La directora general de Volkswagen España, Laura Ros, aseguró este martes en Zaragoza que España está «a las puertas» del «despegue» definitivo del coche eléctrico, algo que espera que ocurra el próximo año para así ponerse al nivel de países vecinos como Francia o Portugal en cuanto a ventas. «Poco a poco está cogiendo tracción pero desgraciadamente vamos por detrás», señaló. Todo dependerá, dijo, del despliegue de infraestructura de recarga y las ayudas públicas, pero se mostró «optimista» y auguró que van a continuar los crecimientos a un ritmo de doble dígito en el mercado nacional hasta superar la cuota del 10% de las ventas en 2024.

Así lo explicó durante su participación en el Foro ADEA, que se celebró en el hotel Hiberus, una ciudad donde deseó que la compañía que dirige en España vuelva a celebrar eventos importantes como el que tuvo lugar en 2021, cuando presentó en el recinto de la Expo un nuevo modelo del Golf.

Para evitar la pérdida de empleo que el salto al vehículos eléctrico puede provocar en la industria española, Ros abogó por «buscar inversiones adicionales», como la fábrica de baterías que Volkswagen va a construir en Sagunto (Valencia), que generará 3.000 puestos de trabajo. 

Las gigafactorías en España

«Esto nos permite proteger el empleo y abordar la transformación del tejido productivo de España, necesaria para asegurar su continuidad en este escenario de movilidad eléctrica», afirmó Ros, que consideró que en España hay sitio para más gigafactorías por ser el segundo productor de automóviles de Europa y el noveno del mundo. Aunque no quiso pronunciarse sobre el proyecto que Stellantis promueve en Aragón en este ámbito, aseveró que esta tierra tiene que «seguir jugando un papel importante» en este sector industrial.

En cuanto a la infraestructura de carga de los eléctricos, lamentó que su despliegue en España ha sido «más lento» que en Europa, pero confió en que se acelere el proceso en los próximos meses. Sobre las ayudas públicas, opinó que hasta ahora no se ha aprovechando «todas el potencial que podían tener como aceleradores de la demanda», entre otros motivos, por la tardanza en el cobro de los incentivos. A pesar de ello, recordó que desde este verano existe un «incentivo adicional» con la rebaja fiscal del IRPF y se felicitó por la ampliación hasta julio de 2024 del Plan Moves.

También defendió la necesidad de que Europa siga teniendo en su hoja de ruta la prioridad de «proteger» la industria del automóvil por la toda la riqueza y empleo que genera y por ser uno de los pocos sectores «donde tiene una hegemonía mundial».

La descarbonización del grupo

En este contexto, Ros ha resaltado la apuesta de Volkswagen por la movilidad sostenible basada en la transición al vehículo eléctrico, un salto hacia las cero emisiones consideró "necesario" y "urgente". "Es un desafío enorme, supone la mayor transformación del sector de las últimas décadas", ha asegurado.

El grupo automovilístico, que es el mayor de Europa, se ha marcado una hoja de ruta para ser en 2050 una compañía neutra en emisiones de CO2. Para alcanzar esa meta, ha comprometido inversiones milmillonarias. En los próximos cinco años (2023-2027), prevé un desembolso de 180.000 millones, d de los que 22.000 millones serán para digitalización y electrificación.

En España, Ros ha subrayado el "proyecto ambicioso" que impulsa VW para avanzar en la transformación hacia la movilidad eléctrica, con inversiones por valor de 10.000 millones que se destinarán a la electrificación de sus plantas de Martorell (Barcelona) y Landaben (Navarra), así como a la construcción de una fábrica de baterías en Sagunto, un proyecto que generará a 3.000 empleos.

En este contexto, ha recordado que el grupo ha anunciado recientemente la fabricación de su primer modelo 100% eléctrico en España, un compacto --denominado ID. 2all- con un precio de salida de 25.000 euros y una autonomía de 450 kilómetros, un vehículo tan espacioso como un Golf y tan asequible como un Polo.