Lidl mantiene su apuesta por Plaza pese al nuevo retraso en las obras de ampliación

La cadena de supermercados no contempla un cambio de ubicación para el macroalmacén que tiene previsto levantar en Zaragoza

Imagen de archivo de las obras de ampliación de Plaza.

Imagen de archivo de las obras de ampliación de Plaza. / Ángel de Castro

Zaragoza

El nuevo retraso en el inicio de las obras de ampliación de Plaza, debido a las diferencias entre la inmobiliaria aragonesa Wilcox y el Ministerio de Transporte sobre cómo deben ser los accesos, no altera los planes, por ahora, a Lidl, que tiene previsto desembarcar en la plataforma con un gran almacén de 100.000 metros cuadrados. Y es que, según ha podido saber este diario, la cadena de supermercados alemana mantiene su apuesta por el proyecto, pese a sus retrasos. Cabe recordar que la nueva instalación que impulsará Lidl ocupará un terreno cercano a las 20 hectáreas, en una parcela que fue adquirida hace un año al Gobierno de Aragón, y tiene previsto crear 1.000 puestos de trabajo con una inversión de 100 millones.

Fuentes de la compañía señalan que todavía no pueden concretar una fecha de inicio para las obras. «Estamos a la espera de obtener mayor certeza para poder avanzar. En cualquier caso, no se está valorando ninguna otra ubicación para la operativa prevista en este emplazamiento», subrayan esas mismas fuentes a este diario, que ha adelantado este sábado los nuevos retrasos en la urbanización de las nuevas 220 hectáreas, cuya primera fase se esperaba concluida para 2026, aunque ahora ya se maneja el 2028 como año más probable para ello.

No se trata, eso sí, del primer contratiempo en la ampliación del proyecto de urbanización Plaza 4.0, que ya se ralentizó por el proceso de expropiaciones de los terrenos que tuvo que llevar a cabo la DGA. El objetivo del proyecto es ampliar la plataforma logística, que se ha quedado casi sin suelos urbanísticos disponibles para su venta.

Con todo, desde Lidl destacan que tanto Zaragoza como la comunidad aragonesa siguen siendo una «apuesta clave» para la empresa, tras haber aterrizado hace 30 años. En la actualidad, la cadena cuenta con una red de 15 tiendas –nueve en Zaragoza, cuatro en Huesca y dos en Teruel– y una plantilla de más de 320 personas,.

Además de ello, Lidl recuerda que tiene una treintena de proveedores aragoneses, en los que invierte más de 220 millones de euros al año, una cifra que califican de «récord» en la región. Asimismo, la cadena de supermercados tiene un impacto de más de 260 millones en el PIB aragonés, que suponen casi un 0,7% del total, y según datos de la consultora PwV, su negocio se traduce en más de 5.500 empleos, entre directos, indirectos e inducidos generados, lo que supone un 0,95% del total de la comunidad. 

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