La psicología de emergencia, un bálsamo aragonés para la DANA: “Una ventilación emocional previene la ansiedad, somatizar y el estrés postraumático”

Un equipo del 061 y dos psicólogas de emergencia prestan atención sanitaria a víctimas de la catástrofe y a los efectivos desplazados desde Aragón a la zona cero de Catarroja

Sandra y Eva, dos psicólogas aragonesas desplazadas a Catarroja

Miguel Ángel Gracia

Catarroja (Valencia)

Una mujer y su hijo, vecinos de Catarroja, llegan al anochecer al Puesto de Mando Avanzado del 112 Aragón en el municipio valenciano. El chico necesita recibir atención médica por unas heridas cuando limpiaban su calle. Nada grave, comentan los efectivos sanitarios del 061 desplazados hasta la zona cero de la DANA. Sin embargo, algo se rompe de repente, y la madre, desconsolada, rompe a llorar.

Se le acercan las dos psicólogas que acompañan al operativo aragonés. “Se sentía enfadada, es un cúmulo de emociones, de incredulidad, de preguntarse si esto está ocurriendo. Se sienten abandonados y tenemos que permitir que esa persona pueda soltar lastre, que se exprese, que hagan una ventilación emocional ante lo que están viviendo”, explican Sandra Onde, de Botorrita, y Eva Serós, zaragozana.

Son especialistas en psicología de emergencia, la primera atención para la salud mental en los primeros compases tras una catástrofe. “Tenemos que intentar que haya una ventilación emocional y que se puedan regular esos estados emocionales, asimilar lo que está ocurriendo”, explica Onde. “Y es una forma de prevenir futuros trastornos posteriores, como estrés postraumático, depresión, ansiedad, somatizaciones. Hay que intentar normalizarlo, porque nadie está preparado para vivir esto”, agrega Serós.

La magnitud de la tragedia por las lluvias torrenciales, cuyo balance oficial de víctimas supera las 217 a fecha de hoy, no solo hace mella en los vecinos que han sufrido en sus carnes las inundaciones. Los efectivos del operativo de socorro, como bomberos, policías, voluntarios de Protección Civil y un largo etcétera, también tienen que hacer frente a una fuerte carga emocional.

De la salud de los más de 200 efectivos aragoneses que trabajan en Catarroja se encarga el equipo del 061 Aragón, compuesto por nueve trabajadores sanitarios (dos médicos, dos enfermeros y cinco técnicos). “Lo más frecuente son heridas que se producen en las zonas de los trabajos, salpicaduras en los ojos y alguna patología que se puede alterar relacionada con hipertensión, colesterol, etcétera”, explica Nuria Gago, jefa médica del puesto sanitario.

“Estamos atendiendo a unas 35 o 40 personas al día”, señala Gago, puntualizando que los relevos serán cada 24 horas, ya que se han desplazado dos equipos, y así dan cobertura durante todo el día. Además, al estar equipados con dos ambulancias de soporte vital básico, también les ha tocado entrar en la zona cero para realizar una atención y evacuar, si es necesario, a un paciente a un hospital. El sábado tuvieron que salir hasta tres veces hacia las calles de Catarroja para prestar atención en ellas. 

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