Pico de afluencia en las Urgencias del Servet: "En triaje no daban abasto"

Personal del hospital ha señalado este viernes por la mañana, cuando reinaba la tranquilidad, el ajetreo en los pasillos los días previos

La sala de espera del hospital Miguel Servet de Zaragoza, este viernes por la mañana.

La sala de espera del hospital Miguel Servet de Zaragoza, este viernes por la mañana. / Servicio Especial

Después de la tormenta, la calma. Las Urgencias del hospital Miguel Servet de Zaragoza han respirado tranquilidad este viernes por la mañana después de unos días festivos -Nochebuena y Navidad- de intensa actividad. Así lo revelan los datos y así lo ha expresado parte del personal de Admisión del centro, que ha indicado que no recordaba haber asistido a tanta gente en otras fiestas de Navidad.

«Hubo hasta que cruzar camas en los pasillos», ha explicado a este diario un miembro del equipo de Admisión que tomaba un descanso en esos momentos. «Vinieron todos los que podían venir», ha añadido con ironía.

En la misma línea han ido las afirmaciones de otros profesionales de Admisión del Servet. «En triaje no daban abasto. Había mucha gente en la sala de espera porque no se podía mantener el ritmo de atenciones», han señalado. 

La afluencia en los días señalados llama la atención porque se trata de fechas en las que una gran mayoría de gente está de vacaciones y con el foco puesto en celebrar las navidades. «Normalmente para estas fechas piensas que no va a venir tanta gente», ha indicado el personal de Admisión, que puso como ejemplo el 25 de diciembre, cuando «la gente no madruga porque el día anterior se trasnocha». Además, ha comentado que el día de Navidad las familias y amigas suelen reunirse para tomar un aperitivo, comer o ambas cosas seguidas. Con todo, las Urgencias estaban repletas de pacientes desde las primeras horas de la mañana. De nuevo, ejemplos. «Entramos a las 8.00 horas y había en torno a unas 40 personas. Dos horas después, miramos otra vez y ya eran 160», ha recordado.

Las asistencias realizadas fueron de todo tipo. Según han dicho integrantes del equipo de Admisión, «hubo de todo, desde caídas en el suelo hasta peleas. Y muchísimos ancianos». También han apuntado a otros motivos «clásicos» en estas fechas como cortes con el cuchillo del jamón o espinas de pescado clavadas.

El personal de Admisión ha coincidido en que es habitual recibir a pacientes que acuden al hospital Miguel Servet aunque este no sea su centro de referencia. «Les indicas cuál es el que les corresponde por sector (I, II o III), pero claro, les prestas asistencia sanitaria», ha expresado. A ello ha agregado que, cada vez más, la gente recurre a Urgencias por nimiedades. «Vienen hasta por una tos… Este servicio no es para eso», ha sostenido. 

Por suerte, el escenario de ayer a las 10.30 horas parecía indicar que la mañana sería tranquila: una sala de espera sin acumulación de gente, unos pasillos poco transitados y unos pacientes agradecidos. «Nos han atendido en media hora», ha contado una familiar que esperaba fuera a que llegaran «los de vascular». «Esta vez no ha sido nada comparado con otras ocasiones, cuando hemos estado hasta cinco o seis horas esperando aquí», ha relatado. 

Y, como ella, otras dos personas que sobre las 11.00 horas salían de Urgencias para marcharse a su casa. «Hemos tardado una hora. Me han puesto una inyección y nos hemos marchado», ha explicado el paciente. 

Una vez más, parece que ha llegado la calma tras la tormenta.

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