Casetas se vuelca con Valencia tras el llamamiento solidario del boxeador Jonathan Valero

El barrio zaragozano de Casetas ha protagonizado este viernes uno de los episodios solidarios que ha generado de forma espontánea la tragedia de la DANA en la Comunidad Valenciana. Los vecinos han respondido de forma masiva a la llamada de Jonathan Valero, un boxeador profesional muy querido en el barrio que regenta un gimnasio en la calle Cervantes. Entre las tres y las ocho de la tarde, se han acumulado cientos de kilos de ayuda para ser transportados a un punto no determinado aún de la geografía valenciana.

“Todos tenemos en casa cosas que ya no necesitamos y que a la gente de Valencia le puede venir muy bien ahora mismo”, ha comentado Valero. Además de la ropa y los enseres recogidos, gracias a una colecta popular se ha recaudado dinero para comprar muchos bienes de primera necesidad en un supermercado. Se han llenado varios carros cuyo contenido se ha organizado después en cajas en el gimnasio de Jonathan Valero antes de ser trasladados a una furgoneta de grandes dimensiones.

Valero, que el 16 de noviembre peleará en Madrid por el Campeonato de España del peso wélter, ha contado con la colaboración de familiares, amigos y alumnos de su gimnasio. A primera hora han comenzado con la movilización y han terminado desbordados por la respuesta de los vecinos.

"Vamos a intentarlo"

Pese a que el Gobierno de Aragón y otras administraciones han instado a no viajar a la zona afectada incluso para prestar ayuda, Valero y otros dos voluntarios tienen sus propios planes: "Vamos a intentarlo. Este sábado nos vamos dirección Valencia con el objetivo de repartir todo este material en el primer sitio que veamos que es necesario. La gente de Casetas se ha volcado y tenemos muy claro que lo vamos a intentar. Ya sé que suena a aventura, pero seguro que no nos volvemos de vacío".

Muy emocionado, el boxeador profesional aragonés relataba a última hora de la tarde de este viernes cómo la jornada había sido muy intensa desde el minuto uno. "Esta mañana me he levantado de la cama y he sentido el impulso de ayudar como sea... y aquí estoy, ya de noche, cargando esta furgoneta hasta los topes. Estamos ante una tragedia histórica y hay que poner nuestro grano de arena. No podía quedarme quieto y como conozco bien a la gente que me rodea y a la gente de Casetas, sabía que el objetivo se iba a cumplir de sobras".

Pese a que sus intenciones están salpicadas por la incertidumbre, la determinación de Valero no tiene fin: "Veo estos pañales, esta leche en polvo y estas botellas de agua y tengo muy claro que van a terminar en manos de la gente que lo necesita, pase lo que pase. Pienso en los niños afectados y me vuelvo loco". Jonathan y Alba, su esposa, son padres de dos niñas de corta edad: Lara (5 años) y Ania (10).