La residencia de mayores de Sádaba (Zaragoza) pasa una semana sin calefacción ni agua caliente

Un fallo en la caldera el pasado miércoles dejó sin este servicio a los 70 ancianos residentes y no ha sido solucionado hasta este martes

Imagen de la residencia de Sádaba.

Imagen de la residencia de Sádaba. / Residencia Villa de Sádaba

Alberto Arilla

Alberto Arilla

Zaragoza

Los 70 ancianos de la residencia de Sádaba, en las Cinco Villas, han pasado una semana sin agua caliente ni calefacción. Los problemas comenzaron el miércoles, cuando empezó a fallar la caldera, dejando de funcionar definitivamente durante el fin de semana. Varios familiares aseguran estar "hartos" y que se trata de un "problema recurrente". "En noviembre ya falló la caldera durante varios días, y los tenían que lavar a mano, como ahora. La habitación de mi madre estaba helada", dice una de ellas. Para más inri, sostienen, "no habíamos sido informados".

Como solución provisional, el gerente de la residencia (pública pero de gestión privada), Ángel Subirá, asegura que tuvo que ir a Pamplona "para comprar calefactores portátiles, ya que en Zaragoza no había nada abierto". En cambio, los familiares rebaten que dichos dispositivos no se instalaron "hasta el lunes" y que llevan meses denunciando esta y otras deficiencias, como los "continuos problemas con el ascensor".

Subirá, por su parte, acusa a la empresa de mantenimiento de "no cumplir con los plazos" para arreglar los fallos y asegura que, esta vez, los técnicos no habían podido ir hasta este martes "por el puente". Con todo, dos horas después de hablar con este diario, el gerente ha afirmado que ya se ha podido restablecer el funcionamiento de la caldera auxiliar de gas. La definitiva, eso sí, será de pellet y no llegará, previsiblemente, hasta este jueves. Y es que la responsabilidad de arreglar esta deficiencia recae sobre la gestora (Residencia Villa de Sádaba SL), que es la concesionaria del contrato de explotación a cambio del pago de un canon anual al ayuntamiento de la localidad cincovillesa.

La situación, que ha llegado por momentos a ser "insostenible", ha provocado que algunos familiares hayan tenido que llevar calefactores portátiles a los ancianos. "Mi madre incluso me pidió mantas para dormir", dice una de ellas, que explica que han tenido que crear un grupo de afectados y que los calfactores portátiles solo calentaban "la parte de abajo". "Arriba, en las habitaciones, ponen alguno suelto, como en los pasillos. Pero hoy otra familiar ha ido de visita y la habitación estaba helada", sostiene, visiblemente cabreada. Con el agua, más de lo mismo: "Prácticamente, llevan una semana sin ducharse".

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