La opción de los hogares colaborativos

Estos son los primeros proyectos de 'cohousing' en Aragón

La comunidad aragonesa empieza a contar con distintos proyectos de vivienda colaborativa en su territorio

Las cuatro cooperativas más desarrolladas son Las Crisálidas y Somos Cuidados Comunes (sénior), A Cobijo (intergeneracional) y L'Arna (rural)

Socios de la cooperativa Somos Cuidados Comunes, en el solar donde levantarán su 'cohousing' en el barrio Oliver.

Socios de la cooperativa Somos Cuidados Comunes, en el solar donde levantarán su 'cohousing' en el barrio Oliver. / Servicio Especial

Alberto Arilla

Alberto Arilla

Zaragoza

El problema de la vivienda en Aragón está llevando a varios de sus ciudadanos a buscar alternativas originales al sector inmobiliario. Opciones como el 'cohousing', un modelo que ya está implementado en otras ciudades españolas como Madrid o Barcelona y que surgió en Dinamarca durante la segunda mitad del siglo XX. Así, la comunidad cuenta en estos momentos con cuatro cooperativas en una fase de desarrollo que, si bien ninguna a empezado a vivir en su futuro hogar, está bastante avanzada. Estas son.

Las Crisálidas y Somos Cuidados Comunes (Zaragoza): el 'cohousing' sénior

"Las residencias geriátricas deben existir y son necesarias, pero no nos gustan". Así explica Alfredo Pérez, socio de Las Crisálidas, el porqué de su decisión de constituir una cooperativa, que lleva como tal desde 2019, para encontrar una alternativa habitacional y vital. A sus 73 años, Pérez subraya que no quieren ser "una carga" para sus hijos, pero que quieren hacerlo "sin necesidad de ir a una residencia". En el caso de Las Crisálidas, ya son más de 60 las personas interesadas en el proyecto, que en estos momentos está en búsqueda de un terreno que se adapte a lo que necesitan.

Más avanzado está el 'cohousing' de Somos Cuidados Comunes, que en la actualidad cuenta con 15 unidades familiares. El objetivo, dice Fernando Pablo, uno de sus socios, es alcanzar las 20 para poder comenzar a edificar en el solar que adquirieron en el barrio Oliver. Un terreno que era de la Sareb y que, si todo va bien, en los próximos años habitará una comunidad cuya media son los 60 años. "Surgimos como un pequeño grupo que buscaba otras fórmulas de afrontar la vejez", cuenta Pablo. Así dieron con el 'cohousing', al enterarse de experiencias en Europa y América, y se lanzaron a crear esta cooperativa, constituida en 2020. Con todo, Pablo reclama el "apoyo" de las administraciones públicas para seguir desarrollando este modelo.

A Cobijo (Zaragoza): el 'cohousing' intergeneracional

"Nuestro caso tiene más que ver con el acceso a la vivienda que con los cuidados". Son las palabras con las que Anabel Recio, socia de A Cobijo, describe el modelo de 'cohousing' que esta cooperativa quiere implementar en el Arrabal, en un solar ubicado en la calle Villacampa que compraron el pasado año. En el caso de este proyecto, las 18 viviendas que compondrán la vida comunitaria en esta parte de la capital aragonesa no tienen ningún tipo de límite de edad. Por ejemplo, Recio, que también es socia de La Replazeta y de la Red de Economía Alternativa y Solidaria de Zaragoza (REAS), tiene 49 años y dos hijas.

Así, explica que el objetivo de A Cobijo es crear una experiencia en la que, respetando la intimidad del hogar, se puedan inculcar una serie de valores comunes para el desarrollo de sus vidas. Incluso, el proyecto contempla el 'coworking', con espacios habilitados para "trabajar desde casa, pero fuera de casa". El horizonte que se marca la cooperativa es obtener el permiso de obras el próximo año y, si todo va según lo previsto, poder habitar el edificio durante el segundo semestre de 2026. Además, Recio indica que ya tienen "lista de espera" de interesados, y que otro de los fines de la cooperativa es "generar una base social que pueda crear nuevos espacios en otras zonas de la ciudad". 

L'Arna (Escanilla, Huesca): el 'cohousing' rural

El 'cohousing' en Escanilla, en el término municipal de Abizanda, quizá es el más especial de los que hay en Aragón. A diferencia de los modelos de la capital, en los que las cooperativas compran el terreno sobre el que edificar, aquí el consistorio ha cedido los terrenos, de 8.000 metros cuadrados, durante 85 años ampliables a 100 a la cooperativa L’Arna, con el objetivo de revitalizar el pueblo.

Varias socias de L'Arna, en Escanilla, en los solares cedidos por el ayuntamiento para su 'cohousing'.

Varias socias de L'Arna, en Escanilla, en los solares cedidos por el ayuntamiento para su 'cohousing'. / Servicio Especial

"El ayuntamiento compró un terreno rúistico para asentar la población", explica una de sus socias, Ana Morales, que recalca que las 17 unidades de convivencia que componen L’Arna "doblan la población" de Escanilla. "Somos gente que llevamos, en su mayoría, más de diez años en el Sobrarbe, y no encontrábamos alternativas de vivienda", cuenta Morales.

Ahora, pese a que no se marcan plazos fijos, desde la cooperativa, que está en proceso de constitución legal, marcan el 2026 como el horizonte más optimista para poder mudarse a su nuevo hogar. Antes, eso sí, deberán salvar el escollo del Inaga, pues el expediente lleva un año bloqueado, aunque ya ha entrado en su fase final tras superar los pasos previos necesarios. "Todos ganamos. El ayuntamiento, logra un arraigo, no gente que compre segundas viviendas, y nosotros, encontramos una alternativa en el mundo rural".

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