas e imágenes para el recuerdo, muchas de las cuales se recogen en la fototeca de la Diputación Provincial de Huesca. EL PERIÓDICO DE ARAGÓN ha rescatado algunas de las más icónicas con motivo de esta celebración en 2023.

A la entrada de los Pirineos, Huesca y sus fiestas han sido siempre un punto de encuentro y reunión para las gentes del Alto Aragón. Los almuerzos de las cuadrillas antes del chupinazo anunciador el 9 de agosto, los paseos por los emblemáticos Porches de Galicia o los bailes en la plaza López Allué, son todo un clásico de los festejos y forman parte del imaginario colectivo de la ciudad.

Fue a mediados del siglo XX cuando las fiestas adquirieron el carácter popular que tienen en la actualidad. Se adoptó el verde y blanco como uniforme para los festejos y aparecieron las primeras peñas laurentinas, que dan jolgorio y animación a las fiestas, así como las figuras de las mairalesas, representantes de la celebración en los barrios de la ciudad.

Su famosa feria taurina, cuyos primeros antecedentes datan del siglo XVI, es también una parte importante de la programación festiva, convirtiendo a la ciudad de Huesca en reclamo para los aficionados a este tipo de actos, con la presencia de grandes figuras del toreo nacional e internacional.

Hoy en día, las fiestas de Huesca son una amalgama de tradición y modernidad, de citas religiosas y diversión para todas las edades, actuaciones musicales, teatro y animación a pie de calle con las que la ciudad de Huesca estalla de júbilo durante una semana para hacer disfrutar a vecinos y visitantes.

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