Correos Aragón: Tu envío está en elaboración mientras la ciudad duerme

La plataforma de Zaragoza es el centro neurálgico de Correos en Aragón

Su actividad no cesa durante las 24 horas, pero es por la noche cuando se intensifica

Arturo Pola

Arturo Pola

zaragoza

Pocas veces, por no decir ninguna, se para uno a pensar en todo lo que hay detrás cuando abre el buzón de casa y recoge una carta o cuando recibe un paquete en la misma puerta del domicilio. Pues lo que hay son horas de trabajo, organización y, sobre todo, coordinación. Una labor que, en Zaragoza, se centraliza en el Centro de Tratamiento Autorizado (CTA) que está ubicado en la Ciudad del Transporte de la capital aragonesa, en San Juan de Mozarrifar. 

Con una superficie de prácticamente 10.000 metros cuadrados (7.500 útiles), se puede decir que el edificio de Correos nunca descansa, salvo contadas excepciones. 24 horas al día de actividad que tienen como fin último gestionar la parte logística para que la empresa pueda ofrecer un servicio integral de calidad. La instalación de Correos dispone de 18 muelles de carga y descarga para camiones y furgonetas que a través de rutas provinciales, zonales y nacionales mantienen unida esta provincia con todos los puntos de España a nivel postal.

El complejo zaragozano se divide en dos naves, una primera que, en un principio, estaba solo destinada a la mensajería pero que con la transformación que está viviendo la empresa también acoge ahora maquinaria para paquetes. En la segunda nave, se recogen y distribuyen los productos que la gente ha adquirido en internet, bien en Amazon, Aliexpress o en cualquier otra tienda online. Para que las cartas y los paquetes puedan ser entregados por el día por los carteros o en las propias oficinas, cuando más actividad hay en el CTA es cuando comienza a caer el sol y, principalmente, por la noche. Es entonces cuando el bullicio es mayor, cuando, paradójicamente, los remitentes y los destinatarios duermen.

La automatización es lo que más sorprende cuando uno entra en el Centro de Tratamiento Autorizado de la Ciudad del Transporte. La maquinaria hace sencillo lo que manualmente parece muy laborioso y, además, ese trabajo llevaría muchísimo más tiempo del que cuesta actualmente. Hasta 40.000 cartas a la hora (una velocidad difícilmente perceptible para el ojo humano) puede leer y clasificar un artefacto que simplifica sobremanera el posterior trabajo de los carteros. Por estas instalaciones pueden llegar a pasar alrededor de un millón de misivas cada día.

El centro logístico se ubica en la Ciudad del Transporte de Zaragoza, en San Juan de Mozarrifar

Desde Correos no cesa la inversión con el objetivo de modernizar los centros logísticos para aumentar su polivalencia y su capacidad de gestión. Uno de los últimos ejemplos, que también es muestra de su transformación, fue la adquisición de una nueva máquina de clasificación de paquetería de pequeño tamaño. Con una inversión de 1.100.000, la máquina cuenta con un sistema de lectura de códigos de barras capaz de descifrar los datos de la dirección del paquete por diferentes caras. Cada hora puede llegar a clasificar hasta 8.000 envíos. Y, a donde no llega la tecnología, llega el hombre. Con una plantilla de alrededor de 120 trabajadores, por muy automatizado que esté el CTA, la labor humana sigue siendo fundamental y, por el momento, insustituible. Esta combinación de factores y recursos hacen del centro de San Juan de Mozarrifar un punto neurálgico para la compañía y el eje que une los envíos de todo Aragón, la provincia de Soria y de algunas zonas de Navarra. 

El proyecto parado

En su objetivo de expansión y diversificación, Correos cerró, en el año 2020, la compra de un terreno de 43.000 metros cuadrados en la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza), pagando por la parcela un total de 3,7 millones de euros. La idea de la compañía pasa por levantar en ella un nuevo centro logístico en las inmediaciones de la capital aragonesa y unificar así la operativa del actual aprovechando su enclave privilegiado y su cercanía con el aeropuerto.

Sin embargo, la crisis del coronavirus paralizó el proyecto y, a pesar de que la pandemia haya quedado atrás, Correos no ha movido ficha y la construcción del centro logístico está ahora mismo en el aire, aunque aseguran que se están valorando opciones para determinar su futuro.

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