Los secretos del búnker: ¿qué es un centro de datos?

El entorno de Zaragoza se está convirtiendo en uno de los destinos predilectos para la instalación de centros de datos o data centers, un concepto cada vez más presente en el lenguaje cotidiano pero que, sin embargo, sigue siendo una misteriosa caja negra para la mayoría de la población. La actividad de estas instalaciones parece rodeada por un halo de confidencialidad que, si bien es necesaria por motivos de seguridad, no ayuda a comprender esta industria. ¿Qué son y para qué sirven los gigantescos almacenes de información que están irrumpiendo en estas esteparias tierras?

Los centros de datos encuentran su guarida en el entorno de Zaragoza

El crecimiento de los data centers se debe a la digitalización de las actividades humanas cotidianas, según SpainDC, la patronal del sector en España, que ha editado una guía para tratar de arrojar luz sobre esta actividad. Este auge viene motivado por el creciente número de aplicaciones –hasta 258.000 millones de descargas en 2022 en todo el mundo– o la eclosión de la big data, la tecnología que permite a las apps procesar cantidades masivas de datos, algo necesario en inteligencia artificial, entre otras cosas. Otros motivos son el creciente número de aparatos conectados o el actual alojamiento y tratamiento centralizados de datos, que antes se repartían en equipos locales dispersos. El internet de las cosas, la industria 4.0 o las nuevas herramientas de inteligencia artificial empujan también este fenómeno.

Los centros de datos encuentran su guarida en el entorno de Zaragoza

Estas plantas, también conocidas con el acrónimo CPD (centro de proceso de datos), son instalaciones físicas centralizadas donde se alojan ordenadores, redes, almacenamiento y otros equipos de tecnologías de la información (IT) que permiten el funcionamiento de una empresa.

En estos lugares se llevan a cabo tres actividades. Por un lado, se procesan y agregan datos a través de ordenadores y equipos de tecnologías de la información (IT) como, por ejemplo, la actualización de un nuevo ingreso en una cuenta bancaria. Una segunda función es la de guardar los datos en dispositivos de almacenamiento (memorias y discos duros para que puedas consultar tus movimientos). El tercer cometido es que los datos viajan del dispositivo al data center y viceversa, utilizando las redes y los equipos de comunicación (la fibra y el 5G).

¿Qué información almacenan? Albergan datos informáticos de todo tipo. Imágenes, vídeos, valores numéricos (por ejemplo, la bolsa o la previsión meteorológica), las páginas web, movimientos bancarios o un chat en una red social como WhatsApp. Todos estos datos se codifican mediante código binario (combinaciones de ceros y unos) que denominamos bits y que constituyen el lenguaje en el que se entienden los ordenadores.

Los datos se generan en los dispositivos, ya sean en ordenadores, móviles o tablets, también en cualquier otro aparato que esté conectado a la red, como un sensor de temperatura, una pulsera de actividad, una cámara de vídeo o cualquier dispositivo domótico también conectado (cafeteras, luces, puertas, neveras...).

El reto energético

¿Para qué sirven? Son múltiples los servicios que se sirven desde uno o varios data centers para facilitar las tareas cotidianas de los usuarios más domésticos. Por ejemplo, para enviar o revisar correos electrónicos, consultar el estado del tráfico o la previsión del tiempo o pedir un taxi a través de una aplicación.

La seguridad y la fiabilidad son esenciales para los centros de datos, que deben cumplir unas exigentes condiciones técnicas, como la disponibilidad de energía de calidad y sin interrupciones o la garantía de una temperatura controlada que permita una refrigeración eficaz e ininterrumpida de los equipos.

Entre los retos del sector, destaca la necesidad de controlar y optimizar el consumo de energía, que es muy intensivo en este tipo de instalaciones.