El pequeño pueblo de Teruel con nombre de pájaro y un árbol centenario

Desde su casco urbano parte una de las rutas senderistas más bonitas de todo Aragón siguiendo el cauce de un río

El pequeño pueblo de Teruel con nombre de pájaro y un árbol centenario

El pequeño pueblo de Teruel con nombre de pájaro y un árbol centenario / GUÍA REPSOL

Zaragoza

Aragón no sería lo mismo sin sus pueblos. Esas pequeñas localidades que dan la fuerza necesaria para que las grandes ciudades funcionen a la perfección. La despoblación ha afectado duramente a todas las provincias aragonesas. Hay muchos núcleos de población que han ido perdiendo habitantes con el paso del tiempo hasta quedarse por debajo de las 100 personas que residen en el municipio. Un número que todavía baja más en invierno, pero se multiplica en verano con las vacaciones familiares en el pueblo.

Las localidades de Aragón saben perfectamente que no es necesario tener un gran tamaño para tener una gran belleza. Hay pueblos del Pirineo, del sur de Teruel o de la provincia de Zaragoza que no alcanzan los 50 habitantes, pero tienen unos encantos poco conocidos por el resto de los aragoneses. Aún así, los ayuntamientos de estos municipios se han volcado en atraer turistas que den una nueva vida al pueblo.

En el apartado de las curiosidades, hay muchas localidades de Aragón con nombres extraños. Por ejemplo, Andorra y La Cuba recuerdan directamente a los países, también tenemos pueblos con nombres larguísimos como Villanueva de la Sierra del Rebollar y otras con nombres de solamente tres letras.

Chorros, santuarios y un olmo centenario

Por ejemplo, en la comunidad hay un pueblo con nombre de pájaro que hace frontera y tiene en su centro un histórico árbol con casi 300 años de edad. El Cuervo se encuentra al sur de Teruel (46 kilómetros) siendo el último pueblo antes del Rincón de Ademuz, ese territorio que pertenece a la Comunidad Valenciana pegado a los límites de Aragón.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), esta localidad solo tiene 98 habitantes. El habitante número 99 es un olmo monumental de cuatro metros de alto y 30 centímetros de alto ubicado en la Plazuela del Horno, que según la Guía Repsol podría haber sido plantado por orden de Carlos III como símbolo de la unidad del pueblo.

A pocos metros de este monumento natural se encuentra el edificio más conocido del pueblo. La iglesia de la Asunción de Nuestra Señora es una joya arquitectónica en estilo barroco en la que destaca claramente su torre. Esta parte del templo es una obra renacentista del siglo XVI, cuya estructura se caracteriza por una planta cuadrada con dos cuerpos de mampostería.

Sin salir del casco urbano de El Cuervo, un viajero quedará siempre impresionado por el Ayuntamiento, un edificio neoclásico del siglo XVIII construido en mampostería y sillares con dos pisos y dos fachadas.

A las afueras del pueblo todavía quedan restos de lo que fue antaño un castillo medieval. Cerca de El Cuervo hay varios lugares que te invitan a la reflexión y la contemplación como el Santuario de Fátima, la ermita de San Pedro, la de San Roque y las Capillas de la Virgen del Carmen y la Virgen del Pilar. También se encuentra la Cruz de la Peña Blanca, un símbolo clave para la localidad.

Dejando atrás el tema religioso, la naturaleza es uno de los grandes atractivos del pueblo turolense que hace frontera con Valencia. Desde los espectaculares chorros de la localidad sale un sendero con sus propias pasarelas que recorre el cauce del Río Ebrón. Se trata de un precioso recorrido natural en un barranco donde observarás aguas cristalinas y bosques.

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