Cambios en el negocio de la muerte en Aragón: joyas o marcos de fotos, las nuevas modas para las cenizas

Es evidente que han cambiado las modas en el negocio de la muerte. El duelo, el luto y la memoria han modificado los hábitos y ahora triunfan más las novedades que ofrece el mercado y que antaño ni se contemplaban a costa de otros gastos con mucha tradición que han caído en desuso. Por ejemplo, hoy se ofrece la posibilidad de comprar una joya que porte en su interior las cenizas del ser querido. Por un mínimo de 50 o 100 euros, si el material empleado es la plata, y por mucho más si se opta por el oro o por auténticas virguerías que ya existen. No hay límite en precios para esta opción de moda. También lo está, dentro de los precios asequibles, la posibilidad de comprar un marco de fotos con una cánula insertada en él donde se colocan las cenizas dentro y rodeando la imagen del fallecido. Por solo cien euros se puede conseguir.

Los tiempos han cambiado, obviamente, y elementos que antes eran imprescindibles, como los tarjetones de recordatorio, han pasado a la historia, se ven como un gasto innecesario. Lo mismo sucede con los libros de firmas, ya un clásico en peligro de extinción. También va a la baja, al parecer, el gasto de tener un seguro de decesos, que durante generaciones se ha visto como una inversión necesaria para no afrontar los costes de un entierro en el momento más doloroso o más inesperado para el bolsillo, pero las nuevas lo ven accesorio o irrelevante.

También los velatorios se han abaratado y optimizado. Ahora se da más valor al servicio de cáterin, un acompañamiento más cercano que «recuerda a cuando se hacía en los hogares con pastas y anisete, pero con la comodidad de que ahora se pueden marchan a casa y no tener que prepararlo ni recogerlo». A cambio, al parecer no les importa tanto no hacer grandes desembolsos en flores o dedicar mucho dinero a las esquelas. Ni ir tan a menudo al cementerio o poner siempre flores en la lápida. El dispendio se controla y se reorienta a otros gastos