Así ha sido la vacunación contra la gripe en el colegio Río Ebro de Zaragoza: "Es un juego y tienen que adivinar a qué huele"

Los alumnos de 1º y 2º de Infantil del colegio público Río Ebro de Zaragoza han comenzado la jornada de este miércoles con aparente «normalidad». Lo que ellos no sabían, aunque sí sus familias porque previamente les habían autorizado, es que les iban a vacunar contra la gripe. Y es que el Río Ebro, al igual que otros 28 centros educativos de Aragón, forma parte del proyecto piloto de inmunización en los colegios puesto en marcha esta semana por el Departamento de Sanidad.

«Vamos a llevar a cabo la campaña de vacunación con toda la normalidad del mundo. Los alumnos no van a ver ninguna diferencia en su rutina diaria», ha indicado Esperanza Díez Tena, directora del colegio Río Ebro, momentos previos a que comenzara la clase de francés. La forma de inocular la vacuna se ha hecho, como ha explicado Tena, a través de «un juego para ver a qué huele». Y así, con «naturalidad», los 17 alumnos -nueve de ellos de cuatro años y otros ocho de cinco- han entrado al aula dirigidos por su profesor, Óscar García Galindo, que les ha proyectado un vídeo en el que el oso olfatoso, la mascota infantil ideada por la DGA para esta campaña, les ha retado a adivinar el olor de la vacuna.

Mientras ellos han mirado atentos a la pantalla, Cielos Gonzalo, enfermera de pediatría del centro de salud Amparo Poch (Actur Oeste), ha preparado las vacunas que posteriormente ha administrado a los pequeños. Una inoculación que ha definido como «intranasal, rápida e indolora».

Prueba de ello han dado los alumnos de 4 y 5 años que, sin protestar ni llorar, han desfilado uno a uno para recibir la dosis por la nariz. Entre ellas ha estado Natalia, que ha lucido un vestido rosa para la ocasión y que ha revelado que le había «olido a fresa». Con una sonrisa, ha mostrado sus dos manos en las que llevaba adheridas las pegatinas que, como al resto de alumnos, le han dado las profesionales sanitarias tras recibir la inmunización contra la gripe.

El hecho de administrar la vacuna en los centros, junto a los compañeros, ayuda al menor. «Es mejor que estén todos juntos, en un ambiente que conocen porque se apoyan unos a otros y están como en un juego», ha dicho Gonzalo.

La jornada ha sido también el resultado de la aceptación «muy positiva» que ha tenido el proyecto piloto entre las familias del Río Ebro. Así lo ha precisado la directora del colegio, que ha sostenido también que las familias de algunos alumnos de las aulas de 2 años habían preguntado por la vacunación.

Ese interés viene dado, precisamente, porque este plan favorece la «conciliación» para las familias, según ha señalado la pediatra y coordinadora del centro de salud Actur Oeste, Isabel Lostal García. La doctora ha indicado que gracias a la vacunación contra la gripe en los colegios «se consigue en un día o dos» la cobertura que en otros años se ha logrado en toda la campaña. O incluso más. Basándose en los datos de Murcia, ciudad donde el año pasado ya se llevó a cabo esta iniciativa, Lostal ha sostenido que esperan «conseguir unas coberturas del más del 50%».

Los 17 niños que han sido vacunados contra la gripe en el CEIP Río Ebro representan una pequeña parte de los casi 800 que, aproximadamente, están siendo vacunados esta semana en Aragón. Es la mitad del total de alumnos -1.560- que entre los 29 centros escolares cursan Primero y Segundo de Infantil. Pero la cifra podrá superar los 800 si más familias se animan a autorizar a sus hijos, ya que el plazo estará abierto toda la semana.

Pero... ¿por qué hacerlo? Pues porque, como ha subrayado la doctora Lostal, la vacunación infantil es importante para proteger al menor y a su entorno. Lostal ha incidido en que «la gripe es una enfermedad seria, no solo es un resfriado y puede afectar a niños también sanos». Por su parte, la enfermera Gonzalo ha hecho hincapié en que los niños «tienen una carga viral de gripe muy importante» y se debe evitar «que lleguen al hospital por una gripe».

Además, es una medida preventiva que frena el contagio a los familiares más mayores, muchas veces encargados del cuidado de los niños. Esta prueba piloto, por tanto, también frena la transmisión de niños a abuelos.

En estos momentos, en Aragón se está vacunando a los mayores que viven en residencias y en los centros de salud las agendas están abiertas para los mayores de 85 años y las embarazadas. También para los profesionales sanitarios.