sector primario

Las denominaciones aragonesas prevén una vendimia de 102 millones de kilos

El pedrisco de la primavera y la sequía volverán a dejar la campaña de la uva en las bodegas de Cariñena, Borja, Calatayud y el Somontano casi un 15% por debajo de lo recogido en los últimos años

Recogida de las primeras uvas de la bodega el Batán de Salas, la pasada semana.

Recogida de las primeras uvas de la bodega el Batán de Salas, la pasada semana. / DO Somontano

David Chic

David Chic

Zaragoza

La vendimia en Aragón volverá a estar casi un 15% por debajo de la recogida habitual en los últimos años si se cumplen las previsiones de las cuatro grandes denominaciones de origen de la comunidad. En total, calculan una recogida aproximada de unos 102 millones de kilos, un volumen similar al de 2023, cuando registraron un descenso del 20% respecto a la campaña del año anterior.

La sequía en importantes zonas de la provincia de Zaragoza y Teruel, así como el pedrisco de la primavera han dañado una buena parte de la uva que, por otro lado, tendrá una calidad «excepcional» si mantienen las temperaturas suaves y los episodios de lluvia en las próximas semanas.

Cariñena, Somontano y Calatayud son prudentes a la hora de avanzar los resultados de la vendimia, pero asumen que de nuevo habrá menos uva en las viñas. La denominación de origen de Cariñena espera recoger 54 millones de kilos. En el Campo de Borja, se calculan unos 22 millones de kilos; en Calatayud hasta 10 y en el Somontano unos 17. Todas coinciden en destacar que la comercialización estará asegurada, pues los mercados están muy asentados y el consumo de vino lleva varios años marcando un suave incremento.

La denominación de origen de Cariñena es la más amplia de la comunidad. El pasado año recogieron 53 millones de kilos de uva, muy por debajo de la media histórica de sus bodegas, que se sitúa en los 82 millones. Para esta campaña esperan una «ligera» recuperación, según indicó el presidente de la entidad, Antonio Ubide.

«La sequía en la margen derecha del Ebro sigue afectando a la producción», lamentó, al indicar que seguramente tendrán que recurrir a la declaración de zona afectada, así como a las compensaciones de Agroseguro. Pese a todo, hasta el 25 de agosto no comenzará la campaña de vendimia, por lo que esperan que en estas jornadas que quedan se mantengan las temperaturas suaves y la humedad, garantizando un mayor tamaño de los frutos y posiblemente más volumen en la recogida. «Dependemos del tiempo, como pasa siempre», afirmó con cautela.

En la denominación Campo de Borja narran que tras un invierno con unas precipitaciones en la media, la brotación de la viña fue buena, sobre todo en los viñedos de secano, que ya venían de dos años secos. «Sin embargo, el cuajado no ha sido tan bueno como lo esperado», indicaron. Esto les lleva a calcular una previsión «incierta» que se fija en estos momentos en torno a los 22 millones de kilos, una cantidad similar a la del año pasado, pero un 25% inferior respecto a la media de los últimos diez años.

El inicio de la vendimia está prevista para los próximos tres días, con las variedades blancas moscatel y chardonnay. La temporada ha sido «bastante más seca de lo habitual», algo que ha contribuido a la reducción en una producción, que por lo menos, se ha salvado del pedrisco.

Para las bodegas agrupadas en la denominación de origen de Calatayud la previsión de recogida está en los nueve millones de kilos que obtuvieron la pasada vendimia. O incluso diez, si los próximos días mantienen un clima húmedo y agradable. «Tanto los viticultores como los enólogos nos dicen que la calidad de este año será excepcional», afirmó el presidente de la entidad, Miguel Arenas.

«Con las tormentas de los últimos días se pueden lograr fruto de gran tamaño, esperemos que el calor no haga que proliferen los hongos de última hora», consideró Arenas. La producción en botellas será similar, siguiendo la línea marcada por cada una de las bodegas. Como en años anteriores esperan una buena comercialización y que no queden excedentes almacenados.

Calatayud es la última denominación de origen de España en empezar a vendimiar y por este motivo aún no tienen marcada una fecha inicial para estas labores, que pueden prolongarse hasta el mes de octubre. Únicamente se han recogido algunas variedades blancas, aunque esta producción solo supone el 6% del volumen total.

La denominación de origen del Somontano ha sido la primera en comenzar la recogida de la uva, sobre todo por su apuesta por los vinos blancos gracias a las variedades de maduración temprana como chardonnay, gewürztraminer y merlot.

El director de certificación, Óscar Torres, lamentó que durante la primavera se vieron afectados en pocos días por una gran tormenta de granizo y por una fuerte helada. «Fue una afección importante», reconoció, en la que se pudieron perder unos cuatro millones de kilos. Con todo, esperan una buena calidad, con una cosecha que se ha mantenido sana, sin plagas ni enfermedades.

De cara a la comercialización se muestran optimistas. La apuesta por los vinos blancos ha resultado un acierto, pues son un producto que cada vez tiene «más tirón». Algo que ya han visto reflejado en el aumento del 5% en la celebración del festival del vino del Somontano que tuvo lugar en Barbastro.

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