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Las estrellas Michelin proyectan el Pirineo aragonés como destino gastronómico

La prestigiosa guía incorpora en su última edición tres localidades altoaragonesas cuya población no rebasa en ningún caso los 200 habitantes

Las estrellas Michelin proyectan el Pirineo Aragonés como destino gastronómico.

Las estrellas Michelin proyectan el Pirineo Aragonés como destino gastronómico. / SERVICIO ESPECIAL

Zaragoza

En poco más de 10 kilómetros, en un valle de montaña como es el de Benasque, donde su principal municipio apenas rebasa los 2.000 habitantes, el visitante puede encontrar dos restaurantes con estrellas Michelin. Pero unos 150 kilómetros al oeste, en Canfranc, también el turista gastronómico disfrutará de otro establecimiento galardonado por la prestigiosa guía. Y si continúa su camino hacia el sur otros 30 kilómetros, volverá a encontrar en Sardas otro restaurante estrellado. Para terminar con este hipotético trayecto culinario, en unos 60 kilómetros al oeste, en Aínsa, hallará nuestro viajero la última referencia premiada.

Son en total cinco estrellas Michelin las que ostenta el Pirineo aragonés, un éxito del territorio que encontró un verdadero impulso el pasado martes en la gala que celebró en Murcia la marca francesa. Allí, la cordillera montañosa añadió tres nuevas paradas a una guía de referencia para millones de amantes del buen comer de todo el mundo. Es decir, con ello, el territorio se postula como un destino cada vez más atractivo para un sector en auge como es el del turismo gastronómico.

Concretamente, fueron los restaurantes Ansils (Anciles, Alto Gállego), Casa Arcas (Villanova, Ribagorza) y La Era de los Nogales (Sardas, Alto Gállego) los que se incorporaron a este selecto club, haciendo que la Comunidad alcance ya las once estrellas, al no perder ninguna en esta edición. De ellas, nada menos que siete se encuentran en la provincia de Huesca, tres, en la de Zaragoza y una, en la de Teruel.

Buen momento de la gastronomía altoaragonesa

Para comprender el actual panorama, el presidente de la Asociación de Hostelería de Huesca y chef del también estrella Michelin Lillas Pastia, Carmelo Bosque, alude al trabajo que se lleva realizando en la provincia “desde hace mucho tiempo”. “Está basado en las personas, son profesionales que deciden quedarse en el territorio y Michelin los premia por la excelencia que practican”, relata sobre un perfil joven y comprometido que en este espacio geográfico encuentra producto de calidad y que apuesta por establecimientos pequeños. “Es una cultura diferente en cuanto a la excelencia”, resume.

Y no se trata solo de distinciones, pues de este auge que vive la cocina altoaragonesa, Bosque espera que tenga “muchísimo” peso en el turismo del entorno y que sirva de acicate para que más profesionales quieran conseguir los logros que han obtenido sus compañeros. No obstante, el presidente del colectivo recalca que con estos buenos resultados del Pirineo y de Huesca no pretenden competir con nadie: “Nosotros somos Aragón, ensalzamos nuestro nivel, nuestro producto y nuestros profesionales”, destaca.

La formación, clave del éxito

Dentro de este panorama, otro factor es el de la formación. Actualmente, en la provincia hay dos escuelas de cocina, la de San Lorenzo, en la capital, y la de Guayente. Esta última, por cierto, también en el valle de Benasque y a escasísimos kilómetros de los restaurantes Ansils y Casa Arcas. Sobre ella, afirma que llevan a cabo “un trabajo singular”, mientras que de la de San Lorenzo destaca el nivel “magnífico” de sus profesionales.

El director de la de Guayente, Francisco Fuertes, también observa como un factor clave la formación en los éxitos actuales. “Estoy de convencido de que la formación es fundamental, en la cocina como en cualquier otro sector, y creo que ha sido muy importante en el desarrollo gastronómico de la zona”, defiende sobre un centro, el más antiguo de su categoría en Aragón, que “ha permitido ese desarrollo técnico profesional que, a su vez, ha propiciado ese salto cualitativo”.

Como muestra, recuerda que Jordán fue alumna suya, como también lo fue el copropietario de Casa Arcas y jefe de cocina de Martín Berasategui, David Beltrán. El chef de La Era de los Nogales, el multipremiado Toño Rodríguez, lo fue de la de Huesca.

Otros restaurantes con Estrella Michelin en Aragón

Este gran momento del Pirineo también se observa desde Zaragoza con buenos ojos. Así lo ve Ramsés González, al frente del restaurante Cancook, que mantiene este año tanto la estrella Michelin que ya atesoraba como la verde. Bajo su punto de vista, este auge en el norte de Aragón “es consecuencia de ese turismo gastronómico que cada vez va creciendo más”. “Son restaurantes que están en pueblos pequeños y con pocos habitantes, es decir, que tienen clientes de la comarca, pero viven de mucho cliente del turismo gastronómico, que nos interesa a todos”, explica.

Un interés que tiene su explicación en la consolidación de un circuito de estrellas. “Si alguien viene de fuera a un estrella Michelin, un día va a probar el Gente Rara, otro el Cancook, otro el Ilias, otro el Callizo… es un eje gastronómico por todo Aragón”, relata sobre una comunidad que “sin duda es un destino turístico, pero también culinario de primer nivel”. Un espacio al que, además augura un ben futuro gracias a la juventud de sus profesionales: “Eso nos asegura que va a tener bastante recorrido durante años”, concluye.

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