Acelerón en Airtex para recolocar a los despedidos antes de final de mes

El 29 de febrero es una fecha marcada en rojo para los trabajadores de Airtex porque es el día en el que finalizará la producción de bombas de agua para automóviles en la fábrica, que va a deslocalizar la producción a Rumanía por decisión de la multinacional First Brands Group. Para entonces, los 91 empleados afectados por el expediente de regulación de empleo (ere) pactado por la dirección y el comité deberán buscarse una nueva salida laboral en la que se trabaja a contrarreloj.

Según ha podido saber este diario, varias empresas del sector del metal, y en concreto de la automoción, están detrás de esa mano de obra cualificada que quedará libre tras el adiós de una empresa con una reputada productividad. Una de ellas es Saltoki, que planeaba contratar en los próximos meses a 30 personas y ha abierto un buzón de correo electrónico específico para recibir los curriculums de los trabajadores de Airtex que salgan de la plantilla el 29 de febrero. De hecho, este grupo industrial llevó a cabo una potente inversión de 175 millones de euros en el polígono Empresarium de Zaragoza para abrir un macrocentro logístico en una parcela de 163.696 metros cuadrados donde prevé crear 500 puestos de trabajo y cuyo inicio de actividad está previsto para el primer semestre de este año.

Se trata de un proceso abierto tras conversaciones mantenidas con el Gobierno de Aragón, que a través de su vicepresidenta económica, Mar Vaquero, se comprometió a recolocar a todos los afectados como «una prioridad máxima». En esas andan también en el Clúster de Automoción y Movilidad de Aragón (CAAR), que también han enviado un comunicado a los 120 miembros de la asociación para crear una bolsa de empleo para los despedidos que se activará la semana que viene. «Vamos a intentar recolocar a todos los afectados. Por el momento, seis empresas ya se han dirigido a nosotros porque están interesados en los trabajadores, por lo que también abrimos un correo electrónico con protección de datos para que los empleados de Airtex nos enviaran sus curriculums y ya nos han llegado 30», explica David Romeral, gerente del clúster.

Además, en el acuerdo del ere se garantiza un plan de recolocación para los despedidos a cargo de Randstad que se mantendrá operativo hasta que el 70% de los afectados encuentre un nuevo empleo.

Fuentes sindicales indican que, tras el anuncio de la deslocalización y el posterior pacto para el despido colectivo, varios trabajadores en plantilla comenzaron a buscarse la vida en otras empresas, lo que se tradujo en salidas anticipadas que se han ido produciendo durante las últimas semanas. Son los menos, «solo unas cinco o seis personas», explican las citadas fuentes.

La multinacional que posee la empresa aragonesa Airtex –fundada en los años 30 del siglo pasado como Talleres Larraz– decidió que la compañía no tenía futuro en Zaragoza y ordenó el traslado de la producción a una población al norte de Bucarest. Lo hizo pese a que la filial aragonesa era líder en su subsector, arrojaba sus mayores beneficios desde el año 2014 y había recibido subvenciones públicas por valor de casi un millón de euros para invertir en la transformación de la factoría.

Tras una larga negociación, la dirección de la compañía en Europa pactó con el comité de empresa (formado por CCOO y OSTA) un cuantioso despido colectivo que afectará a 91 trabajadores de su fábrica en Plaza. Las indemnizaciones pactadas se elevaron hasta los 53 días por año trabajado hasta un máximo de 25 mensualidades primero ofreció 30 días y 22 meses), además de una paga lineal de 7.000 euros y otra de 500 para paliar los efectos de la huelga.

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