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Encuesta de Calidad de vida

Mujeres, precarios e inmigrantes, los que más ayuda demandan a las oenegés de Aragón

La renta media por persona en Aragón fue de 14.810, una cifra similar al año anterior

El pago de la vivienda es uno de los principales problemas, según Cáritas

En diez años se ha multiplicado por dos la atención a personas en extrema vulnerabilidad en Cruz Roja

Un grupo de personas sin hogar reside habitualmente bajo el puente del río Huerva en la capital aragonesa. | JAIME GALINDO

Un grupo de personas sin hogar reside habitualmente bajo el puente del río Huerva en la capital aragonesa. | JAIME GALINDO / EVA GARCÍA

Eva García

Eva García

ZARAGOZA

La Encuesta de Condiciones de vida y la tasa de riesgo de pobreza viene a señalar la «brecha que existe entre las personas que se van quedando en exclusión social», que además se ha ido incrementando desde la pandemia. Así lo asegura África Navarro, secretaria general de Cáritas Zaragoza, que en estos momentos se encuentra cerrando la memoria del año pasado. Una percepción que también confirma Fernando Pérez Valle, coordinador autonómico de Cruz Roja, que en 2023 tenía previsto atender a 2.000 familias en el proyecto de atención urgente a necesidades básicas; sin embargo, llegaron a 5.084, así que «hemos multiplicado por tres la previsión» y si hablamos de personas, han podido llegar a alrededor de 15.000, teniendo en cuenta una media de tres miembros por familia.

La renta media por persona en Aragón, según el informe del Instituto Nacional de Estadística, es de 14.810 euros (casi 800 euros más que la media nacional, sin embargo, en el caso de Aragón también 800 euros más que el año pasado, mientras que en el caso nacional se ha incrementado en algo más de mil euros, aproximadamente. La renta por unidad de consumo asciende a 21.430 euros, mientras que por hogar, supera los 35.000, casi dos mil euros más que el año anterior y 4.000 y 6.000 si se toman los valores de referencia de hace una década. En el caso personal, el incremento ha sido de una media de dos mil euros. Sin embargo, el coste de la vida ha subido más.

La vivienda es uno de los principales quebraderos de cabeza de las familias, según Cáritas, ya que el pago mensual se ha incrementado exponencialmente en los últimos años. De hecho, es la demanda de ayuda para pagar la hipoteca o el alquiler lo que solicitan a las entidades sociales como Cáritas. «La petición de ayudas para vivienda ha superado el importe de la alimentación», señala Navarro, que asegura que en el concepto de hogar se incluye también la luz o el gas; pero también el «alquiler de habitaciones», que en los últimos meses ha crecido enormemente. De hecho, asegura que ha aumentado un 5% el número de personas que solicitan ayuda para poder pagar esa habitación. «Son personas que tienen un techo pero no es un hogar y eso nos indica la gran precariedad», ya que supone que con su sueldo «no les llega para pagar el alquiler y solo pueden acceder a una habitación».

Esa es la tendencia que se ve desde Cáritas, asegura Navarro, que también reconoce que ha repuntado casi un 1% las personas que tienen un empleo, pero solicitan sus servicios porque no llega para «pagar sus necesidades» principales.

Esta es otra de las principales demandas porque en muchos casos son personas «cuyas condiciones de vida o habilidades les impiden acceder a un trabajo», señala; ya que hay muchos que «se han quedado atrás en cuestión de habilidades digitales.

En cuanto a los perfiles, la mayoría son personas solas; un 64% son mujeres que son «cabeza del hogar» y muchas de ellas con hijos o mayores a su cargo.

En el caso de Cruz Roja, en los últimos años han notado un incremento «muy fuerte» en la atención en situación de extrema vulnerabilidad como las que describe la tasa Arope. De hecho, en 2013 atendieron a algo más de 10.000 personas mayores y casi 7.500 en extrema vulnerabilidad y en la última memoria publicada son más de 11.100 y más de 11.500 respectivamente, lo que significa que en mayores «seguimos estables, pero en colectivos vulnerables se ha multiplicado por dos la atención

Ahí hay que añadir, aseguran tanto Navarro como Pérez, la situación de los inmigrantes, muchos de ellos en situación irregular, por lo que no pueden acceder ni a un trabajo ni a ayudas. «Están fuera del sistema», señalan ambas oenegés. A ellos, precisa el coordinador autonómico de Cruz Roja, se suman desempleados y en precariedad laboral, mujeres en dificultad social y solicitantes de asilo y de refugio. Además de ayuda material y económica también han sumado en sus programas de extrema vulnerabilidad apoyo «psicosocial y emocional, de empoderamiento, talleres de empleo, etc», de atención a personas sin hogar, prevención de la exclusión residencial , entre otros aspectos.

El Gobierno lanza el teléfono 020 para usuarios del IMV

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha anunciado este lunes la puesta en marcha del teléfono 020, un nuevo servicio público para reforzar la información y resolver consultas de los solicitantes del Ingreso Mínimo Vital (IMV), que empezará a funcionar en verano y supondrá un aumento de la plantilla del 40%. Con esta nueva herramienta se da comienzo a «una nueva etapa» porque se pretende llegar a todos quienes lo necesiten y no tengan acceso a la prestación. «Es una declaración de intenciones. Las causas que son prioritarias para el Gobierno cuentan con un teléfono corto: violencia machista, ciberseguridad ciudadana, salud mental, atención al suicidio... En este caso, queremos acercarnos a las personas con derecho a la prestación de una manera más ágil y sencilla», subrayó la ministra.

A finales del año pasado, un total de 51.813 personas perciben el ingreso mínimo vital (IMV) en Aragón, un 3,83 % de la población y el 2,63 % del total de beneficiarios de esta prestación en España. Aragón dispone además de una Prestación Complementaria, que aporta alrededor de 200 euros a la economía familiar.

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