Polémica por las plantas solares

PSOE y VOX piden asegurar el veto a las renovales en las huertas

Ambas formaciones consideran que la norma propuesta por Urbanismo deja la puerta abierta a la instalación en algunas zonas

Imagen de archivo de una huerta en el camino de Miraflores, Zaragoza

Imagen de archivo de una huerta en el camino de Miraflores, Zaragoza / El Periódico de Aragón

Iván Trigo

Iván Trigo

El grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Zaragoza y Vox anunciaron este martes que se abstendrán hoy en la aprobación de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana que busca impedir la instalación de renovables en la huerta de la ciudad. Lo harán para evitar que la norma decaiga pero con el objetivo de modificarla antes de que entre en vigor puesto que consideran que la redacción actual deja la puerta abierta al asentamiento de plantas fotovoltaicas en el Lugarico de Cerdán, en Movera. Fue el concejal del PSOE, Horacio Royo, el que criticó con más dureza la modificación del PGOU impulsada por el área que dirige Víctor Serrano. «El Gobierno vuelve a inventarse una gatera que faculte y beneficie a las empresas interesadas», aseguró. Desde Vox se mostraron más prudentes y pidieron modificar, o eliminar, el artículo 8.3.4, apartado 5, de la modificación aislada 214 del PGOU, para evitar que las industrias colindantes con los terrenos de la zona del Lugarico de Cerdán pudieran instalar placas fotovoltaicas, «de manera que ningún vecino pueda tener ningún tipo de inseguridad respecto al futuro de los terrenos en los que trabajan y de los viven», explicó el concejal de la ultraderecha Armando Martínez.

En opinión de los socialistas, la modificación se ha planteado para que puedan instalarse placas, si bien desde Urbanismo aseguran que la norma busca todo lo contrario. Según Serrano, solo van a poder instalar plantas de renovables las industrias ya existentes en la zona y que tengan un solar disponible colindante que no esté separado por una autovía ni una carretera. Además, explicaron fuentes del Gobierno municipal, la instalación debería contar con la aprobación por mayoría de la corporación, por lo que podrían tumbarse.

Por otro lado, Royo criticó este martes también «la opacidad y las dificultades que tienen los grupos de la oposición para realizar el trabajo de control y fiscalización» al Gobierno en materia de Urbanismo, que «se sigue gestionando a golpe de legajo, con folios mal numerados a mano, firmados o no a mano, y nada parecidos a un expediente electrónico». El socialista aseguró que se trata de un «problema deliberado» por parte de un Gobierno que «no soporta tener oposición» y, por eso, «intenta dificultar al máximo nuestra tarea». 

Tracking Pixel Contents