PATRIMONIO AUTONÓMICO

Aragón ha traído de vuelta 99 de los bienes de Sijena expoliados hace tres décadas: estos son

El Ejecutivo autonómico cifra en 43 objetos los que todavía no han retornado a la comunidad, pendientes de causas judiciales

Fragmento de un retablo del Monasterio de Sijena recuperado.  | GOBIERNO DE ARAGÓN

Fragmento de un retablo del Monasterio de Sijena recuperado. | GOBIERNO DE ARAGÓN

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

Zaragoza

Aragón ha recuperado 99 de los bienes expoliados al Monasterio de Sijena. Así lo revelan los datos que maneja el Gobierno de Aragón, que sigue implicado en procedimientos judiciales que devolverían a la comunidad al menos otros 43 bienes propios del monasterio oscense. Hasta la fecha, 98 de los bienes recuperados han regresado a la comunidad gracias a los procedimientos judiciales en los que ha intervenido el propio Ejecutivo autonómico. Aunque la DGA ha estado presente en la recuperación de todos los bienes, tres de los últimos que han regresado hasta el territorio de la comunidad lo han hecho gracias a tres causas individualizadas.

Por un lado, una cuna con el Niño Jesús y su ajuar, que incluye 18 objetos de orfebrería, que descansa en dependencias autonómicas. En otro lugar, en el depósito judicial del Archivo Histórico Provincial de Huesca, se encuentra el códice de Doña Blanca. Por último, en el depósito judicial del Museo de Zaragoza hay una tabla en la que aparece representado Jesús en el templo. Este bien forma parte del retablo mayor de la iglesia monacal, que fue desmembrado y expoliado por partes.

Fuera de esa lista de 95 bienes recuperados por causas autonómicas y de esas tres causas individualizadas se encuentra el relicario de Santa Waldesca. Este último ha vuelto a Aragón gracias a una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento de Sijena, que hace años se movilizó para que regresase a su lugar de origen. El relicario está en el monasterio desde 2018.

Sarcófago de Isabel de Aragón.  | GOBIERNO DE ARAGÓN

Sarcófago de Isabel de Aragón. | GOBIERNO DE ARAGÓN

Según la clasificación que tiene el propio Gobierno de Aragón, 44 de los bienes recuperados residieron en el Museo de Lérida Diocesano y Comarcal hasta el 11 de diciembre. Fue entonces, a finales de 2017, cuando Aragón logró la conquista de recuperar un buen puñado de los bienes tras casi treinta años de reivindicaciones. Ese grupo corresponde a los bienes vendidos por la Orden de San Juan de Jerusalén al Gobierno de Cataluña en 1983.

En 1992, la misma orden vendió otros doce bienes al Ejecutivo catalán. Esa docena de objetos estuvieron en el MNAC (Museo Nacional de Arte de Cataluña) hasta finales de julio de 2016. Misma fecha y mismo rescate, 26 de julio, de otros 39 bienes vendidos por la Orden de San Juan de Jerusalén al Gobierno de Cataluña. Esa nueva venta masiva se produjo tan solo un año después, en 1994.

La reapertura, en 2025

Tras todo lo recuperado, el Gobierno de Aragón cifra en al menos 43 bienes los que todavía no descansan en territorio autonómico. Son fragmentos de las pinturas murales de la Sala Capitular, con un valor estimado de 300 millones de euros, lo que las haría las piezas más importantes de la colección. En este sentido, todavía se encuentran en el MNAC de Barcelona, aunque pendientes de que la sentencia del Tribunal Supremo desde 2020 y de una demanda anterior del Gobierno de Aragón, ganada en 2014.

La mirada al calendario no se limita a que la Justicia, por fin, aplique la sentencia definitiva sobre el futuro de los bienes de Sijena. Sea a finales de año o sea a principios de 2025, parece claro que la decisión del juez será anterior a la reapertura de la exposición museística del Monasterio de Sijena. Fuentes de la consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón confirmaron hace semanas a este diario que la musealización y adaptación de espacios no ha cesado en ningún momento y que se sigue trabajando para abrir a comienzos de 2025.

Relieve de un retablo de Santa Ana.  | GOBIERNO DE ARAGÓN

Relieve de un retablo de Santa Ana. | GOBIERNO DE ARAGÓN

Hasta esa fecha, las reformas se centrarán en el propio monasterio, donde aún quedan algunas zonas en las que se tiene que intervenir. En estos mismos espacios se está trabajando para acondicionarlos a su futura labor de espacio abierto al público y que los visitantes puedan disfrutar del futuro museo.

La sala de exposiciones que se va a destinar a estos bienes se cerró a comienzos de agosto de 2022. La acción que se quería llevar a cabo era el acondicionamiento del espacio, con el objeto de mejorar la exposición y la experiencia del visitante. Lo que era «un cierre temporal» se ha ido alargando en el tiempo, tanto que la anterior previsión, que esperaba que la exposición estuviera abierta al público para finales de 2024, se retrasará hasta comienzos de 2025.

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