El trabajador que resultó herido la semana pasada durante las obras de renovación de tuberías en la confluencia entre la avenida Goya y el paseo Sagasta de Zaragoza murió ayer en el hospital Miguel Servet, donde permanecía ingresado desde el pasado viernes, como consecuencia de las graves heridas que sufrió. El fallecido, de nombre Luis, trabajaba en el interior de una zanja de 2,5 metros de profundidad cuando se desprendió parte de la tierra de una de las paredes, que terminó dejándole semienterrado y golpeándole contra la tubería. Su muerte eleva en lo que va de año a 21 las personas que han perdido la vida en Aragón en accidente laboral, diez de ellas durante estos dos últimos meses de verano.
La víctima, de 57 años, era un operario de la empresa MLN, a la que el ayuntamiento le había encargado estos trabajos entre Goya y Sagasta para la renovación de tuberías. Se trabaja en dos puntos diferentes de actuación, uno en la avenida y otro en el paseo, y el trabajador se encontraba en el primero cuando se desencadenó el accidente. Un siniestro en el que, según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, pudo estar motivado por las vibraciones del túnel por el que discurren los trenes de alta velocidad y que recorren todo este eje entre la estación de Miraflores y la intermodal de Delicias.
Al menos eso es lo que hizo constar el inspector de Trabajo en una primera evaluación de lo ocurrido, el mismo viernes en el que se produjo el accidente, y que obra en poder de todas las partes implicadas en el siniestro. No es una conclusión definitiva ni el único condicionante que se señala, pero detalla que en un momento dado de los trabajos, una de las máquinas que trabajaba en la zanja llegó a tocar la bóveda de hormigón que protege el corredor ferroviario subterráneo y, sin quedar totalmente al descubierto, esta sí que pudo haber aumentado las vibraciones que habitualmente ya se perciben en el exterior, incluso con la calle sin zanjas abiertas. Estos temblores pudieron desencadenar el desprendimiento de tierra que acabó afectando al operario ahora fallecido.
De hecho, las consecuencias para él de este inesperado accidente han acabado siendo letales, pero en un primer momento se confiaba en su recuperación porque a la hora de trasladarle al hospital se encontraba consciente. Aunque al llegar al hospital se conoció el alcance de las heridas y eran de gravedad, con daños de consideración «en la cabeza y en el tórax», según las fuentes consultadas por este diario. La tragedia se confirmó ayer, después de estar casi cinco días hospitalizado y, para las fuentes oficiales, siempre con pronóstico reservado.
Ayer, cuando se conoció su fallecimiento, el ayuntamiento trasladó sus condolencias a sus familiares y amigos, y aseguró estar en contacto con MLN para recabar toda la información sobre las causas y las circunstancias que rodearon al accidente. Los sindicatos UGT y CCOO –este último realizaba una protesta, por la última muerte ocurrida el pasado lunes, cuando se conoció la noticia– también mostraron su pesar pero le recordaron al consistorio que antes de la ejecución de estas obras se deben «realizar estudios geotécnicos para conocer el tipo de estructura de contención» y «las características de composición del terreno». Será la Inspección de Trabajo la que arroje luz sobre lo ocurrido en una investigación que sigue abierta. De hecho, estos próximos días estaban citados varios de los testigos y responsables de la obra para esclarecer los hechos del pasado viernes.
Mientras, el director de la Inspección de Trabajo en Aragón, Román García, consideró, en declaraciones a este diario, que «algo está pasando en Aragón» y «algo se está haciendo mal», ya son 21 fallecidos en lo que va de año (11 en los dos últimos meses). A su juicio, la situación obliga a realizar «una reflexión profunda» y «volver a repensar qué se puede hacer» para evitar que haya muertos en el trabajo, algo que consideró una «tragedia». García apostó por llevar a cabo acciones «potentes» y «decididas» y adoptar «las medidas que sean necesarias». Aragón cuenta desde 2022 con una nueva Estrategia de Seguridad y Salud laboral para los próximos cinco años en el marco del diálogo social.
La siniestralidad laboral será, por tanto, uno de los asuntos que tendrá que abordar el nuevo Ejecutivo de Jorge Azcón, dada la gravedad de los hechos, una vez que se haya completado la estructura de la consejería de Economía, Empleo e Industria. Precisamente, quien ocupe la dirección general de Trabajo será Jesús Divasson, que repetirá en el cargo. Los accidentes laborales registrados en los últimos meses «han de estar en el centro», recalcó Román García.