Inmuebles vacíos

La DGA retoma sus planes para darle uso a un emblemático edificio de la calle Lagasca

El Gobierno de Aragón busca inquilinos para un inmueble que primero deberá adaptarse para cumplir con la normativa de accesibilidad y seguridad, aunque respetando la singularidad del edificio

Exterior del antiguo Juzgado de Menores situado en el número 7 de la céntrica calle Lagasca de la capital aragonesa.

Exterior del antiguo Juzgado de Menores situado en el número 7 de la céntrica calle Lagasca de la capital aragonesa. / Laura Trives

Iván Trigo

Iván Trigo

El Gobierno de Aragón sigue adelante con sus planes para dotar de uso a todos los inmuebles que son de su propiedad y que están vacíos. Después de que en los últimos meses se hayan conocido los destinos que tendrán alguno de los emblemas inutilizados de la Expo, los responsables del patrimonio y bienes del Ejecutivo aragonés andan buscando un uso para la antigua sede del Tribunal Tutelar de Menores, situado en el número 7 de la céntrica calle Lagasca de Zaragoza.

No obstante, los planes del Gobierno autonómico todavía no están definidos. Lo que confirman las fuentes del Departamento de Hacienda es que están buscando nuevos inquilinos para un edificio que, por sus características –es un chalet– es complicado de adaptar al uso administrativo, a pesar de que hasta el año 2013 fue utilizado como Tribunal de Menores de edad y como oficinas de algunos funcionarios del IASS relacionados con el trabajo con menores.

Lo que el Gobierno de Aragón no desvela por el momento es si se quedará el edificio para alojar algún servicio concreto –lo que obligaría a modificar la normativa en materia de urbanismo– o si le dará salida a través de algún tipo de fórmula para que algún organismo privado, asociación, colegio o entidad pueda instalar allí su sede. Esa baza se la guardan por el momento.

Pero lo cierto es que volver a darle un uso administrativo y de pública concurrencia, es decir, abierto a los ciudadanos, requeriría de una serie de adaptaciones que son complejas. El edificio no cumple con las normas básicas de accesibilidad. La única escalera que conecta las tres plantas solo es accesible desde el exterior del edificio, lo que hace que sea necesario construir un módulo en el que puedan incluirse una nueva conexión entre las diferentes alturas del chalet.

Pero esto también entraña dificultades debido a que este edificio está catalogado por su interés arquitectónico, por lo que todas las actuaciones que se realicen deben respetar la estética y los principales elementos de la construcción.

Para que esto sea posible, en 2022 se tramitó una modificación del Plan General de Ordenación Urbana que permite ampliar los metros construidos en el solar con el objetivo de levantar un «núcleo de conexiones» en el que podría instalarse un ascensor y también una escalera que cumpla con la normativa en materia de accesibilidad y seguridad.

Ese núcleo se levantaría entre el chalet y el edificio que linda con la parcela en la misma calle Lagasca. En esa modificación del Plan General también se acotaron los nuevos usos permitidos del inmueble en la parcela, que no serían administrativos. Según consta en el expediente, esos usos permitidos irán desde talleres hasta comercios, oficinas y recreativos.

Una de las estancias interiores del chalet, donde se hacían los juicios.

Una de las estancias interiores del chalet, donde se hacían los juicios. / Laura Trives

Fue en 2014 cuando el Gobierno de Aragón intentó ya que el ayuntamiento tramitara esta modificación del PGOU, pero entonces Urbanismo, en manos de ZeC, consideró que al aumentar la edificabilidad del solar el ayuntamiento debía recibir un 10% del aprovechamiento lucrativo que se obtuviese.

Por los metros cuadrados que tiene el inmueble, 874, el edificio se queda pequeño para alojar algún servicio dependiente de la Administración. A esto hay que sumar además la disposición interior del chalet, que sigue conservando la estructura que tenía cuando se construyó como vivienda en una de las zonas más adineradas de la ciudad. Y al estar esta construcción catalogada, deben conservarse los elementos distintivos del chalet, lo que hace imposible la creación de espacios diáfanos, que serían más aptos para un uso administrativo.

Esta vivienda fue adquirida por el Estado en 1957 y allí se instaló la Junta Tutelar de Menores. Fue transferido a la comunidad autónoma en 1989 y, tras la transferencia de las competencias de Justicia, en el edificio se ubicó la sede del Tribunal Tutelar de Menores, «adoleciendo las citadas instalaciones de importantes limitaciones funcionales».

En 2016, el Gobierno de Aragón ya intentó obtener una licencia por parte del Ayuntamiento de Zaragoza para rehabilitar el edificio y después venderlo. Entonces se paralizó. Ahora el Ejecutivo aragonés está convencido de devolver este chalet a la vida. El cómo sigue siendo una incógnita, pero el objetivo es firme: reabrir un edificio situado en una de las zonas más exclusivas y céntricas de la capital aragonesa

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