NAVIDAD 2023

El precio de la uva se dispara a cinco días de Nochevieja

La mala cosecha de este año reduce el número de kilos a la venta en las tiendas

Los fruteros señalan que su precio se ha triplicado, hasta alcanzar 6 euros el kilo

Un puesto del Mercado Central, con la uva a 4,99 euros el kilo.

Un puesto del Mercado Central, con la uva a 4,99 euros el kilo. / Andreea Vornicu

Judit Macarro

Judit Macarro

Zaragoza

Faltan solo cinco días para Nochevieja, el precio de las uvas se ha disparado llegando incluso a triplicar su coste original. La tradición de tomarlas para despedir el año empezó en 1909, cuando tras una gran cosecha se creó el mito de las uvas de la suerte como forma de aprovechar todo el excedente.

En este 2023, las cosas son diferentes tanto en calidad como en el precio. «Casi no queda y lo poco que hay está carísimo», señala Javier Gómez, propietario de Frutas Javi y Silvia, en los puestos 55 y 56 en el Mercado Central de Zaragoza.

Aseguran que los días clave de compra de la uva «aún no han comenzado», pero desde los locales ya apuntan a una venta «complicada» por la falta de producto. «Hasta el jueves o el viernes no habrá todavía mucho movimiento, pero no sé como irá porque no hay casi uva», insiste Gómez.

«Hace un año, las uvas Italia las vendíamos a 2 euros el kilo, ahora rozan los 3,50 euros», expone. Las más caras, «están entre los 5 y los 6 euros el kilo», añade.

En la calle Fueros de Aragón de la capital, Mazahar está al frente de una pequeña frutería. Al igual que los demás, él también ha notado la caída de la recepción de uva. «El año pasado vendimos mucho más, unas ocho cajas. Este, con lo poco que nos ha llegado, serán apenas dos», explica. El precio por kilo también está entre los 3,5 y los 4 euros. «¡Hay poca uva», insiste.

 «Habrá subido unos 50 céntimos el kilo, tanto en la variedad de aledo, que es la uva tradicional de Nochevieja, como en la que es sin pepitas», asegura Rubén Jurado, dueño de la frutería Los Cordobeses, situada en la calle del Coso.

 Desde las tiendas atribuyen la inflación a una temporada mala de cosechas, «bien por las heladas, por la sequía o, incluso, porque así lo hayan decidido los mayoristas», expone Jurado. «Además, la poca uva que hay buena la están guardando para sacarla estos días en el mercado», añade Gómez.

A mayor calidad, mayor precio, según el vendedor, por lo que «la más rica no bajará de 5 euros el kilo», asegura. Todos estos factores hacen que este año la venta sea «complicada» a pesar de ser una época de mucha demanda. «Nochevieja siempre es un buen momento, pero esta vez se ha complicado. Aún así creo que lo venderemos todo, aunque sea de menor calidad», dice Mazahar.

«La gente quiere comerse las uvas igual. Es una tradición y la llevan haciendo toda su vida», incide Jurado. Una costumbre que tiene muchas maneras de ponerse en práctica. Los hay que siguen la tradición al pie de la letra y se comen las 12 uvas en forma de 12 deseos, con cada campanada, una por cada mes del año venidero. Los hay que prefieren quitarle la piel o las pepitas. Y otro, directamente, las compran sin ellas.

Suerte, amor y dinero

El dónde tomarlas también es importantes. Algunos las preparan en plato, vaso o, incluso, copa de cava para brindar con dicha el comienzo de un nuevo año. Otros, menos fruteros, dejan de lado las uvas y se decantan por un final de año un poco más dulce: tomando chocolatinas.

Hay otros más modernos que optan por comerlas debajo de la mesa, un acto que dice que atrae al amor de tu vida o, en caso de tenerlo, se mantiene. Esta es una tradición de origen mexicano que poco a poco ha ido expandiéndose por Aragón. «Hace tres años lo hicimos mi hermana y yo por las risas y, sorprendentemente, nos funcionó. Ahora para mantener a los novios seguimos haciéndolo así», cuenta Lucía Ballarín, una joven aragonesa que decidió dejarse guiar por otras costumbres para comenzar el año.

Llamar a la suerte los últimos minutos del año tiene muchas formas y algunas son de las más curiosas. Al pasar el reloj de la medianoche, los más supersticiosos cogen una maleta y salen a la calle a pasear. «Se supone que es una forma de asegurarte un nuevo año lleno de dinero», explica Javier, zaragozano de toda la vida.

Sea con liga roja, oro, lentejas, encima o debajo de la mesa, a la hora dar comienzo a un nuevo periodo anual para los aragoneses es imprescindible que no falle una cosa: las 12 uvas. 

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