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RECICLAJE

La recogida separada de materia orgánica llega a La Almozara y San José

Tras su implantación en el Actur, Rabal, Santa Isabel, Las Fuentes y el Casco Histórico, cerca de 100.000 zaragozanos han comenzado a utilizar el contenedor marrón esta semana para reciclar sus deshechos

La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, y la concejala de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, en la presentación del proyecto.

La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, y la concejala de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, en la presentación del proyecto. / AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA

El Periódico de Aragón

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Zaragoza

El Ayuntamiento de Zaragoza sigue adelante con la implantación del contenedor marrón en la ciudad. Esta semana, los vecinos de La Almozara y San José han podido empezar a utilizar la recogida selectiva de materia orgánica, lo que ha permitido a alrededor de 100.000 zaragozanos más comenzar a reciclar sus residuos, como restos de comida o plantas, posos de café o té e incluso tapones de corcho, para convertirlos en abono natural que se utilizará en las zonas verdes de la ciudad o para producir energía limpia.

El sistema funciona ya en los barrios del Actur, Rabal, Santa Isabel, Las Fuentes y el Casco Histórico. En este último, se emplea un sistema de recogida distinto, con cubos de quita y pon en algunos puntos del barrio, disponibles entre las 8 de la tarde y las 11 de la noche. Los vecinos del Centro, Delicias y Universidad serán los siguientes en tener contenedores marrones para la materia orgánica, y se espera que para el 1 de octubre todos los barrios de la ciudad dispongan de estos depósitos, alcanzando los 2.000 en toda la ciudad.

La implantación de estos contenedores por parte de FCC Medio Ambiente está siendo rápida, para que el servicio llegue a toda la ciudad cuanto antes, y la acogida por parte de la población está siendo buena. No obstante, desde el ayuntamiento inciden en que es necesaria una mayor concienciación, ya que este se realiza a través de un innovador sistema que presenta algunas peculiaridades con respecto al del resto de contenedores de reciclaje de la vía pública. 

¿Por qué está cerrado el contenedor marrón?

Una de las principales diferencias es que los contenedores marrones están totalmente cerrados, ya que se ha demostrado que los residuos impropios se reducen y la calidad de la materia orgánica recogida es mayor. Además, los ciudadanos deben hacer uso de bolsas de basura 100% compostables, disponibles en cualquier tienda y supermercado, para depositar la materia orgánica de sus hogares.

Los ciudadanos deben depositar los residuos en bolsas de basura 100% compostables

Los contenedores incorporan una cerradura electrónica que solo puede abrirse con una tarjeta sin contacto que el ayuntamiento envía a los ciudadanos por correo a sus domicilios en las semanas previas a la implantación en cada barrio, o de la aplicación móvil ‘bitPAYT’ en la que hay que registrarse previamente de manera sencilla y totalmente anónima.

Para desbloquear el contenedor, debe acercarse la tarjeta al lector en la parte frontal unos segundos. Con el móvil, hay que activar el Bluetooth, abrir la aplicación y seleccionar el municipio de ‘Zaragoza’. Una vez junto al depósito solo hay que seleccionar la opción ‘abrir contenedor’ para que el móvil lo detecte y abra la tapa.

Gráfico.

Gráfico. / AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA

En el contenedor marrón se pueden depositar restos de frutas y verduras, restos de carne y pescado, cáscaras de huevo, marisco o frutos secos, restos de comida cocinada o caducada, pan, bollería, posos de café e infusiones, así como pequeños restos de jardinería, restos de flores y ramos, palillos, tapones de corcho, serrín y palos de helado, servilletas y papel con restos de comida o aceite.

Para la implantación del nuevo sistema de recogida selectiva de materia orgánica, el Ayuntamiento de Zaragoza cuenta con financiación europea de los fondos Next Generation dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.  

Con esta iniciativa, la capital aragonesa avanza en su firme objetivo de convertirse en una ciudad cero residuos y cero emisiones para el año 2030, para mitigar los efectos del cambio climático.

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