Elsa Punset: "La inteligencia emocional es la nueva manera de entender la humana"

Escritora, divulgadora y una de las ponentes de ‘Feel Power. La FP mueve el mundo’. ¿Qué contenidos va a compartir en el congreso con la comunidad educativa de Aragón?

Estamos viviendo los veinticinco años más privilegiados de la historia de la humanidad, pero la otra cara de la moneda es que hemos creado un sistema de vida que nos predispone a vivir presos de la ansiedad, la envidia y la distracción. Todos necesitamos reflexionar y encontrar soluciones a los retos de estos tiempos extraordinarios en los que vivimos.

Es también referente en la aplicación de la inteligencia emocional como herramienta para el cambio positivo. ¿Qué papel juega esta en la educación?   

La inteligencia emocional no es una moda, es la nueva manera de entender la inteligencia humana. Gracias a los avances de la neurociencia sabemos ahora que el cerebro humano es a la vez racional y emocional. Pero nuestras emociones son las de un cerebro antiguo y programado para sobrevivir, por lo que vivimos con un fuerte sesgo negativo y una resistencia al cambio. ¿Cómo podemos superar esta programación y desarrollar hábitos y habilidades emocionales que nos permitan ser mejores personas, profesionales y ciudadanos? Es un gran reto que está transformando la educación.

La Formación Profesional buscar formar a los ciudadanos en el ejercicio de distintas competencias. ¿Están relacionadas con la inteligencia emocional?

Algunas habilidades que reclaman las empresas son técnicas, pero aquellas que se relacionan con la inteligencia emocional son las llamadas 'habilidades blandas'. Confieso que me desagrada el termino, pero es el que hemos adoptado. Por ejemplo, para adaptarnos al tsunami que se nos viene encima de la inteligencia artificial, vamos a necesitar habilidades que de momento solo los humanos aportan, como un sentido ético, la creatividad, la empatía o la inteligencia social. Nuestra humanidad va a salir reforzada del cuerpo a cuerpo con la inteligencia artificial.

"Nuestra humanidad va a salir reforzada del cuerpo a cuerpo con la Inteligencia Artificial"

Elsa Punset

— Escritora y divulgadora.

Formarse en inteligencia emocional, ¿qué beneficios trae?

La vida es difícil, pero podemos equilibrar el estrés de la vida cotidiana con el aprendizaje de habilidades que nos ayudarán, entre otras cosas, a comprendernos mejor a nosotros mismos, a gestionar nuestras emociones, a ser más resilientes y más creativos, a ser mejores comunicadores, a tener más esperanza y a contribuir con valentía y creatividad al mundo. Frente a un ciudadano pasivo y consumista necesitamos fortalecer y celebrar nuestra capacidad para ser generosos, rebeldes y creativos.

¿Falta formar a los docentes para que que puedan impartirla a los alumnos?

Las grandes desigualdades y prejuicios con los que nacemos los puede atenuar nuestro sistema educativo. Por ello estamos pidiendo un enorme esfuerzo a los docentes. Vivimos además tiempos que nos someten a grandes presiones, a cambios constantes e intensos. Lógicamente se está resintiendo nuestra salud mental y emocional, y a edades cada vez más tempranas. Por eso mismo es tan importante que las escuelas puedan ofrecer no solo el aprendizaje de habilidades lingüísticas y matemáticas de siempre, sino también el aprendizaje de las habilidades emocionales que necesitamos para vivir en un mundo que, por mucha suerte que tengas, a menudo será complejo, contradictorio y doloroso.

¿Las empresas demandan esta capacidad?

Piense que de cada 100 personas contratadas en una empresa, de media trece personas fracasan o abandonan durante el periodo de prueba, y un tercio se marcha antes de cumplir el año. Desde hace un tiempo, se está otorgando un valor mayor a aquellos perfiles que combinan el conocimiento técnico con habilidades sociales y emocionales como la motivación, trabajar en equipo, ser flexibles y adaptarse a los cambios, la creatividad y la facilidad para resolver problemas…

El congreso trata de FP bilingüe. ¿Se puede enseñar gestión emocional en otros idiomas?

Claro que supone un esfuerzo adicional para docentes y alumnos formarse en una lengua que no es la nativa, pero merece la pena. El bilingüismo tiene probados beneficios cognitivos y mejora las oportunidades laborales. Además, aprender un idioma refuerza una de las grandes ventajas de vivir en un mundo globalizado: nos ayuda a convivir y a comprendernos. ¡Y eso ahora mismo es más urgente que nunca!

¿Qué falta por hacer para que esta competencia “transversal” se implemente del todo en el sistema educativo?

Estamos progresando, pero lógicamente queda mucho por hacer. Algunos centros educativos se esfuerzan por incorporar las habilidades emocionales y sociales en el día a día, pero dependen en buena medida de un sistema que no había contemplado este tipo de aprendizaje, que no ha formado a los profesores para asumirlo y que además exige un gran esfuerzo para enriquecer un currículo ya saturado de actividades y exigencias. Hay que seguir reclamando la transformación del sistema educativo para que eduque al niño entero- cabeza, corazón y manos.