Un conato de incendio en el tren regional de la línea Barcelona-Madrid ocurrido el pasado domingo, entre las localidades sorianas de Arcos de Jalón y Urex de Medinacelli y que pasa por un gran número de municipios aragoneses, afectó a un centenar de pasajeros y condicionó también el viaje que ayer emprendieron unos 40 usuarios en el itinerario Madrid-Zaragoza-Barcelona. 

Un corredor que, en su línea de trenes convencionales, acumula diferentes quejas de muchos usuarios por la antiguedad de los trenes, el tiempo empleado en completar los recorridos, la ausencia de máquinas de vending y, de cuando en cuando como esta vez, las averías y sus consecuencias que acaban afectando una línea con paradas en muchas poblaciones aragonesas. 

Intervención de los bomberos para apagar el conato de incendio en un tren regional de la línea Barcelona-Madrid

Intervención de los bomberos para apagar el conato de incendio en un tren regional de la línea Barcelona-Madrid

La primera incidencia, ocurrida el pasado domingo, con la mayoría de los usuarios de regreso a sus lugares de estudio y trabajo, obligó a detener la marcha del tren regional cuando completaba la parte final de la ruta entre Barcelona y la capital de España. Una nube de humo alarmó a la expedición y obligó a desalojar a los pasajeros, que, según trasladaron fuentes de Renfe, abandonaron los vagones de forma ordenada y sin sufrir ningún tipo de daño. 

La rápida actuación de los bomberos, que redujeron en seguida la bola de humo, fue presenciada junto a la vía por el centenar de viajeros afectados que, pertrechados de sus equipajes, no dudaron en grabar cons sus teléfonos móviles la operativa de extinción antes de ser trasladados en autobús a sus destinos finales previstos. 

Menos de 24 horas después, otro tren regional con salida en Madrid y con destino a Barcelona se detuvo nuevamente en el mismo punto de la provincia de Soria. Los viajeros descendieron igualmente del convoy y se subieron al alternativo servicio de autobús para acercarlos a los diferentes destinos seleccionados, entre ellos, Zaragoza, adonde fueron trasladados diez de ellos. 

La mayor parte de los usuarios tenían previsto completar el recorrido Calatayud-Barcelona y no se vieron afectados por cuanto fueron reubicados en el Ave y, según informó la operadora ferroviaria, llegaron a la Ciudad Condal aproximadamente en el horario inicialmente previsto. Además, a dos pasajeros, que prefirieron esperar al siguiente regional en Zaragoza, Renfe les proporcinó el servicio de comida en la estación Delicias.  

El doble episodio consecutivo de alteraciones bien pudo achacarse entre los ususarios al estado de la línea o la antigüedad de los trenes utilizados, algunos de ellos con una trayectoria cercana a los 40 años, pero en esta ocasión se debió a la operativa prevista para remolcar el convoy averiado. Simplemente, el tren del lunes se detuvo en el punto donde quedó averidado el convoy del domingo para remolcar a este último. 

Fuentes del operador ferroviario lamentaron las molestias ocasionadas y recordaron su política de compromiso de puntualidad, que en el caso de los trenes regionales y regionales exprés conlleva una devolución del 25% del importe del billete en el caso de que la demora sea superior a 30 minutos, de la mitad del importe si el retraso supera los 45 minutos y el reembolso completo si la incidencia supone llegar una hora por encima de la hora anunciada. 

En cuanto a la falta de funcionamiento de las máquinas de vending desde Renfe recordaron que esta situación afecta a todos los trenes de la compañía desde la irrupción de la pandemia del coronavirus y está en vías de solucionarse con el consiguiente y laborioso proceso de contratación del servicio. 

Y por lo que respecta a la antigüedad de la flota de trenes que cubren las conexiones regionales en todo el país, con especial atención a los vehículos de la serie 470, que, sin ser el único modelo utilizado, sí acostumbran a verse en líneas como la Madrid-Barcelona, Madrid-Lérida, Zaragoza-Logroño y Zaragoza-Pamplona, desde Renfe hicieron hincapié en la notable inversión que está impulsando para renovar su flota. Son 4.509 millones de euros que irán destinados a la fabricación de 436 trenes, la remodelación de otros 57 y la fabricación de 50 locomotoras. 

Entre esas inversiones, desde el operador ferroviario se destacó que habrá trenes de alta velocidad, cercanías, media distancia y ancho métrico, así como locomotoras de alta velocidad. Si se suma el mantenimiento de estos trenes, la inversión global asciende a 5.235 millones, apuntaron esas mismas fuentes. Un montante que vendrá acompañado, según especificaron, de la creación de 52.000 puestos de trabajo en los próximos años.