La alcaldesa de Catarroja, sobre el dispositivo aragonés: "Esta hermandad se mantendrá en el tiempo"

«El gran operativo de Aragón fue una gran ayuda en un momento de auxilio y nos trajo un mensaje de esperanza cuando la gente estaba desesperada». La alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent, insiste en que estarán «eternamente agradecidos a todo Aragón» por la ayuda desplegada desde los primeros momentos tras la tragedia de la dana. Aunque ayer no pudo participar en el homenaje al operativo porque «mi sitio sigue estando aquí, porque queda mucho por hacer», quiso reiterar su agradecimiento a todo el operativo. «Vinieron un gran número de efectivos muy multidisciplinar, desde soporte psicológico, agricultores, bomberos, protección civil, policía local... Fue una gran ayuda y si algo dejó bueno este drama es esta hermandad con Aragón que se mantendrá sin duda en el tiempo», expresa.

Pero a día de hoy, casi dos meses después de la tragedia, los problemas no han acabado en Catarroja. «Seguimos en fase de emergencia, queda mucho por hacer. Nos queda la mitad del municipio todavía pendiente de recuperar el alcantarillado, de recuperar los garajes y los bajos comerciales, que no han podido empezar las obras todavía», explica la alcaldesa.

Aragón abraza a Catarroja en el recuerdo del operativo tras la DANA

Por eso, no ceja en su empeño de seguir pidiendo medios. «¿Qué más tiene que suceder para que vengan refuerzos? Aún no podemos hacer vida normal. Exigimos que no se pierda el tiempo: en esta fase inicial de emergencia hay que actuar sin miramientos, sin burocracia. Más que ayudas queremos que vengan a reconstruir nuestra tierra», reclama, tras el susto por el incendio de los coches acumulados tras las inundaciones que siguen en los descampados.

Desde el inicio, la principal denuncia del municipio ha sido la «falta de coordinación». «Hay una evidencia: pasaron muchas horas sin intervenir y se trató esto como algo ordinario cuando fue algo absolutamente extraordinario», recuerda. Ahora, los vecinos de Catarroja quieren empezar a «pasar página», pero aún no pueden. «Emocionalmente estamos mal, estamos cansados y con rabia. Queremos cerrar etapas y que esto no se dilate en el tiempo», demanda.