Día de Todos los Santos en Zaragoza: "Cada año vienen menos visitantes al cementerio de Torrero"

Acompañados de la niebla, los más mayores han acudido a primera hora al camposanto para rendir homenaje a sus seres queridos

Abrigados, con ramos de flores y acompañados de la niebla, los zaragozanos han acudido desde primera hora de la mañana al cementerio de Torrero para rendir homenaje a sus seres queridos. Los más madrugadores han sido las personas mayores, que han marcado el inicio de un Día de Todos los Santos especial que llega tras uno de los mayores desastres naturales de la historia de España. Se espera que este viernes pasen 40.000 personas por el camposanto de Zaragoza.

Entre los visitantes se encontraban las hermanas Carmen y Pilar Sebastián, que cada 1 de noviembre acuden al camposanto de Zaragoza junto a sus otras dos hermanas: Araceli y Josefina. Las cuatro han recorrido juntas el cementerio para honrar la memoria de sus difuntos y dejar las flores que una de ellas había encargado con días de antelación. «Es una costumbre que tenemos desde pequeñas. Ya cuando éramos niñas veníamos con nuestros padres, y ahora lo seguimos haciendo», ha comentado Pilar. Como han hecho en otras ocasiones, volverán dentro de pocos días para «dejar flores artificiales a los difuntos», ha indicado Carmen. 

El tránsito fluido de personas ha permitido a las hermanas continuar el recorrido por el cementerio sin problemas. Y es que el flujo de gente ha variado en los últimos años. Lo ha afirmado así Miguel Jiménez, encargado de ayudar a los zaragozanos a alzar las flores en los nichos más altos. «Cada año viene menos gente. Se van los mayores y la juventud no viene», ha dicho Jiménez. «Hoy, al ser viernes, tendría que estar esto a tope, y no hay nada. Es que no viene gente. Desde las 8.00 horas he hecho solo dos alturas», ha añadido a las 10.45 horas de la mañana. Jiménez tiene la esperanza de que llegue más gente antes de que finalice su jornada (18.50 horas). 

Por detrás de él pasaban grupos de ancianos que, tras más de veinte minutos en autobús y cargados de flores rojas, trataban de llegar a sus destinos. Y es que el camino es hace cada vez más «pesado» para los mayores, según han contado Mercedes y Ascensión Garcés. Estas hermanas todavía mantienen la costumbre de visitar a sus difuntos en el Día de Todos los Santos, pero han confesado que no saben si lo harán durante mucho más tiempo. «Lo mismo que podemos hacer aquí lo podemos hacer en casa, que es dejar una foto y unas flores», ha sostenido Ascensión. Mercedes ha indicado que había visto a muchos ancianos con dificultades por el camino.

Ellas no han sido las únicas hermanas que han acudido juntas a visitar a sus difuntos. Amalia, Lola y Sagrario Corbacho han señalado que vienen todos los años aunque, ha subrayado una de ellas, «no siempre en el mismo día». En esta ocasión sí han acudido al camposanto el primer día de noviembre tras haber recogido las flores que encargaron hace días.

Y es que la gran mayoría de zaragozanos tenía los ramos reservados desde hacía semanas. Prueba de ello ha dado Cristina Villafranca, dueña de la Floristería Cristina que, mientras los preparaba junto a otras seis mujeres, ha explicado que llevaban «casi diez días trabajando». «Este año se ha trabajado un poquico más que otros, aunque tampoco una barbaridad», ha subrayado. Tampoco desde la floristería han percibido más afluencia porque el Día de Todos los Santos cayera en viernes. «El puente no se ha notado para nada», ha sostenido.

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