El impacto turístico

El debate sobre la tasa turística se cuela en Aragón: los municipios lo tienen claro

La plaza de la Catedral de Jaca en una imagen de archivo.

La plaza de la Catedral de Jaca en una imagen de archivo. / EL PERIÓDICO

Laura Carnicero

Laura Carnicero

ZARAGOZA

El impacto del turismo en los municipios aragoneses no abre todavía el debate de crear una tasa turística en la comunidad. Lo descartan en municipios como Aínsa, Jaca o Villanúa, si bien, reconocen que el coste de atraer visitantes durante todo el año pesa en las arcas municipales. La respuesta pasa, en opinión de sus alcaldes, por poder tener acceso una recaudación a través de otros métodos, como el cobro de los aparcamientos públicos.

«No está previsto crear una tasa turística, pero tenemos en marcha medidas que nos ayudan, como el cobro en los párquines públicos, que nos deja 300.000 euros al año», explica Enrique Pueyo, alcalde de Aínsa. Tal fue el éxito de su medida que se exportó a otros municipios pequeños pero con una gran afluencia de visitantes, como Riglos. «Allí también empezaron a cobrar el aparcamiento y ello les ha permitido mejorar la limpieza del municipio, mejorar la seguridad de los viandantes y crear dos puestos de trabajo», resume Pueyo.

En Villanúa, su alcalde sí que se muestra a favor de una tasa turística, pero recuerda que «no es competencia municipal». «Ser un municipio pequeño conlleva reforzar muchísimos servicios: nosotros pasamos de 500 vecinos a 5.000 habitantes en épocas turísticas», señala. Para el regidor de Jaca, Carlos Serrano, hay otras cuestiones que beneficiarían más que una tasa: «Hemos pedido la apertura de las grandes superficies domingos festivos, y estamos pendientes de la respuesta».

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