PROYECTOS ESTRATÉGICOS EN LA COMUNIDAD
¿Qué supone para Aragón amarrar la gigafactoría de baterías de Stellantis?
El macroproyecto de la multinacional afincada en Figueruelas, que recibió este martes una subvención de 134 millones adicionales del Ministerio de Industria, contribuiría a atar la importante industria de la automoción en un momento convulso para el sector en Europa

El taller de montaje de baterías de la planta automovilística de Stellantis en Figueruelas. | JAIME GALINDO
M. C. L.
La margarita está por fin deshojada. El Ministerio de Industria ha adjudicado a Stellantis 134 millones de euros más para su proyecto Antares, el sobrenombre que lleva la gigafactoría de baterías que se plantea ubicar en Figueruelas. Era sabido: la multinacional del automóvil que nació de la fusión de PSA y Fiat-Chrysler quería más dinero público para acometer la inversión junto a su fábrica de producción de coches de Zaragoza. Y ayer obtuvo la confirmación.
Las cifras exactas del monumental proyecto industrial todavía no se han dado a conocer de forma oficial, pero sí que se sabe que la inversión se estima por encima de los 2.500 millones de euros y que generará unos 3.000 puestos de trabajo. Sin embargo, pese al revulsivo que supondría para la economía aragonesa esa influencia directa, el impacto es en realidad mucho mayor porque contribuirá a construir un auténtico bastión tanto para la fábrica de Figueruelas como para la importante industria auxiliar de la comunidad, que emplea a casi 35.000 personas y genera una cifra de negocio equivalente al 27% del PIB de Aragón.
¿Qué es una gigafactoría de baterías?
Una gigafactoría de baterías no es otra cosa que una macrofábrica donde se ensamblan baterías de litio, hierro y fosfato (LFP) para vehículos eléctricos. Estos componentes son el alma de los coches enchufables, esos que están destinados a reinar en el mercado de la automoción a partir del año 2035, cuando la Unión Europea pretende prohibir la venta de aquellos propulsados por motores de combustión.
Así las cosas, tener en Zaragoza el epicentro de la fabricación de baterías del grupo Stellantis en el sur de Europa no hace más que elevar el peso industrial de Aragón y su importancia en esta batalla desatada entre las regiones del Viejo Continente con afianzar su histórica industria del automóvil, siempre asociada a mejores salarios y estabilidad por la fuerte presencia sindical que existe tradicionalmente en el sector. Sobre todo porque Stellantis consolida a España como un país clave para la multinacional, que ya es el mayor fabricante de coches nacional con más de un millón de unidades ensambladas en 2023 en sus plantas de Figueruelas, Vigo y Madrid.
A eso se suma que la industria automotriz atraviesa un convulso momento, dado que el mercado no responde con demanda a la oferta de coches eléctricos fabricados en Europa, debido a los altos precios y al lento despliegue de la infraestructura necesaria para cargarlos. Este hecho ha motivado la entrada masiva en los mercados de Occidente de automóviles de bajo coste, eminentemente de producción asiática, mientras las multinacionales del sector deslocalizan la producción de los países más avanzados hacia el norte de África, Latinoamérica o Asia, donde los costes de producción son mucho más baratos.
Stellantis proyectaba cuatro gigafactorías de este tipo en Europa, dado que a la de Zaragoza se añadíarían tres plantas de producción de baterías en Alemania, Italia y Francia. Sin embargo, el consorcio que impulsaba las dos primeras (Automotive Cells Company, empresa conformada por la multinacional que dirige Carlos Tavares, Mercedes-Benz y Total Energies) ha decidido paralizar su construcción. Sin embargo, el proyecto Antares, el de Figueruelas, se impulsa junto al socio chino CATL, uno de los líderes mundiales en este segmento de mercado, con el que firmaron un memorando de colaboración a largo plazo para "crear de una hoja de ruta tecnológica audaz" que "apoye los vehículos eléctricos de Stellantis y la identificación de oportunidades para reforzar la cadena de valor de las baterías", según expresaron en noviembre del año pasado.
Los proyectos fallidos en Aragón
Por todo esto, Aragón lleva años pretendiendo la instalación de una gigafactoría de baterías. El primer proyecto se escapó de las manos en favor de Sagunto, cuando el grupo Volkswagen decidió instalarse en la costa valenciana para producir sus baterías. Recibieron 154 millones de euros del Perte VEC, de los que 97,5 no son reembolsables y 56,6 son en préstamos.
Después llegaron las campanas de la fabricante india Tata Motors, propietaria de las marcas Jaguar y Land Rover, que barajó ubicar en una parcela de 146 hectáreas en Villanueva de Gállego su fábrica de baterías en Europa. Finalmente se decantó por el Reino Unido por la mayor inyección de dinero público (la BBC publicó que se subvencionaría con 800 millones de euros).
- Vía libre para levantar cuatro nuevas plantas sobre un edificio catalogado del siglo XIX en Zaragoza
- Parece Canadá, pero está en Aragón: un lago de aguas cristalinas perfecto para una escapada de verano
- La desdicha de educar a tres hijas en una habitación en Zaragoza: 'A mi familia no les hablo de nuestra situación
- La Policía investiga a un profesor de un colegio religioso de Zaragoza por supuestos abusos de menores
- El 'paraíso fiscal' para los coches en Aragón: un pueblo de Zaragoza tiene 17 vehículos matriculados por habitante
- Ibercaja ultima un acuerdo para dar nombre a la nueva Romareda
- La 'tormenta del siglo' arrojó 43 hectómetros cúbicos en la ‘zona cero’
- Rescatan a una cría de corzo de pocos días de vida de un domicilio en Zaragoza