La inteligencia artificial (IA) está cada vez más presente en nuestra vida cotidiana, desde los motores de búsqueda hasta los asistentes virtuales y los chatbots en línea. Uno de los últimos avances que se han producido en este campo es la aparición de ChatGPT, un modelo de lenguaje que puede comprender y generar texto humano de manera sorprendente.

La evolución de la inteligencia artificial, y especialmente de ChatGPT, está transformando el mundo de la comunicación y la interacción humana, con consecuencias todavía imprevisibles en muchos ámbitos de la sociedad. En el ámbito profesional, la irrupción de esta tecnología es ya un hecho, y lejos de representar una amenaza, la mayoría de sectores profesionales ven en ella una oportunidad para optimizar procesos y mejorar su productividad, siempre como complemento no como sustituto a la mente humana.

En el caso del Colegio de Geógrafos de Aragón, su presidente Rafael Martínez indica que el uso de herramientas como ChatGPT es "positivo a la hora de realizar determinadas preguntas formativas de carácter previo, pero validando la calidad de las respuestas". Sin embargo, asegura que "no es capaz de generar información gráfica o mapas, dado que no tiene la capacidad de recolectar información en tiempo real".

Para el decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón, Carlos Turégano, "la mayor amenaza que podemos observar en nuestra disciplina es el uso poco cualificado e irresponsable de la IA", de ahí la necesidad de crear marcos éticos y legales que guíen su uso responsable en la arquitectura y en el resto de las profesiones. Al mismo tiempo, considera que son "magníficos instrumentos que, correctamente utilizados por los profesionales, optimizarán y apoyarán nuestro trabajo". 

La misma opinión comparte Enrique Zaro, decano del Colegio Oficial de Peritos e Ingenieros Técnicos Industriales, para quien la IA representa una oportunidad para las profesionales en diversos campos. "La IA puede ayudar a la toma de decisiones, al proporcionar análisis de datos rápidos y precisos", aclara, para destacar que este instrumento "no puede reemplazar completamente a las habilidades humanas, como la creatividad, la empatía y el juicio ético".

Trato humano

Un componente importante en muchas profesiones es el trato directo y humano con los clientes. La presidenta del Colegio de Gestores Administrativos de Aragón y La Rioja, María Teresa Gómez Latorre, no cree que la inteligencia artificial "pueda ni deba sustituir la atención personalizada al ciudadano, la atención humana". Sin embargo, considera que puede ser "una ayuda para mejorar determinados trámites, en especial a lo que se refiere a eficiencia y productividad".

Por su parte, la decana del Colegio de Químicos de Aragón, Ana Isabel Elduque, afirma que la IA representa "una oportunidad para facilitar el trabajo, aprendizaje y la correlación de experiencias pasadas con los problemas actuales", aunque también indica que "no podemos dejar que esta tarea sea realizada solo en base a datos acumulados. La amenaza procederá del mal uso que hagamos de la tecnología".

En el Colegio de Economistas de Aragón, su decano Javier Nieto reconoce el potencial de la inteligencia artificial para transformar el mundo de la industria y los negocios. Sin embargo, señala la rapidez con la que se producen estos cambios, sin que dé tiempo a establecer unos límites éticos. Por ello, advierte que "toda tecnología vinculada a la IA deberá ser bien recibida, siempre y cuando esté regulada y asistida por la ciberseguridad y los derechos humanos".

El empleo de la IA también supone una oportunidad en el entorno de la salud y las profesiones sanitarias. Así lo asegura Jesús Ibor, presidente del Colegio Profesional de Ortopédicos de Aragón, quien subraya que "estos modelos pueden aprender y retener referencias, hecho que supone un gran potencial para la elaboración de prótesis personalizadas".

Innovación y formación

Para Javier Mateo, decano del Colegio de Ingenieros de Telecomunicaciones de Aragón, "es fundamental comprender cómo utilizar adecuadamente esta tecnología y conocer sus limitaciones". Al mismo tiempo, "debemos enfocar nuestro trabajo en la capacidad de innovar y ofrecer soluciones únicas, algo que solo puede hacer un ser humano".

Esta misma visión la comparte el presidente del Colegio Profesional de Psicología de Aragón, Santiago Boira, para quien la IA "en ningún caso va a poder sustituir el encuentro, la vinculación o el afecto generados a través del contacto personal que, sin duda, marca el desempeño profesional" en el ámbito de la psicología, y es que "algo tan complejo como las emociones y la mente humano no se pueden mecanizar".

Alfredo Sánchez-Rubio, vicedecano del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza, recuerda que "cambios como el actual ya se vivieron anteriormente" y "si nos planteamos resistir frente a un avance inevitable, es probable que la realidad nos acabe pasando por encima". Por eso, apuesta por "poner en marcha nuestra capacidad de adaptación" y "formarnos para emplear estas herramientas en las tareas mecánicas y repetitivas que nos roban tiempo".

Necesidad de regulación

Ignacio Pérez-Soba, decano del Colegio de Ingenieros de Montes de Aragón cree que, como toda herramienta potente y nueva, la IA "debe ser analizada en todos sus aspectos y regulada legalmente desde sus inicios, para que sirva correctamente al ser humano". En cuanto a los riesgos que acarrea, como la eliminación de puestos de trabajo, considera que "cuanto más necesarias sean la empatía, la comunicación humana y la creatividad en un determinado trabajo, menos probable será que la IA sustituya al ser humano".

En esa misma línea se expresa Rafael López Guarga, decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, quien afirma que la aplicación de la IA "debe hacerse de manera ética y responsable pues al igual que la energía nuclear puede utilizarse para beneficiar a la humanidad, pero también para esclavizarla y destruirla". Además, destaca que "exige un proceso de formación para adquirir habilidades relevantes, sacar el máximo partido y mitigar las amenazas".

Por último, Salvador M. Galve, decano del Colegio de Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja, recuerda que "hace más de 80 años los científicos crearon la bomba atómica y casi se les va de las manos a la humanidad", y se pregunta si habremos aprendido, en referencia a la carta firmada por 350 ejecutivos e ingenieros expertos en IA, líderes de OpenAI o Google Anthropic, en la que alertaban del "riesgo de extinción" que puede suponer esta tecnología para la humanidad.