Sociedad
Los más previsores adelantan el día de Todos los Santos en Zaragoza: "La semana que viene habrá más movimiento"
Visitas reducidas al cementerio de Torrero y las floristas celebran "unos días intensos", pero con dificultades de organización: "La Policía no deja que la gente pare el coche y no nos dejan trabajar bien"

Varias personas, este sábado por la mañana, en una de las calles del cementerio. / RUBEN VICENTE
S. H. V.
Sin largas colas, con sitio para aparcar y con poca gente paseando por las largas calles del cementerio. Solo unos pocos zaragozanos muy previsores han adelantado su visita a Torrero para el día de Todos los Santos, tradicional fecha de recuerdo de los seres queridos. Visitantes y profesionales, como las floristas, coinciden en que el puente de la próxima semana sí que traerá "más movimiento" al camposanto.
"Siempre venimos antes para evitar los agobios", cuenta Luisa mientras cambia las flores de las lápidas de sus familiares. "La verdad es que están muy viejas", dice cambiando las rosas que adornan las esquelas. Pese al argumento, "siempre hay razones" para venir a recordar a los familiares fallecidos.
La fresca mañana de sábado y el frío cierzo tampoco son buenos socios para entretenerse en unas visitas que casi todas las familias ya tienen entrenadas. Aparcar lo más cerca posible del nicho, limpiar los nichos y poner los nuevos adornos. "Como hemos venido pronto tenemos hasta sitio para dejar el coche", celebra Javier, que cuenta que los días de mayor afluencia siempre cuesta encontrar espacio para aparcar el vehículo o "hay que dejarlo muy lejos, entonces nos toca andar".
Las visitas familiares parece que también tienen guion. Los más jóvenes escuchan a sus abuelos historias de sus antepasados y otros no dejan la rutina de la discusión ni en un día un poco especial. "¿Pero qué estás haciendo?", le grita Carmen a su sobrino, descontenta por cómo está moviendo la escalera para acercarse a los nichos. "Todos los años acabamos igual, discutiendo", admite esta zaragozana.
Buena semana de ventas, mala organización
Frente a la cierta soledad de muchas calles del cementerio, la presencia de los puestos de flores junto a la entrada de Torreros. Flores Noemí y Flores Cristina, negocios familiares con muchos miembros implicados durante estos días, no dejan de despachar ramos, rosas y detalles florales a esos precoces zaragozanos en la visita. Un ritmo "asumible", conscientes de que los días intensos vendrán "a partir de mediados de la semana que viene".

Una mujer cambia las flores, en el cementerio de Torrero. / RUBÉN VICENTE
"Empezamos con más intensidad el miércoles, pero esta semana es muy larga", explica, tranquila, Noemí, dueña de uno de los puestos de venta, que tiene su mismo nombre. "Sí que vas notando que va viniendo gente, pero ya sabemos que el fin de semana que viene es el importante", reflexiona esta comercial, que dice que "habrá que esperar" a que el ritmo frenético de cortar, decorar, entregar y cobrar llegue a su puesto.
Un cubículo que comparte con Laura, "que es la cuarta generación" de la familia dedicada a la venta floral. "Siempre nos hemos dedicado a vender flores cerca del cementerio", concluye Noemí, que señala que este año el precio de los ramos es prácticamente idéntico al del año pasado: "Pasa siempre lo mismo, porque en Pilares nos suben a nosotros también, pero luego ya no se nota".

Dos mujeres colocan las flores en la tumba de un familiar querido, este sábado. / RUBÉN VICENTE
Coincide en que los precios no se han tocado Cristina, también con tienda propia junto al cementerio y también con su nombre de pila como reclamo. "Está yendo bien, ya llevamos trabajando desde la semana pasada", explica la florista, que sí lamenta que en este fin de semana "no se está notando mucha gente". "No hay subida, todo sigue igual", relata sobre los precios, pero sí critica un cambio que está dificultando el trabajo en estas jornadas señaladas.
"La policía no deja aparcar ni al camión de la basura", ironiza Cristina. Se refiere a la zona habilitada para estacionar justo delante de los puestos, que muchos zaragozanos utilizan para que los familiares compren las flores mientras el conductor encuentra un sitio para estacionar. "Algún agente de la Policía Local deja unos minutos para que se pueda comprar, pero otro viene y los echa a gritos", cuenta justo cuando un policía despacha a varios conductores y les insta a abandonar el lugar. "No puede parar la gente mayor ni un segundo", critica Cristina, que considera que en parte "no dejan hacer el trabajo". "Si no me dejan trabajar ni ganar dinero, igual no pago el próximo trimestre", bromea la florista, claramente enfadada por la situación y deseosa de que mejore para los próximos días.
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