PP y Vox dan el primer paso para la derogación de la ley de memoria democrática de Aragón

La bronca en el regreso de la actividad a las Cortes de Aragón estaba asegurada y la previsión no ha fallado. Derechas e izquierdas elevan el tono en el debate de derogación de la ley de memoria democratíca de la comunidad, primer paso tomado por PP y Vox para cumplir uno de sus acuerdos más polémicos de Gobierno. La derecha se atrinchera en la “igualdad” de las víctimas y en el respeto a la Constitución, mientras que la oposición adiverte de “la mimetización” de los populares con la ultraderecha y defiende la memoria con la ley nacional.

La diputada del Partido Popular, Ana Marín, fue la encargada de presentar la derogación, defendiendo la Constitucion de 1978, que fue capaz de “servir a los españoles que vivieron el pasado, en una España convulsa, y para los del futuro, para que fuera mejor y vivir en libertad”. Marín ha afirmado que el PP denunciaba este jueves “una ley de memoria que discrima a unas víctimas frente a otras, razon para ser derogada”. 

“Si realmente la ley fuera igual para todas las victimas, habría sido mas correcto haber hecho un articulo único que considerase como victimas a todas las personas que fueron asesinadas o sufrieron daños sobre la guerra civil o la dictadura franquista”, ha defendido Marín, que también ha insistido en que el Ejecutivo creará “un plan para preservar la concordia, que aunará el pasado y futuro”. Un proyecto que “recuerda a todas las víctimas del terrorismo y aquellos que en tiempo democrático dieron su vida por la libertad”, ha insistido la popular, que ha asegurado que el plan “favorecerá el acceso a los restos de todas las personas y la exhumación de las víctimas”. La oposición en bloque afeó que ese plan de concordia todavía no ha sido presentado, más allá de la ponencia de la consejera Tomasa Hernández en noviembre del año pasado. 

PP y Vox derogarán sin debate en febrero la ley de memoria aragonesa

A todo trapo ha salido el portavoz de Vox, Santiago Morón, bautizando la jornada como “un gran día” que acaba con “una ley liberticida más propia de un estado totalitario”. “Una ley que como otras leyes de memoria abre viejas heridas y quiere acabar con el régimen de convivencia abierto en 1978”, ha sostenido Morón, que ha mantenido que para su formación “España estaba reconciliada a principios de siglo XXI y fue Zapatero el que trajo la división entre españoles”. 

El portavoz de la ultraderecha ha criticado que la izquierda “ha renunciado a la Transición y a la Constitución”, así como ha mantenido que “la gran noticia” de la derogación significa que “el conocimiento y la historia vuelven a ser de los historiadores y no estarán censurados por una comisión”. “Ya no se adoctrinará a los pequeños en guerra civilismo, se hablará de lo que nos une y se hablará de la Constitución”, ha completado.  

Oposición frontal desde la izquierda

El PSOE ha criticado que el Ejecutivo de Azcón haya “utilizado principios democrático para acabar con otros principios democráticos”. Así ha iniciado su intervención el portavoz socialista Daniel Alastuey, que ha señalado que “si el problema es un artículo, por qué no han optado por la modificación de la ley”. Alastuey ha lamentado que esta derogación “coloca a Aragón en el club de esas comunidades que no tienen criterios de memoria democrática”. 

“Amparados en la ley nacional”, los socialistas han anunciado que seguirán “tomando iniciativas y recordando la memoria”. Alastuey ha advertido al PP que con acciones como la de este jueves “están aceptando el sello de la ultraderecha y se jactan de derogar esta ley”. “Su exposición de motivos es cínica y es mentirosa porque dice que no se aplica para todas las víctimas”, ha completado el socialista, que ha mantenido que “las sociedades necesitan conocer su pasado para tener su futuro”. 

Para Chunta Aragonesista, la derogación de la ley de memoria supone que el Gobierno “toma partido y defiende a los ganadores de la guerra civil”, aspirando a imponer “un relato, porque son los herederos del franquismo”. José Luis Soro, portavoz de CHA, ha criticado de nuevo que se eligiese el 20 de noviembre, “el día más facha del año”, para anunciar este proyecto. 

“Lo suyo es sectarismo sobre sectarismo”, ha mantenido, en referencia a la intención de PP y Vox de intentar tramitar la ley con lectura única. “¿Les da miedo que les puedan decir las verdades a la cara?”, ha preguntado Soro, que ha pedido reflexión a la derecha para que sea posible “que los historiadores vengan a contar la verdad”. 

Pilar Buj, de Teruel Existe, ha lamentado que la exposición de argumentos “no se ajusta a la ley que quieren derogar” y ha criticado que Vox “quiere vivir en la excepcionalidad española respecto a la convivencia y superación de los conflictos del pasado”. “El único relato sobre la guerra civil lo escribió el franquismo, la propaganda franquista continuó siendo excepción en el mundo con un relato que han recuperado ustedes desde el revisionismo en el que está instalado”, ha terminado Buj sobre la ultraderecha.

Por último, en el grupo mixto, mezcla de opiniones. Álvaro Sanz, de Izquierda Unida, y Andoni Corrales, de Podemos, se han declarado abiertamente en contra de la derogación. Por su parte, Sanz ha señalado que “no se busca revancha, solo justicia” y ha comentado que “los historiadores quieren arrojar datos y acabar por el relato impuesto por los vencedores”. “Todas la víctimas van a seguir exigiendo que todo esto se afronte como se debe afrontar y hay que situar a todas las personas en la historia”, ha afirmado Sanz. 

Corrales ha definido como “infame” la derogación del texto y ha anunciado que el Ejecutivo autonómico “se va a tener que comer la ley estatal”. “Franco no ha muerto y los hechos lo demuestran”, ha seguido el portavoz de Podemos, que ha criticado que “Azcón ha cedido ante la barbarie de la ultraderecha por un sillón que le impulse hacia el Gobierno de España”. 

Alberto Izquierdo, del PAR, ha definido el día como “un momento innecesario, porque no hay que vivir estos enfrentamientos sin sentido”. El aragonesista ha recordado que su partido votó en contra “porque las leyes no son excluyentes y todo el mundo debe estar representado en las leyes”, antes de pedir “una norma en la que todo el mundo se sienta unido, buscando más tiempo para hablar y menos para discutir”.